3 de Abril de 2014 - Julián Dominguez
JDP-Duras acusaciones entre oficialistas y opositores por los linchamientos
Capitanich y Zaffaroni apuntaron a Massa por haber vinculado los hechos con la "ausencia del Estado"; Macri retomó la línea del tigrense y Binner los relacionó con la "impunidad"
El debate por los linchamientos de presuntos delincuentes que se produjeron en los últimos días en distintos puntos del país se potenció ayer al quedar en medio de una discusión política marcada por críticas y acusaciones cruzadas entre los principales actores.
Tal como había ocurrido el mes pasado con el anteproyecto de reforma del Código Penal y durante la última campaña electoral con la edad de imputabilidad de los menores, un tema sensible y directamente vinculado con la seguridad ciudadana, como el de los linchamientos, copó la discusión política.
Y la línea divisoria de las posturas quedó clara: de un lado, el Ejecutivo con la apoyatura intelectual del juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni en abierto cuestionamiento a los protagonistas de los linchamientos, y del otro, los referentes opositores, que responsabilizaron al Gobierno por la falta de acción.
La polémica tiñó la agenda, sobre todo, después de que la presidenta Cristina Kirchner advirtiera sobre "voces que traen deseos de venganza y odio" y de que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, vinculara los ataques de vecinos a supuestos ladrones con la "ausencia del Estado".
Ayer la mandataria volvió sobre el tema en Twitter: "Cuanto mayor es el grado de exclusión, mayor violencia genera y enfrentamiento entre los argentinos, que es lo que queremos evitar", señaló.
El debate lo había retomado el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que en su conferencia de prensa matinal arremetió contra el ex intendente de Tigre. "La afirmación de que hay un Estado ausente y por eso se producen linchamientos es un simplismo de carácter absurdo", sentenció.
El propio Massa volvió a pedir ayer "capacidad de respuesta desde el Estado" para combatir la inseguridad. "Para enfrentar a quienes viven al margen de la ley y violan o rompen el pacto de convivencia el desafío es construir un Estado que, a través de la Justicia y de sus fuerzas de seguridad, dé respuesta al deseo de los habitantes de vivir en tranquilidad", planteó.
Massa insistió en que la cuestión "no pasa porque la ciudadanía haga justicia por mano propia". "Existen fuerzas de seguridad, un sistema judicial y un Código Penal que establece sanciones para aquellos que rompen las reglas elementales de convivencia dentro de la sociedad", destacó.
Mauricio Macri casi calcó el razonamiento del tigrense. "Esto que ocurrió en Palermo y en Rosario [donde ocurrieron los episodios más violentos] se da por la ausencia del Estado que renuncia a defendernos y a cuidarnos", opinó desde Mendoza. El jefe de Pro reclamó que las fuerzas de seguridad "recuperen terreno" para evitar "una transformación salvaje" de la sociedad, y completó: "El tema me preocupa. Por eso digo «paremos la mano», pero el Estado tiene que estar presente".
El juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, por su parte, advirtió que los linchamientos que salieron a la luz la última semana "no son ajusticiamientos, sino homicidios doblemente calificados por alevosía y ensañamiento".
Además, en declaraciones a Radio Nacional, acusó a los medios de comunicación de "crear chivos expiatorios". En esa línea, habló de los ataques de grupos de vecinos a supuestos ladrones como "el resultado natural de una campaña de medios que estigmatizan terriblemente a los adolescentes de barrios precarios".
El juez se sumó al coro de voces oficialistas que se levantaron contra Massa. "Es un personaje políticamente lamentable, un señor que se va a pasar el 24 de marzo a Estados Unidos, va a hablar con gente del Tea Party, se saca fotos con el chanta de [Rudolph] Giuliani y todavía se llama peronista", le dedicó.
También reaccionó el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, aunque fue más escueto. "La de Massa fue una respuesta irresponsable", opinó.
Más allá de Massa, otros referentes de la oposición vincularon los ataques de vecinos a delincuentes, uno de los cuales terminó con un joven muerto en Rosario con deficiencias en el funcionamiento del Estado.
Tras considerar que "hacer justicia por mano propia está hablando de una sociedad que necesita encarrilarse por el buen camino", el diputado y presidente del partido socialista, Hermes Binner, afirmó: "Esto se soluciona si empezamos a ver quiénes son los auténticos responsables de todo esto".
Enseguida, sin nombrarlo, aludió al vicepresidente Amado Boudou y a las investigaciones judiciales en su contra. "Cubriendo la mano de un vicepresidente no vamos a mejorar la sociedad, sino que vamos a convalidar la impunidad", lanzó.
También el presidente de la UCR, Ernesto Sanz trazó un vínculo entre los linchamientos y la conducta de los funcionarios.
"El valor vida, que tiene que ver con el valor de conservar la libertad y la dignidad, tiene que ser preservado por un Estado que se dé cuenta de que la falta de ejemplo de los gobernantes y la ausencia de una política de seguridad generan violencia social", arremetió.
Apuntó también a jueces y fiscales. "Tienen que tomar nota porque solamente el 3 por ciento de los delitos llega a condena", dijo. No obstante, amplió el abanico. "Todos tenemos una cuota de responsabilidad en esto", concluyó.
Fuente: La Nación