De cara al 2015, el Gobierno Nacional intenta frenar la fuga de dirigentes que compliquen el escenario para los candidatos de la continuidad. "Si nos partimos por las primarias eso nos va a perjudicar el escenario de octubre. Debemos ser un bloque", explicó un funcionario de la Casa Rosada.

Estas palabras coinciden con el momento en que se ejecutan los posibles armados oficialistas. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, son los principales candidatos. Luego se anotan todos los que pueden: el ex canciller, Jorge Taiana; el gobernador de Entre Rios, Sergio Urribari; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el ministro de defensa, Agustín Rossi y el último que pretenden anotar en la lista: el ministro de economía; Axel Kicillof.

Por ahora, los números de las encuestas le dan al kirchnerismo treinta puntos como promedio pero es muy difícil conseguir el crecimiento de sus candidatos. El oficialismo duro pretende cerrar el círculo en Randazzo y así complicar las chances de Daniel Scioli. Para el sciolismo, los números del ministro de Transporte están muy lejos de preocupar y sostienen que están "inflados" por la ala dura del Frente para la Victoria. El tema es que el desorden en el frente interno está complicando el escenario ante el frente externo.

La posibilidad de un eventual pase del gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, al Frente Renovador preocupa al Gobierno Nacional, ya que el rionegrino puede pelear por un mandato más pero además trae complicaciones en la Cámara baja: si se va le quita al bloque del FPV dos diputados nacionales, complicando el quórum propio K, que ya está en terapia intensiva.

Del resto de los gobernadores que pueden ir por un mandato más, ninguno está bien con el kirchnerismo: De la Sota en Córdoba está a un paso de cerrar con el FR, misma situación para Claudio Poggi de San Luis, que además le aportaría a Massa un arreglo con los hermanos Rodríguez Saá. En la Patagonia profunda, no hay buenas tampoco para el kirchnerismo. En Santa Cruz, Daniel Peralta, tiene un escenario muy complicado y el FPV no tiene candidato, situación que está llevando al Ejecutivo Nacional a intentar reflotar la posibilidad de una Ley de Lemas. En Chubut, Martín Buzzi, acaba de romper filas con el kirchnerismo por la nueva Ley de Hidrocarburos pero está lejos de poder ganar en el 2015 y además está siendo investigado por cuentas en paraísos fiscales.

En Neuquén, también pierde el FPV con la relación con el gobernador, Jorge Sapag. Cansada de la falta de comunicación con el Ejecutivo Nacional, arrancó una relación con Sergio Massa que ya está dando sus primeros frutos. El jefe del Frente Renovador lo piensa como su posible ministro de Energía y de esa forma se asegura que su sucesor dentro de la provincia le responda. El Gobierno Nacional ya tomó nota de todas estas filtraciones por eso busca que sus diferencias internas no generen más desatenciones. "De Vido hace lo que puede, incluso el que está teniendo mucho diálogo con las provincias es el presidente de YPF, Miguel Galuccio, pero no alcanza. La Cámpora ya no construye y eso nos complica", explicó un importante senador del FPV.

El camino a diciembre será importante. Las provincias, en su mayoría ahogadas económicamente, deberán hacerle frente a las responsabilidades financieras y para eso buscarán el apoyo de Balcarce 50. La idea es que Cristina conserve el poder o lo mantenga hasta las primarias y que los gobernadores no piensen en "salvavidas" antes de que el barco choque.

Los hombres con mejor imagen en el Gobierno Nacional son Scioli, Randazzo y el secretario de Seguridad, Sergio Berni, porque no responden al perfil habitual del oficialismo. "Son los que hacen y la gente lo reconoce y al mismo tiempo son los que le están brindando ayuda a las provincias. Tanto Randazzo como Berni son los únicos que generan sin pedir que los gobernadores se pongan de rodillas", sentenció el mismo gobernador.

Sin interlocutores válidos, el kirchnerismo busca orden en el desorden para que el costo no sea aún más grande. Será cuestión de que el reloj de arena de la cuenta regresiva no acelere su caída.

 

Fuente: Info Bae (Caba)