22 de Abril de 2014 - Género
La Rioja-600 víctimas de violencia de género en el programa "Ellas Hacen"
De un total de 1.500 riojanas beneficiarias del programa "Ellas Hacen", que es una nueva etapa del programa de Ingreso Social con Trabajo "Argentina Trabaja", un 40 por ciento, un promedio de 600, son mujeres víctimas de violencia de género. La Secretaría de la Mujer las acompaña para que superen esa etapa y puedan construir un nuevo proyecto de vida, con un trabajo digno.
“Ellas Hacen”, es una nueva iniciativa destinada a 100 mil mujeres de Argentina para que puedan formar parte de una cooperativa y trabajar para mejorar sus barrios, capacitarse y terminar sus estudios primarios o secundarios.
En el programa se dio prioridad a aquellas mujeres que atraviesan una situación de mayor vulnerabilidad, como madres con tres o más hijos y/o con hijos con discapacidad, y las mujeres víctimas de violencia de género.
Si bien el programa está destinado a la generación de trabajo digno y las mujeres enmarcadas en esta iniciativa acceden a la economía formal debido a que tienen ingreso al Monotributo Social, que les garantiza una obra social e ingresar al sistema previsional; ingreso y tarjeta bancaria, puesto que reciben por su trabajo un ingreso en forma directa, sin intermediarios, a través de una tarjeta personal del Banco de la Nación Argentina y realizan jornadas laborales previstas en el programa y cumplen con capacitaciones y un proyecto de terminalidad educativa, en el caso de las víctimas de violencia de género, la Secretaría de la Mujer comenzó una capacitación a los efectos de ayudarlas a superar la problemática y que puedan “salir de ese bloqueo y que puedan afrontar la vida de otra manera”.
En diálogo con EL INDEPENDIENTE, Ana María Carrizo, directora de Asistencia y Protección Integral de la Secretaría de la Mujer, relató que a partir de la gestión de Teresa Núñez, al frente de la Secretaría, iniciaron una capacitación con las mujeres víctimas de violencia de género beneficiarias del programa “Ellas Hacen” y “comenzamos con involucrarlas y sensibilizarlas sobre la problemática, porque si bien ellas entienden el impacto de la violencia en su persona, no lo podían visibilizar como un problema gravísimo para la salud física y mental de cada una de ellas.
Al adentrarnos a la problemática de la violencia, hacerles ver los ciclos de la violencia y lo que conlleva toda esta situación, a ellas les permite de alguna manera salir de ese bloqueo y poder afrontar la vida de otra manera”.
VISIBILIZAR LA VIOLENCIA
La directiva comentó que en el marco del trabajo iniciado “la primera etapa es donde ellas visibilizan la situación de violencia, porque muchas quizás sienten a la violencia naturalizada porque provienen de hogares donde realmente la violencia es algo común, algo natural y que ellas perciban que realmente están siendo violentadas y vulneradas, es una etapa muy importante, creo que a partir de ahí ya se puede motivarlas, fortalecer su autoestima y también acompañarlas porque, el Estado es protector, tiene la obligación de ser garante del bien común, por lo tanto estas mujeres una vez fortalecidas van a tener un proyecto de vida y quizás ya no necesiten un programa de la Nación, sino tengan trabajo genuino, que a eso es a lo que se tiende”.
Para acceder al programa, las mujeres al hacer la inscripción debieron reconocer que eran víctimas de violencia de género. En La Rioja, de 1.500 beneficiarias, 600 se inscribieron reconociéndose víctimas de violencia machista “Se requería en ese momento, por lo menos haber tenido dos denuncias de violencia de género, lo que es difícil, indudablemente muchas quedaron afuera porque no todas se animan y reconocen que son víctimas de violencia de género, porque la violencia de género a veces es muy naturalizada hasta por los mismos familiares”, expresó la directiva.
FORTALECER LA AUTOESTIMA
En los próximos días dará comienzo el segundo componente del trabajo planificado por la Secretaría de la Mujer para este grupo de mujeres y que está orientado a lograr “la revalorización de su ser y de su saber hacer, a través de fortalecer su autoestima.
Creemos que esta etapa es fundamental para ellas, ya que una vez reconocida la violencia, puedan salir con un proyecto de vida nuevo, por eso es tan importante revalorizar su autoestima y que ellas salgan motivadas, sabiendo que están fuertes y que ellas valen.
Nosotras siempre decimos si no trabaja sobre si mismo, es muy difícil que pueda reflejar eso a la familia y a todo su entorno”, añadió Carrizo.
En tanto, resaltó que las beneficiarias con las que están trabajando se sienten muy bien con estas intervenciones, porque el trabajo que venían haciendo “era solamente a través del estudio, ya que el programa tiene un componente educativo, ya sea para la culminación de la escuela primaria, la secundaria o para las que están en el nivel universitario, porque veces quedan paralizadas en su trabajo casualmente por esta situación de violencia”.
“SER DIGNAS DE UN TRABAJO”
Carrizo remarcó que está “segunda etapa será la más fundamental, porque ellas, a partir de tener una mirada distinta de la vida, van a poder construir un proyecto de familia y ser dignas en su trabajo. Sabemos que el trabajo dignifica, por eso el Estado, a través de la inclusión de este grupo de mujeres, trata de que ellas se sientan dignas porque tienen un sueldo.
Emprender algo como sujetas de derecho y que reconozcan ellas su derechos, creo que vamos a tender a una sociedad mucho más justa, más equitativa, donde cada una se sienta participe y constructor de la sociedad”.
En el marco del programa, las mujeres “reciben un beneficio económico de 2.200 pesos (mensuales), además es el único programa que permite seguir cobrando el salario universal, por lo tanto es muy importante lo que reciben”, comentó la directora de Asistencia y Protección Integral de la Mujer y, sostuvo que algunas mujeres provienen de sectores vulnerables, otras “de la población económica activa pero que no tienen posibilidad a veces de un empleo. La mayoría eran amas de casa, mujeres solas, jefas de hogar, sin matrimonios consolidados”.
La Secretaría de la Mujer está realizando los talleres con 600 beneficiarias del programa “Ellas Hacen”, y están divididas en grupos de 30 a 40 integrantes cada uno, debido a la sensibilidad del tema. Los profesionales del área de Violencia de Género, dependiente de Dirección de Asistencia y Protección Integral, que constituyen un equipo multidisciplinario que “es el que tiene el desafío de contener a estas mujeres y promover en ellas conductas saludables”, remarcó Ana María Carrizo, y agradeció la predisposición de las coordinaras de “Ella Hacen”, Claudia Aguilar y Lorena, con quienes se coordina los grupos que permite el abordaje de las víctimas de violencia de género.
TRABAJAR POR LA IGUALAD
La secretaria de la Mujer, Teresa Núñez, informó que desde que está a cargo del área, se inició un trabajo para sensibilizar la ley nacional N° 26.485 de “Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.
Asimismo, están impulsando la campaña nacional para “Sacar Tarjeta Roja al maltratador” e invitan a sumarse a esta iniciativa con una forma de rechazo hacía el maltratador y dejar de manifiesto que la violencia no tiene lugar en esta sociedad.
La Secretaría de la Mujer, se propuso como misión, elaborar, articular y ejecutar las políticas públicas con enfoque de género para lograr la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, abordando como ejes temáticos: la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, acceso a recursos económicos y empleo, equidad en la educación, salud integral, vida libre de violencia, concertación y participación social, cultural, y política en igualdad de oportunidades y fortalecimiento institucional.
Fuente: El Independiente