El intendente de la Capital, Raúl Jalil, envió el proyecto al Concejo Deliberante por el que busca declarar la emergencia social en el ámbito de la ciudad Capital.

Como lo había adelantado El Ancasti, a través de la iniciativa, el jefe comunal pretende una salida para enfrentar la caída del empleo y como consecuencia de ello, el crecimiento del clima de tensión social.

La iniciativa declara la emergencia social y ocupacional por el término de un año, prorrogable por igual término en el ámbito de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca.

También se ratifica el decreto por el que se creó el Programa de Inclusión "capital social” como herramienta de inserción socio-laboral y con el objeto de garantizar la protección, inclusión y desarrollo de capacidades y potencialidades individuales. Por el artículo tercero se crea un programa para la prevención y asistencia del consumo problemático de sustancias legales e ilegales y además se propone la creación de un observatorio de drogas.

En la fundamentación, Jalil recuerda que hace dos años ya había advertido la situación de crisis social y por ello impulsaba el programa Capital Social. "Hoy, esta realidad, lejos de apalearse ha recrudecido", manifiesta al hacer referencia a las estadísticas del INDEC, que ubica al distrito de Gran Catamarca como primero en la estadística de desocupación.

Luego hace referencia a las limitadas posibilidades del territorio para generar empleo privado y las desventajas que tiene la Provincia para colocar su producción en los principales centros de consumo.

"Esas desventajas relativas se intentaron compensar con diferentes planes nacionales basados en exenciones y diferimientos impositivos que sirvieron para atraer algunas industrias y generar empleo. Una vez finalizados los mismos, la Provincia ha vuelto a encontrarse con la dura realidad de sus desventajas y problemas sin solucionar", agrega.

Menciona como factores generadores de esta crisis de empleo en Catamarca, al fin de la ley de promoción industrial y a la difícil situación actual de la industria minera, de la olivícola y de la vitivinícola.

Agrega que para tener un dato más cercano a la realidad, la comuna realizó una encuesta en 8 barrios estratégicos de la ciudad. "Los resultados nos alarman", menciona.

Según esta encuesta, la desocupación abierta es del 33.8%, con un máximo del 42.4% en el barrio Nueva Esperanza.

La subocupación, es decir quienes trabajan menos de 35 horas semanales, es del 10.8%. La suma de ambos datos expresa que el 46.6% de la población censada tiene problemas laborales, con picos del aproximadamente la mitad de la población en la Nueva Esperanza.

En otro aspecto indica que en la franja de los 7 a los 12 años de edad, la escolaridad llega al 95%, esto indica que hay un 4.7% de niños no escolarizados. Esa proporción aumenta al 12.7% para la franja de 13 a 18 años. El relevamiento marca también la importante deserción en el nivel secundario.

Pero, además, revela que la gente no admite el consumo personal de drogas o alcohol. Sin embargo, revela que conoce la problemática porque es alto el consumo en su barrio o en otras zonas.

Los barrios encuestados fueron La Nueva Esperanza, Banda de Varela, Manuel de Zalazar, Villa Cubas, Los Ejidos, Luis Franco, Villa Eumelia y Parque Norte.

Es por ello que concluye en la necesidad de generar políticas para lograr la mayor inclusión social que contribuya a enfrentar los males señalados.

 

Fuente: El Ancasti