Esta caída vino de la mano del freno que el Gobierno nacional, los provinciales y municipales, le pusieron a la obra pública con el fin de achicar el déficit durante los últimos dos meses de 2017.

A pesar de esto, cuando se compara los despachos de cemento contra igual mes de 2016, se observa que el sector registra una suba de 5,4 por ciento.

Con destino al consumo interno los despachos de los asociados, incluyendo importaciones, alcanzaron 1.004.332 toneladas, cifra que exhibe una disminución del 14,9 % con respecto al mes anterior y comparada con el mes de diciembre de 2016, un crecimiento del 6,8 por ciento.

El problema que se observa es que el crecimiento que se observo en 2017 empujado por la obra pública financiada por el Estado nacional no alcanzó para superar los niveles de venta de cemento al mercado interno, exportación e importación.

Según los datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, durante todo el 2017 el sector comercializó 12.203.171 toneladas, lo que significó un crecimiento de 11,9% respecto del acumulado de 2016. Sin embargo, en 2015 año que también fue electoral las empresas habían despachado 12.215.188 toneladas.

Algo similar le sucedió al mercado de la producción de los ladrillos cerámicos que, tras una caída de casi el 40% en 2016, repuntó hacia fines de este año, acompañando el crecimiento de la actividad de la construcción. “La capacidad ociosa de las empresas disminuyó dos puntos y los despachos aumentaron un 5% a partir de septiembre”, destacó un informe del Grupo Unicer, conformado por seis empresas fabricantes de ladrillos e insumos para la construcción.

Aunque este producto está más atado a la construcción privada, tampoco logró crecer por arriba de 2015.

 

Fuente: Nueva Rioja