Cuatro estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Católica de Córdoba diseñaron un proyecto de bicicletas compartidas, con 19 estaciones distribuidas en Nueva Córdoba y Ciudad Universitaria. Lo novedoso de la iniciativa es que contempla sumar un seguimiento georreferenciado a través de nuevas tecnologías.

Según explicó Guido Sargiotto, uno de los estudiantes, el plan cuenta con 19 estaciones que abarcan el circuito comprendido entre Patio Olmos, la Terminal de Ómnibus, la esquina de Vélez Sársfield y Pueyrredón y Ciudad Universitaria. La última parada estaría disponible en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

El plan contempla la carga de datos de una tarjeta de crédito, que, en caso de que la bicicleta se extraviara, permitiría recuperar el valor de reposición.

Su uso requeriría descargar una aplicación en el teléfono celular que, entre otras cosas, permitiría destrabar el anclaje que uniría cada rodado a su estación.

Los estudiantes tomaron un simulador implementado en la ciudad de León, México, que permite calcular con precisión los mejores lugares para establecer esas estaciones, mediante un sistema de información geográfica.

“Ciudades como Buenos Aires, Rosario y Mendoza implementaron sistemas similares. Lo novedoso de este proyecto es que permite realizar un análisis exhaustivo de dónde conviene colocar las estaciones, cuántas bicis incorporar y en qué momento del día redistribuirlas para que nadie se quede sin movilidad”, explicó Sargiotto.

El trabajo fue presentado en la instancia final de la carrera de Ingeniería Industrial y aprobado el viernes. Con el proyecto, los estudiantes obtuvieron su título.

Además de Sargiotto, trabajaron Nicolás Ferrer, Facundo Manzanares y Joaquín Olmedo. Mientras que Henry Martínez se desempeñó como director.

“El problema del tránsito es mundial. Este proyecto no sólo es factible, sino necesario. Muchas personas necesitan arrancar bien el día, y no en un colectivo atestado”, finalizó Sargiotto.

Rodados reforzados para evitar vandalismo

Las “bicis” contemplan ruedas y asientos más resistentes.

El plan de los estudiantes universitarios cuenta con un primer aval de la Municipalidad. La idea es que el sistema sea rentable. El usuario pagaría un abono mínimo, a un costo menor que el de un boleto de colectivo. Las bicicletas estarán reforzadas para evitar que sean vandalizadas, con asientos resistentes, ruedas para soportar el desgaste diario y tuercas especiales para evitar que alguien se robe esas ruedas. También prevé mantenimiento. Su implementación dependerá del avance que realice la Municipalidad en la extensión de los carriles selectivos, o ciclovías.

 

Fuente: Innovar y Emprender