1 de Enero de 2017 - Ambiente
Bs. As.-A plazo vencido, apuran las obras en la planta para tratar la basura
Estiman que el nuevo complejo de diagonal 74 recién empezará a funcionar dentro de varias semanas
En nuestra región, la historia de cada una de las grandes obras de infraestructura que se proyectan es casi inexorablemente una saga de promesas, postergaciones, recálculos y polémica. Y la planta de “basura cero” no es la excepción. El complejo de “tratamiento integral” que hoy debía marcar un inédito cambio de paradigma en materia de residuos para La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen y Magdalena, no está listo, y recién comenzaría a funcionar dentro de varias semanas.
Cuando eso ocurra, el impacto ambiental positivo será por duplicado y en simultáneo: apenas se ponga en marcha la planta de reciclado, denominada TMB (“tratamiento mecánico biológico”), que será operada por CEAMSE en un predio lindante con el Aeroclub de Tolosa, el ente estatal desactivará el cuestionado relleno sanitario que gestiona desde hace décadas en diagonal 74 y arroyo El Gato.
La idea que se está manejando apunta a que durante enero se puedan realizar las pruebas para poder iniciar una nueva etapa en ambos predios
El día señalado era hoy: la Suprema Corte bonaerense, en uno de los capítulos más recientes de una disputa larga y controvertida entre organizaciones ambientalistas, vecinos y el Estado, homologó hace más de dos años un acuerdo por el que el enterramiento de basura domiciliaria en el “Centro de Disposición Final Ensenada” debía cesar antes de que empezara 2017.
Sin embargo, los pronósticos más optimistas señalan que esto pasará hacia fines del verano en curso. En Coordinación Ecológica Área Metropolitana, Sociedad del Estado (CEAMSE), afirman que se trabaja “ toda marcha” para que la obra civil de la planta TMB, reactivada en septiembre pasado tras meses de letargo, esté lista para recibir las máquinas alemanas modulares de separación, trituración y enfardado de materiales de origen alemán que ya fueron adquiridas y permanecen bajo custodia en un predio de José León Suárez.
“Las máquinas se colocarán rápidamente en los galpones porque son modulares y móviles; la idea que se está manejando apunta a que durante enero se puedan realizar las pruebas para poder iniciar una nueva etapa en ambos predios” destacaron desde el ente estatal: “el tratamiento en el nuevo, que reciclará y procesará 800 toneladas de desechos por día, y el saneamiento en el clausurado”.
Los voceros explicaron que “cuando se cierra un relleno se inician los protocolos y procedimientos de ‘post-cierre’ o ‘post-clausura’; si bien van a dejar de ingresar residuos, hay que continuar con todos los controles ambientales al menos por veinte años”. Esto implica que el vertedero de Ensenada dará los primeros pasos para convertirse en un espacio verde.
En ese proceso, que -por dan un ejemplo- se lleva a cabo desde 2004 en Villa Dominico, donde funcionaba un “centro de disposición final” similar al de nuestra región, se extraen y neutralizan los gases y líquidos que genera la descomposición de la basura y se avanza con trabajos de paisajismo. “Se debe seguir captando y retirando el gas metano para transformarlo en dióxido de carbono o energía” precisan en CEAMSE, “y se recoge y trata el flujo de lixiviados”.
“Una vez que el predio recibe la última capa de residuos, se analiza cómo evolucionan los procesos de descomposición, como se asienta el terreno, etcétera. Y recién entonces se avanza con una parquización”. Según los expertos, el espacio verde que resulte de este saneamiento puede llegar a ser de acceso público total o parcial. Donde hayan estado las celdas del relleno, que nacen subterráneas pero suelen terminar convertidas en colinas por el uso excesivo, no se podrán instalar construcciones pesadas o que requieran cimientos profundos. Sí cabañas o refugios, equipamiento ligero, bancos o dispositivos de iluminación.
En cuanto a la planta TMB, cuyo montaje estará a cargo de la firma Arx Arcillex, adjudicataria de la licitación, tendrá una sistema mecánico para separar los residuos orgánicos e inorgánicos; otro manual para seleccionar papel, plástico y cartón; y uno electromagnético para los materiales ferrosos. El material “rechazado”, es decir no reutilizable, que se estima que será el 25 por ciento del total que ingrese, será sometido a maniobras de “disecado, inertización, enfardado y posterior envoltura” para su uso en la recuperación de las canteras existentes en la periferia platense.
Fuente: El Día