8 de Marzo de 2014 - Julián Dominguez
JDP-Esa boca es mia: "ranking oral" anual de los diputados
A las palabras se las lleva el viento, pero aquellas que emiten cada año los integrantes de la Cámara de Diputados quedan registradas en las versiones taquigráficas y pueden ser puestas en números.
Y ese registro señala que durante 2013 se escucharon 885.294 palabras, y el que encabezó el ranking de las intervenciones fue, al igual que en 2012, el presidente de la Cámara baja, el kirchnerista Julián Domínguez, quien pronunció 31.547 palabras; en segundo lugar se ubico Alfonso Prat-Gay, que logró escalar desde el cuarto puesto de 2012 hasta el segundo, con 24.450, casi 4 mil más que en el período legislativo anterior. Una diferencia notable respecto de 2012 fue que se duplicó el número de diputados que no emitieron sonido: en 2012 fueron 14, y en 2013, 33. Tal el caso de Francisco De Narváez, quien luego de varios años en silencio había mejorado su performance en 2012, con 385 palabras, pero volvió a cero en el último año. También mantuvo la boca cerrada la kirchnerista Dulce Granados. Azares del reglamento ubicaron al Colorado y a la esposa del ministro de Seguridad bonaerense detrás incluso de quienes asumieron en diciembre y no llegaron a participar de muchas sesiones pero al menos computan las palabras emitidas en su jura. Tal es el caso de Juan Cabandié, quien cuenta con cinco palabras: “Y por Néstor Kirchner, juro”. Una más alcanzó el macrista Sergio Bergman, al jurar “sobre el Tanaj, la Biblia hebrea”. Los datos surgen del relevamiento elaborado para el Indice de Calidad Legislativa que realiza cada año el Semanario Parlamentario. En este trabajo aparecen también otros datos interesantes, como por ejemplo, que el radical Ricardo Gil Lavedra logró conservar el tercer lugar entre los que más habló, con 17.026 palabras, mientras que su ex correligionaria Elisa Carrió logró pisarle los talones al trepar del puesto número 40, hasta el cuarto, con 16.784. Esta informe numérico, aclaramos, no da cuenta de la calidad de lo expresado siquiera en los que ostentan un alto lugar en el podio ni mucho menos el efecto real de lo expresado, con mucho, poco o escaso lenguaje.
Fuente: Perfil (Caba)