El puntapié más contundente lo dio el jueves José Luis Garrido, actual secretario General de la Gobernación, cuando inauguró su primer “punto de gestión” con miras a la contienda electoral. La necesidad en poner en marcha la campaña cuanto antes no es menor, debido a que el año pasado el partido gobernante quedó en un tercer lugar en toda la provincia, pero en esta capital apenas alcanzó un 12.17% frente a la UCR que se llevó el 48,44%, es decir, 28.460 votos. Hoy, el PJ, que espera que se defina la ley electoral para convocar a su primer congreso provincial de 2014, mira con grandes expectativas lo que pueda suceder con Máximo Kirchner. Si bien no es novedad que en los últimos años la figura del hijo del matrimonio presidencial era seguida de cerca por distintas consultoras que buscaban conocer su nivel de reconocimiento público e intención de voto, su aparición en público en el acto de este mes tuvo impacto y desde varios sectores coincidieron en una suerte de “demistificación” de su persona. Tras el discurso consustanciado con el modelo nacional que instauró su padre en 2003, Máximo alimenta el sueño presidencial de que a poco más de un año de los comicios La Cámpora retenga la intendencia. Otra figura que hoy se baraja es la del concejal kirchnerista, Pablo Grasso. El dirigente que surgió de la línea de “Los Muchachos Peronistas” fue bien evaluado en los sondeos de opinión, algo que también se estaría dando con el diputado nacional Mauricio Gómez Bull. Las idas y vueltas dentro del radicalismo que hoy está concentrado en la candidatura de Eduardo Costa en la gobernación, permitió que ya dos de sus dirigentes locales plantearan su determinación de llegar a la intendencia riogalleguense. Roberto Giubetich y Pablo Fadul, atravesaron ya una instancia interna dentro del Comité, en donde el primero salió airoso con un estrecho margen y el apoyo oficial, aunque el segundo se mantiene en su tesitura. En este punto hay quienes sostienen que la posibilidad de que el diputado Héctor Roquel juegue como candidato a jefe comunal es una decisión personal ya tomada y eso estaría generando chispazos dentro de la UCR. No es para menos, las encuestas ponen hoy  lejos de los demás candidatos radicales, particularmente en el nivel de popularidad. En 2011, Raúl Cantín encabezó la lista de 17 candidatos con un 14.69% de los votos, dejando atrás y por centésimas a Francisco Anglesio (14.57%). En aquella ocasión, Roberto Giubetich, que ahora va por la revancha, sacó un 13.78%. Un dato que al menos por ahora no proyecta variaciones es el hecho de que no haya mujeres que hayan demostrado públicamente la intención de avanzar hacia la jefatura comunal capitalina. En 2011, dos mujeres buscaron el sillón de calle San Martín: Orieta Gallego, actual titular de la Caja de Previsión, que sacó apenas un 2.25% y Elsa Capuchinelli, que logró un 6.24% y ahora va por la gobernación.

 

Fuente: Tiempo Sur