En la molienda estaban presentes el intendente Jorge Ramón Robledo, el secretario de Producción del Municipio, Humberto Peralta, Chacón y varios productores que aportaron uva para su procesamiento. 

La modalidad implementada consiste en que el productor entrega la uva, que desde su finca es trasladada por un camión municipal sin costo hasta la bodega, donde mediante un moderno sistema es molida separando el vástago, en tanto el jugo y el hollejo van hacia una pileta para su primera fermentación y luego trasvasado durante su elaboración. 

Cabe acotar que la Municipalidad del departamento Castro Barrios provee el traslado sin costo alguno para el productor, que sólo debe cosechar la uva. 

El intendente Robledo dijo a EL INDEPENDIENTE que “es una forma de incentivar al pequeño productor, esta bodega estaba abandonada y por gestión de Marcelo del Moral y continuada por mi, se logró previo acuerdo con los productores a quienes se les explicó el plan y aceptaron de buen agrado. 

“Así la uva que antes no era aprovechada como corresponde, hoy por gentileza de Raúl Chacón y el Municipio, los productores pueden lograr sus metas elaborando vino sin costo, en una sola molienda para todos los pueblos de La Costa riojana”. 

El vino, una vez terminado el proceso de elaboración, será retirado por los productores de acuerdo a la cantidad de uva que cada uno entregó, lo único que tendrán que aportar serán las botellas para envasarlo. 

Por su parte el secretario Peralta detalló que “ya se han molido más de 20.000 kilos de uva, saldrá una sola calidad de vino, con respecto a los productores están muy contentos porque vienen con pequeñas cantidades y variedades de uva, prevaleciendo la variedad “Favorita Díaz” que le aporta color al vino tinto”. 

 

ORIGEN Y PROPÓSITOS DE LAS BODEGAS REGIONALES 

Cabe recordar que las denominadas “Bodegas Regionales” tienen su origen en el Decreto Nacional 18.210 dictado en noviembre de 1938 autorizando a la entonces Junta Reguladora de Vinos a licitar su construcción. 

Su creación obedecía al propósito de posibilitar a los pequeños viñateros elaborar sus uvas y almacenar los vinos producidos, evitando la especulación a que era sometido el precio por los grandes bodegueros. 

En 1940, la Junta Reguladora de Vinos aceptó la cesión de la provincia de La Rioja de terrenos para tal fin. El plan de construcción fue llevado adelante por el entonces diputado Guillermo Iribarren (posteriormente sería designado gobernador) en Nonogasta, Villa Unión y Aminga, organizando además las cooperativas de viñateros que las operarían. 

La historia de esfuerzos y fracasos de estas cooperativas y las bodegas regionales donde se elaboraron exquisitos vinos, no está a mano para esta nota, pero los memoriosos recuerdan en las décadas del 60 y 70 la calidad del tinto elaborado en Aminga con la marca “Viñas de la Costa” (de color intenso, aportado quizás por la variedad Favorita Díaz), y el blanco “Villa Unión”, entre otros vinos que fundaron la fama vitivinícola en el país de La Rioja Argentina, para diferenciarla de su homónima y prestigiosa española.  

 

Fuente: El Independiente