Jorge Taiana, desde un tumultuoso acto en la cancha de Ferro; y Agustín Rossi, con un más modesto e íntimo show en Rosario, formalizarán entre su ingreso, sin eufemismos ni medias palabras, en la poblada grilla de aspirantes presidenciales del dispositivo K.

A diez meses del cierre de listas, el excanciller y el actual ministro se zambullirán en una ruleta repleta de claroscuros en busca de una hipotética bendición de Cristina de Kirchner, un dedazo en teoría mágico que los vuelva competitivos para, al menos, llevar (y quizá ganar) las primarias del oficialismo el 9 de agosto de 2015.

Taiana, con soporte territorial del Movimiento Evita (M-E) y de la cofradía que animó las asambleas "emancipatorias" de Córdoba y Lanús; y Rossi, con el respaldo formal de la Corriente de la Militancia (CdM) replicarán lo que Julián Domínguez hizo el sábado pasado desde Santiago del Estero.

El resto de la media docena de anotados K tiene su propio esquema: el entrerriano Sergio Urribarri planea viralizar con actos en el conurbano; el ministro Florencio Randazzo todavía no programa un show y Daniel Scioli analiza, sin definirlo aún, hacer en un megaestadio en diciembre.

Todos, más allá del formato elegido o de su hoja de ruta campañistas, orbitan sobre dos interrogantes. Uno refiere a si Cristina de Kirchner posará su dedo presidencial sobre alguno de los candidatos K. El otro, posterior, explora sobre cuántos votos vale la bendición de la mandataria, en particular en la primaria.

 

•Randazzo fue, en privado, más explícito sobre esa posibilidad cuando en reuniones con dirigentes, incluso de La Cámpora, suele asegurar que la Presidente lo elegirá como el candidato oficial. Domínguez, a su vez, vuelca todas sus expectativas en la bendición cristinista, a priori, la única magia que podría volverlo competitivo en poco tiempo. En el Evita especulan con una intervención presidencial para "ordenar" la cancha, quizá para armar dos fórmulas que se enfrenten en las PASO pero sin que la Presidente juegue una carta directa. El sciolismo interpreta que Cristina no se jugará anticipadamente por algunos de los candidatos porque sería precipitar, llegado el caso, su propia despedida.

 

•En ese aspecto, todos los candidatos quieren existir, visibilizarse para entrar en la carrera o, llegado el caso, estar en el tablero para que Cristina pueda elegirlos. El lanzamiento de Taiana en Ferro, quizá el acto más poderoso que un sector del planeta K se haya animado a hacer en los últimos años (sobre todo desde que la Casa Rosada tomó el control de esa agenda y la canalizó via Unidos y Organizados) transita el doble juego: muestra poder y tropa propia y un candidato del sistema del M-E, pero busca ampliar el escenario con la presencia del jefe del PJ bonaerense, el alcalde de La Matanza, Fernando Espinoza y, según trascendió ayer, la posible asistencia de Andrés "Cuervo" Larroque, jefe de La Cámpora, agrupación que tuvo múltiples chispazos en los últimos meses con el Evita. 

 

•El valor de la explícita bendición de Cristina fue, incluso, medida por una consultora -datos que consumen candidatos K- que arrojó como resultado inicial que el "dedazo" presidencial equivale a unos 7 puntos en la general y más de 20 puntos en las PASO. El dato surge de un ejercicio simple: se testeó la intención de voto de un candidato y luego se midió al mismo dirigente como "candidato de Cristina", con lo que creció 20 puntos. La interpretación, siempre de laboratorio, es que Scioli aparece ganador de las PASO ante cualquier rival K pero ese resultado podría ponerse en discusión si la Presidente bendice a un postulante y trata de traccionar sus votos leales en esa dirección.

 

Fuente: Ámbito Financiero (Caba)