8 de Marzo de 2014 - Julián Dominguez
JDP-Fellner se encamina a conducir al PJ nacional en la transición
El gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, es el mejor posicionado para convertirse en el árbitro peronista de la carrera hacia la sucesión de Cristina Kirchner ya que, de no mediar una contraorden presidencial, será elegido como titular del Partido Justicialista.
Según indicaron fuentes partidarias a NA, el ex presidente de la Cámara de Diputados sacó ventajas a su par sanjuanino, José Luis Gioja, en las preferencias de la Casa Rosada y del partido, y sería encumbrado al frente del Consejo Nacional del PJ durante un congreso partidario que se desarrollaría en la Ciudad de Buenos Aires a fines de abril o principios de mayo.
Si bien Gioja ya está recuperado del accidente que tuvo en helicóptero, su tratamiento le impediría el normal desenvolvimiento que un presidente partidario necesita.
Además, el principal atributo de Fellner es que no se encuentra en el lote de precandidatos a presidente, como el actual titular del PJ, Daniel Scioli o su par de Entre Ríos, Sergio Urribarri.
"Los presidenciables para 2015 ocuparan cargos dentro de la estructura partidaria, pero no como presidentes", precisó la fuente en clara referencia a esos gobernadores, el de Salta, Juan Manuel Urtubey, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el ministro Florencio Randazzo o el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, entre otros dirigentes oficialistas que ya anticiparon sus ambiciones presidenciales.
La variable por estas horas aparece como la más probable y de ese modo gobernadores y caciques territoriales sellarán un acuerdo conjunto, con el guiño o la indicación precisa de la Casa Rosada, para evitar chispazos y una crisis.
Podría, incluso, armarse mediante un formato asambleario: que sea el Congreso del PJ (podría ser en Parque Norte), cuyos congresales son designados por cada una de las franquicias provinciales del partido, el que proclame a la nueva conducción sin necesidad de un trámite interno.
La otra opción es la convocatoria a internas con un cronograma electoral para que quede, al final del cuento, una sola boleta: la negociada entre Olivos y los gobernadores.
El jujeño es mencionado como el gobernador que puede administrar el peronismo en el tránsito hacia las PASO, en las que se elegirá al próximo candidato presidencial del PJ.
El gobernador de Jujuy ya fue, aunque efímeramente, presidente del partido en 2004, en medio de la naciente disputa entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde.
La lógica, asumida en los campamentos de los presidenciables y presente en el PJ, indica que ninguno de los "precandidatos" puede quedar como jefe del partido para garantizar una disputa limpia a futuro.
Es cierto, de todos modos, que el PJ oficial no será el ring orgánico donde se debatirá la candidatura presidencial sino las PASO que serán a partir de un sello electoral que exceda al PJ, como el Frente para la Victoria.
Si bien no existe en la actualidad ningún reclamo sólido en la Justicia electoral sobre la caducidad del PJ nacional, lo cierto es que los mandatos caducaron hace un año y siete meses.
En diciembre pasado, presionado por la amenaza de una acefalía, el PJ bonaerense eligió como mandamás al alcalde de La Matanza, Fernando Espinoza, en tanto Scioli quedó a la cabeza de la lista de congresales nacionales de esa filial.
La Presidente jamás se mostró interesada -salvo allá en los lejanísimos años 80- en la vida interna del PJ.
Ahora, igual de distante, aparece casi como una "jefa espiritual", aunque regula los tiempos y con sus decisiones busca no precipitar la carrera por la sucesión, como hizo al ubicar a un radical, Gerardo Zamora, al frente del Senado.
Kirchner, al asumir en 2003 luego de un fallido intento en 2004, decidió anestesiar al PJ durante años y recién ordenó los papeles en 2008.
El tema, más allá del formalismo, no es menor. Luego de la interna grande del 88 en la que el peronismo eligió, con el voto exclusivo de sus afiliados, entre Carlos Menem y Antonio Cafiero su candidato presidencial, nunca más hubo interna nacional, menos aún para seleccionar autoridades partidarias.
En 2008, Néstor Kirchner introdujo en el reglamento del partido un prerrequisito -el respaldo de autoridades de distrito- para bloquear la inscripción de una boleta en la interna que, en su momento, encabezó el entrerriano Héctor Maya. Al final, esa disidencia, periférica y menor, no llegó a competir.
Fuente: Terra Noticias (Caba)