Las plantas de residuos regionales instaladas en Laboulaye y Coronel Moldes que utilizan el sistema de encapsulado de basura y reciclaje, vienen operando de manera óptima y han logrado reducir sustancialmente los volúmenes de desechos que a cielo abierto se acumulaban en distintas comunidades.

El funcionamiento de estas instalaciones muestran la contracara de lo que ocurre en Huinca Renancó, donde por la acumulación de las “cápsulas o caramelos” desde hace semanas el predio muestra varios focos de incendios que obligó a la intervención de Policía Ambiental por la contaminación.

Las tres plantas que aplican el mismo sistema de tratamiento de desechos se crearon a instancias de un proyecto provincial y con la participación de la firma Ferioli. La primera en estar operativa fue la de Laboulaye donde confluye toda la basura de los pueblos del Departamento Sáenz Peña. Con una década de trabajo, los actuales administradores y operadores -Ferioli- aseguran que se ha cumplido el objetivo y no hay mayores problemas en el depósito final de los desechos.

Sebastián Ferioli, encargado de la planta, precisó que son 14 los trabajadores que en las instalaciones de Laboulaye se encargan de seleccionar y dar disposición final a los desechos. Las cápsulas ya llenas son herméticamente cerradas para su disposición final en enterramiento.

“Está funcionando perfectamente bien. En este último año nosotros estamos manejando la planta. Hace casi 10 años que se está desarrollando el proyecto. Se reciben diariamente entre 45 a 60 toneladas de basura por día. Hay localidades como Laboulaye, Serrano y Levalle que llevan por día, y en el caso de pueblos más chicos de una a dos veces por semana”, precisó Ferioli.

En la planta de Laboulaye se procede a la selección y separación de desechos reciclables.

 

“Imposible que se incendien”

La firma Ferioli fue la gestora y creadora de este sistema de tratamiento de basura. Consultado sobre lo ocurrido en Huinca -aunque dijo desconocer las actuales condiciones de la planta- el representante sostuvo que es imposible que los bolsones o caramelos se hayan incendiado por combustión en el interior.

“No puedo hablar de lo ocurrido en Huinca, pero sí decir que conociendo el sistema de encapsulado, y que no hay oxígeno en el interior de estas cápsulas, es más probable que haya sido un factor externo el que provocó los incendios”, sostuvo Sebastián Ferioli. Y puntualizó que no hay registros sobre incendios de cápsulas en las plantas que funcionan con el sistema por ellos operado.

 

En Moldes

“Desde que se instaló la planta de residuos en nuestra ciudad, hemos avanzado bastante en todo lo concerniente a la recuperación.”, comenzó diciendo el intendente de Coronel Moldes Jorge Costanzo.

El gigantesco basural a cielo abierto se va reduciendo y a medida que van llegando los excedentes de talleres, industrias o comercios, un operario con una pala va realizando enterramiento sanitario. La recolección domiciliaria va a parar a la planta que en la actualidad recepta los envíos de basura de 9 poblaciones.

“Esta planta por su limpieza y estado, recibió el reconocimiento de funcionarios ambientales de la provincia”, explicó el gobernante moldense.

“La planta de residuos sólidos urbanos existente en Coronel Moldes, que es propiedad de la Comunidad Regional, está receptando la basura de 9 poblaciones. Por esa razón hay dos equipos de trabajo de los cuales uno es de Coronel Moldes en el que hay integradas un grupo de mujeres; y el otro es de Chaján. Los avances son importantes y de a poco se va concientizando en las comunidades, sobre la importancia de cuidar y preservar el medio ambiente”, detalló.

En el caso de Sampacho, realiza envíos sin cartones ni plásticos porque los separa en origen y hay una disminución del tonelaje que llega.

El intendente Ricardo Reynoso, que tiene a su cargo la dirección de la planta regional aclaró que el material que se recicla en las instalaciones se comercializa luego. “El dinero que se recauda, pasa a los trabajadores que se desempeñan en esas tareas, como si fuera un plus. No hay una cifra exacta porque no siempre es la misma cantidad de basura que se prepara para la venta, podríamos decir unos $ 15.000 cada dos o tres meses. Un porcentaje se destina a incrementar la ganancia de los trabajadores y otro más pequeño para mantenimiento del lugar de trabajo, la compra de materiales de limpieza, etcétera”, dijo.

 

Fuente: Puntal