Jueves 13 de Marzo de 2025
13 de Julio de 2011 - Neuquén

Neuquén-Cenizas: la relación con la Nación enfrenta una nueva decepción

Los fondos que dispuso el ejecutivo no alcanzan para sortear

Cuesta encontrar alguna lógica a lo que ocurrió la semana pasada en la Casa Rosada.
Los anuncios de ayuda para toda la región afectada por las cenizas, que salieron del discurso de la presidenta Cristina Fernández, poco tenían que ver con las reales necesidades de los damnificados rionegrinos y neuquinos.
Pese a ello, al finalizar la primera mandataria su alocución sobre esta improvisada ayuda, los primeros en aplaudir y avalar con una gran sonrisa los dichos presidenciales fueron los gobernadores Sapag y Saiz, allí presentes.

¿Qué festejaban?
Sin duda que el obsecuente verticalismo que existe hoy entre algunos mandatarios del interior argentino con el Ejecutivo nacional tiene mucho que ver en este tipo de actitudes.
También están las expectativas –por cierto, muy pocas veces cumplidas– de que respaldando en forma incondicional cualquier tipo de conducta de la Nación, los gobernadores contarán con el apoyo para la continuidad del proyecto político en sus provincias.
Este concepto traducido a un lenguaje común es equivalente a decir "expectativas de mayores transferencias" desde el poder central.
Prácticas que son habituales –lo que no las libera de ser definidas como deplorables– porque son respaldadas por el sistema.
En algunos puntos, es algo sencillo entender porque la ayuda que envía la Nación no se condice con las expectativas esperadas por las poblaciones afectadas.Anuncios con poco efecto en la economía real
En principio, podemos señalar que el gobierno central carece de un certero diagnóstico de lo que está ocurriendo en las zonas afectadas.
Ningún funcionario de los ministerios nacionales estuvo presente recorriendo la región en estas últimas semanas para interiorizarse personalmente del tema y así transmitirle, lo más objetivamente posible, lo que estaba ocurriendo a la señora presidenta en toda la zona golpeada por el Puyehue. Tampoco, desde la Casa Rosada se impartieron órdenes para ello.
De allí algunas "desconexiones" que se observaron en el discurso presidencial o las ignorantes afirmaciones del titular de Aerolíneas Argentinas, Jorge Recalde, señalando, ante una consulta de CFK, que los vuelos a la región "se reanudarán en dos días", algo que todos aquí en el sur sabíamos que era algo imposible que sucediera.
Tampoco existió una reacción de los gobernadores para transmitirle en tiempo y forma al Ejecutivo cuál era la real situación de la región y por lo que estaban pasando los habitantes, comerciantes y productores de las zonas afectadas.
Pero volvamos a las medidas puestas en marcha para los damnificados del Puyehue y analicemos sólo algunas de las más importantes.
€ Redireccionar un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 7 millones de dólares para remover con maquinarias las cenizas. Es una suma importante de dinero que, sin dudas, resolvería el problema de la remoción de cenizas de los lugares más afectados. Pero el redireccionamiento de un crédito internacional, para que se haga efectivo, requiere de tiempos burocráticos que no son inferiores a los seis meses, una vez confirmada la decisión de orientar ese dinero hacia otro destino. Por lo tanto, si llegan alguna vez fondos a la región, el escenario para ser aplicados los 7 millones de dólares diferirá mucho del actual. Tal vez, y ojalá así sea, en seis meses ya ni existan rastros de las cenizas en la región.
€ La entrega de 13.000 planes Repro, destinando alrededor de 10.000 para la ciudad de Bariloche y 3.000 para Villa La Angostura. Esta propuesta brinda a los trabajadores de las empresas adheridas una suma fija mensual de 1.000 pesos no remunerativa para los próximos dos meses, destinada a completar el sueldo de su categoría laboral, mediante el pago directo a través de la Anses. Para acceder a este beneficio las empresas deben acreditar la situación de crisis por la que atraviesan, estipulando las acciones que piensan desarrollar para su recuperación y comprometerse a no despedir personal; este último tema es complejo de dilucidar para aquellas actividades que incorporan todos los años "trabajadores transitorios" en las altas temporadas. La medida ayuda -aunque parcialmente- a las grandes empresas que son las que tienen a todos sus empleados "blanqueados". Teniendo en cuenta el grado de informalidad que reviste la economía en toda la zona de la cordillera, muchos serán las pequeños y medianos comercios que no accederán a este beneficio. Por otra parte, hay que destacar que el costo salarial promedio de un trabajador gastronómico u hotelero -por dar un ejemplo cualquiera- se ubica hoy por encima de los 5.000 pesos mensuales, por lo que el Repro sólo cubriría el 20% del mismo.
€ Créditos livianos para las actividades afectadas. Va a ser muy difícil que aquellos campos que fueron diezmados por las cenizas volcánicas tengan posibilidades reales de acceder a fondos públicos, aunque éstos tengan una tasa preferencial. La situación del sector agropecuario en toda la zona afectada es realmente complicada y si los productores hasta ahora no habían podido llegar al crédito bancario, con los problemas financieros agudizados por la crisis actual, difícilmente el acceso a esta nueva línea de créditos esté disponible para ellos. Lo mismo se puede señalar de los comercios que hoy no tienen a quién vender, como es el caso de Villa La Angostura. ¿Para qué tomar un crédito si no hay posibilidades de sostener abierto un negocio? Los anuncios de financiamiento, como una alternativa para sortear la crisis, es una herramienta muy utilizada por el actual gobierno nacional. Lamentablemente, muy poco de los montos mencionados en cada uno de los discursos oficiales llega realmente a quienes lo necesitan.
€ Diferimientos impositivos por dos meses. Ésta es una medida muy limitada, teniendo en cuenta la magnitud de los problemas que están viviendo las distintas zonas afectadas.
En definitiva, la batería de medidas para que los productores y empresarios puedan sortear las dificultades que se les presentan en este invierno son, como mínimo, escasas.
La intervención nacional, comunicada esta semana a través de un discurso de la presidenta Cristina Fernández, termina por confirmar la desconexión existente entre las provincias y el Ejecutivo nacional a la hora de llevar adelante políticas activas para enfrentar una crisis como la que está sufriendo hoy Río Negro y Neuquén.

Menos transferencias para obra pública
Un informe privado destaca la caída de fondos para provincias. Neuquén, entre las perjudicadas.
La tibia ayuda de la Nación para los damnificados por las cenizas del Puyehue hay que sumarle ahora las restricciones en las transferencias para realizar obra pública en las provincias.
Históricamente durante un año electoral es esperable que se verifique, en las cuentas del Estado nacional, un incremento significativo del gasto de capital. Esto se asocia generalmente a que la obra pública suele considerarse uno de los pilares de campaña.
El mismo fenómeno se observa en las transferencias de Nación a las provincias. Durante el 2006, antes de comenzar el año electoral, el incremento promedio de las transferencias de capital a las provincias fue del 63%.

El 2011 parece ser la excepción en esta materia.
Uno de los factores clave proviene de la progresiva disminución del saldo positivo del fisco. Si bien mes a mes se llega a cifras récords de recaudación, los gastos muestran esta misma tendencia: mayo fue el tercer mes consecutivo de incremento en el ritmo de crecimiento de las cuentas, ampliando la brecha negativa existente entre la evolución de ingresos y gastos.
Ante este panorama la asignación de recursos es menos laxa, lo cual actúa en detrimento del gasto de capital, que posee mayor flexibilidad en relación con otras cuentas prioritarias. Dentro de estas últimas, la participación de los subsidios (en especial energéticos) es cada vez mayor. ¿Podemos hablar entonces de un trade-off entre subsidios y obra pública? Durante el primer trimestre del 2011 los primeros crecieron un 107%. Los gastos de capital lo hicieron a una tasa del 23% en el mismo período.
Las transferencias discrecionales a las provincias también sufren retracciones. Durante el primer trimestre del 2011 esta variable creció apenas un 6% interanual, lo cual implicó un tercer trimestre consecutivo de desaceleración de la cuenta. Las transferencias corrientes también mostraron una evolución negativa: cayeron un 13% interanual.
Otra forma de analizar la evolución de la obra pública es mediante el monitoreo de los principales programas del Ministerio de Planificación Federal, el cual concentra el mayor presupuesto destinado a este fin. Este enfoque permite analizar la situación de la inversión por jurisdicción y el estado de las diferentes etapas de crédito. Al 26 de junio –habiendo transcurrido prácticamente la totalidad del primer semestre– la relación entre el devengado y el crédito vigente a la fecha para los principales programas de obra pública fue del 34%, 10 puntos por debajo de lo observado a la misma fecha el año pasado.
Aunque este menor ritmo de ejecución repercute en todas las jurisdicciones, el impacto es heterogéneo. Al observar el grado de ejecución del crédito para los principales programas del Ministerio de Planificación Federal puede advertirse que Neuquén es una de las más perjudicadas, ubicándose en el lote de las que menos fondos destinaron en relación con el crédito vigente.

Presión sobre los excedentes neuquinos
La dependencia económica que tienen los gobernadores con el poder central puede llegar a generar situaciones absurdas. Observar a Jorge Sapag y Miguel Saiz aplaudiendo los anuncios de la presidenta Cristina Fernández es un ejemplo de lo mencionado.
El mandatario neuquino apostaba que ese mismo día CFK oficializaría la puesta en marcha de la obra insignia de su gestión: Chihuidos. Pero todo quedó en la nada.
Desde el gobierno nacional señalaron que "Cristina lo anunciará cuando ella lo considere prudente". No se hicieron más comentarios al respecto.
Sin embargo, y en relación con los fondos de Nación destinados para las zonas afectadas por la cenizas, funcionarios ligados al ministro Amado Boudou señalaron que el gobierno central no puede solucionar sólo este problema y apuntaron a los excedentes con los que cuenta Sapag en su presupuesto. "Si bien a Río Negro no se le puede pedir absolutamente nada porque a duras penas pueden mantener un precario equilibrio en sus finanzas públicas, Neuquén cuenta con un superávit importante y bonos para hacer obras", señaló la fuente consultada.
Las estadísticas oficiales detallan, es este sentido, que al cierre del primer trimestre del año, las arcas provinciales contaban con un superávit corriente (ahorro) de unos 460 millones de pesos. Otro dato importante que sale del presupuesto provincial ejecutado, es que de lo aprobado por la Legislatura sólo lleva gastado el 4% de la inversión real directa (construcciones y obra pública). Asimismo el gobierno neuquino cuenta con fondos disponibles a través de los 60 millones de dólares en Ticap emitidos en forma "adicional" para hacer distintas obras. Esos fondos podrían ser redireccionados en forma inmediata para sortear la coyuntura que sufren las zonas afectadas por las cenizas.
Por último hay que señalar que, días atrás, la Legislatura sancionó la ley 2763 la que, en su artículo 23, faculta al Poder Ejecutivo a solicitar un nuevo endeudamiento por un monto de hasta u$s 50 millones, con el objeto de la "remediación, limpieza y preservación ambiental de las zonas afectadas por las cenizas, otorgando en garantía la coparticipación federal y/o regalías hidrocarburíferas".

Fuente: El Diario de Río Negro

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