“Vengo por tres motivos fundamentales: disfrutar con la actuación del Chaqueño Palavecino, sorprenderme con el amanecer en Cafayate, y a degustar con todo el vino torrontés”, aseguró Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, quien estuvo presente durante la cuarta y última velada de la cuadragésima edición de la Serenata a Cafayate, que se llevó a cabo el sábado pasado, en el predio de la Bodega Encantada.

Un hombre con raíces folclóricas, que tuvieron brote en los campos de Chacabuco. La semilla engendró el árbol y luego llegaron sus frutos, con nombre y apellido: Florencia Domínguez. Con 22 años, esta joven promesa del folclore, debutó en el escenario Payo Solá. Su padre llegó sacando pecho al lugar donde habitan los duendes serenateros.

Domínguez es amigo de Oscar Chaqueño Palavecino, inclusive pasó inadvertido en la última edición del festival Tri-Chaco, allá en Santa Victoria Este. No se cansó de repetir que “el país le debe mucho a Salta y al general Martín Miguel de Gû�emes, por el aporte a la cultura”.

 

¿Cómo evalúa el país posdevaluación?

Nuestras economías regionales y quienes somos del interior, sabíamos que necesitábamos un tipo de cambio más competitivo que nos permitiera recuperar la competitividad que habíamos perdido.

Y bueno, todas las economías regionales sentimos que se han recompuestos y significa un mejor posicionamiento para nuestras competitividad en el mercado internacional.

 

¿Cuál cree usted que es el candidato justicialista mejor posicionado para el 2015?

Esas cosas están reservadas a Dios y al pueblo. Y me parece que recién el año que viene se podrá empezar a hablar de eso. Correrá con ventajas, el que exprese la idea de cómo seguir haciendo de la Argentina la patria grande, la patria con mayor inclusión, la patria que pueda cambiar el eje y recuperar el norte grande definitivamente como el sueño político, económico, cultural y de desarrollo para la Argentina. Pero me parece que falta un trecho largo para discutir de nombres. Lo más importante para el peronismo es que estén claras cuáles son las ideas que nos dan la identidad por dónde seguir y por dónde orientar nuestros esfuerzos. Y quien mejor interprete esas aspiraciones va a ser quien pueda sintetizar la candidatura de 2015. Yo de todos modos creo que hay una gran deuda con el interior, con nuestras identidades. Queremos ser Patria y me parece que la gran oportunidad de crecimiento de la Argentina está en el Norte Grande y tenemos que orientar nuestro esfuerzo por la relación con el Pacífico, por la salida de nuestros productos, por el Mercosur, por el reencuentro de nuestra historia, de nuestros antepasados, de nuestra identidad latinoamericana. El Norte Grande es para mí el primer escenario de crecimiento de la Argentina, al menos en los próximos 50 años.

 

¿A qué cargo aspira en el 2015?

No me atrevo a emitir una opinión individual. Aspiro a ser parte de una dirigencia que pueda liderar lo que la Argentina necesita para crecer y desarrollarse. Yo soy parte de un equipo que conduce Cristina Fernández de Kirchner. Ella irá orientando y nosotros poniendo nuestro empeño para encontrar a s personas que expresen el proyecto de patria, el proyecto de Nación y el proyecto que interprete las aspiraciones de nuestro pueblo.

 

¿Es amigo del Papa Francisco?

Soy católico, siento una gran gratitud con Dios, que nos ha dado a los argentinos la posibilidad de tener un Papa latinoamericano, un Papa argentino y un Papa que pone su acento en la doctrina social de la iglesia y que ha producido un cambio extraordinario de opinión en la Iglesia. Y bueno, ser católico es una extraordinaria alegría y estoy seguro que la presencia de su Santidad en la Catedral de San Pedro, va a permitir a nuestra América Latina y a la Argentina, condiciones mucho más favorables de lo que hemos tenido.

 

¿Julián Domínguez puede llegar a ser presidente de los argentinos?

No puedo pensar eso, eso lo sabe Dios, solamente Dios y es quien maneja nuestro designio. Yo quiero ser simplemente un argentino que lucha para entregarle a sus hijos una mejor patria de la que recibió de nuestros padres; esto es lo que decía cuando Francisco era Bergoglio: La patria es lo que uno le puede dejar a sus hijos, reproducida, acrecentada. Y yo le pido a Dios eso. Después el lugar que cada uno ocupa es el lugar que Dios nos tiene reservado a cada uno de nosotros. Uno debe dejarse llevar por la voz interior, por la responsabilidad que tiene y por servir con decencia, entusiasmo y suelos patrióticos, la función encomendada por la patria. Lo demás vendrá, como dice el Evangelio,vendrá por añadidura.

 

Fuente: El Tribuno de Salta