Este grupo que carece de nombre por el momento terminó de confirmar los dichos del ministro de Planificación Federal: “El candidato es el que diga Cristina”.

Este colectivo de alcaldes bonaerenses, que promete juntarse cada 15 días, no tiene candidato predilecto y la bendición puede llegar para cualquiera de los posibles del kirchnerismo duro.

Por ahora, mostraron su voluntad Florencio Randazzo, Julián Domínguez, Sergio Urribarri y, recientemente y en silencio, Agustín Rossi.

Lejos aparecen Scioli y Massa, a quien le cerraron la puerta; claro que siempre, hay margen para la sorpresa o el salto repentino. Pero ayer, en medio de la euforia, algunos hasta se animaron a deslizar en voz alta alguna crítica a quienes proponen que todos los peronistas se junten en las PASO y definan como los gatos, al decir del General Perón.

Los más malvados vieron allí un dardo a Fernando Espinoza, presidente del PJ provincial y mandamás de La Matanza, quien postuló que las puertas del partido están abiertas para quienes quieran entrar.

El grupo de 26 intendentes que se juntó en Roque Pérez nació en 2009, como recordó Mario Secco de Ensenada; fue tras la derrota electoral a manos de Francisco de Narváez. En ese momento, Néstor Kirchner los juntó y les dijo: “Acá no terminó ni el peronismo ni el kirchnerismo y vamos a seguir”, postuló el ex presidente quien encabezó esa lista que perdió por 2 puntos.

Se insistió con el concepto de que “acá no hay candidato” y que “como dijo el rey Arturo, acá somos todos iguales”, en relación a la mesa redonda en la que ese Arturo cambiaba su lugar de ubicación en cada reunión.

Tal vez quien más llamó la atención fue Gustavo Arrieta, intendente de Cañuelas. “El flaco”, ex ministro de Scioli, de activa participación en el Congreso provincial del PJ a principio de año, se mostró en este grupo de intendentes K sin prejuicio.

El momento de reivindicación de las PASO como instrumento ordenador para los candidatos de Cristina tomó temperatura a la hora del menú. Para eso, una estancia con salón de fiestas en Roque Pérez llamada “Estancia La Rosa” sirvió para el asado regado con vino tinto y postres generosos (y caseros) como flan,  tiramisú y ensalada de fruta con helado.

De Vido recorrió las obras de ampliación del Hospital Ramón Carrillo y la terminal de ómnibus -obras en ejecución del Plan “Más Cerca: Más Municipio, Mejor País, Más Patria”- y partió hacia su ministerio luego de dar beso y abrazo a cada uno de los 26 intendentes de la Provincia de Buenos Aires.

La cita se repetirá en dos viernes en Presidente Perón. El menú será el mismo pero tal vez, haya algún guiño de la Presidenta.

 

Fuente: Clarín (Caba)