21 de Julio de 2014 - Obras Públicas
La Rioja-Empresa garantiza que obra de GNC se realizará con estrictas normas de seguridad
Alejandro Mutti, socio gerente de Las Marías, empresa que tiene a cargo la obra de GNC en avenida Rivadavia esquina Adolfo E. Dávila transmitió tranquilidad a la comunidad, tras sostener que esta actividad es imposible de realizar sin el cumplimiento de las estrictas normas de seguridad, tal como sucede en la estación que funciona dentro del predio de la UTN
Cabe recordar que la construcción de una nueva estación de GNC en pleno centro capitalino generó el rechazo de la comunidad religiosa de La Merced, escuelas colindantes y comerciantes en general. Con el patrocinio del abogado Guillermo Galván se presentó un amparo y medida de no innovar ante la justicia para frenar la obra.
En una solicitada publicada en la edición de ayer en este matutino, Alejandro Mutti informó que “la firma Las Marías, propietaria de la estación de servicio ubicada en la intersección de la avenida Rivadavia y Adolfo E. Dávila es una empresa familiar de la cual forma parte mi padre Eduardo Mutti que explota comercialmente el rubro “Venta de combustibles”. Ha sido constituida a partir de la escisión societaria de la firma Melipal S.A. de la que forme parte por más de 11 años en el mismo rubro”.
Luego se decidió agregar a “la estación de servicio, la venta de GNC, con una importante inversión y, como una forma de vincularnos al desarrollo de la ciudad, de crear fuentes genuinas de trabajo por fuera de la estructura del sector público y sobre todo generar una mejor prestación del servicio a los usuarios”.
A raíz del cuestionamiento judicial “hemos puesto a disposición de nuestra demandante (iglesia La Merced) toda la documentación que acredita el cumplimiento de la normativa local sobre la habilitación comercial de la estación de servicio y la aprobación de los planos de la obra civil a construir como también el traslado y expendio de GNC”.
Mutti indicó que “hemos arribado a un convenio sujeto a la homologación judicial por el cual ante el requerimiento del convento por cualquier inconveniente que se produjera en la propiedad del santuario, acompañando la opinión técnica respaldatoria, suspender la continuidad de las obras y eventualmente la venta de GNC sin interpelación judicial alguna hasta tanto se remueva la causalidad del hecho que lo produce”.
Finalmente aclaró a “la comunidad que esta actividad es imposible de realizar sin el cumplimiento de las estrictas normas de seguridad aún con mayor razón, para los casos en que existe cercanía en los lugares de concentración de gente, sino cómo explicamos por ejemplo el caso de que la estación de GNC que funciona dentro del predio de la UTN”, concluyó.
Fuente: El Independiente