La situación en el comienzo de una nueva semana, volverá a ser de incertidumbre por la posible profundización de las medidas de fuerza por parte del gremio AMP, el único que mantiene sus diferencias con el Ministerio de Educación, pues el resto de los sindicatos ya acataron los parámetros de aumento anunciado. 

El temor a los descuentos de los días de paro obligó al gremio a buscar una metodología diferente, como el abandono de tareas a media jornada. Esto dificulta considerablemente cualquier tipo de medición en el grado de adhesión a las medidas, por lo que las versiones de AMP y del Gobierno, son muy disímiles. Los docentes sintieron el impacto de los descuentos en sus haberes al percibir los sueldos de marzo y analizan de manera minuciosa la situación para el presente mes, donde se volvería a realizar la quita de los días no trabajados. 

Para esta semana se espera que el gremio conducido por Rogelio De Leonardi endurezca su posición ya que podría declarar paro por tiempo indeterminado, lo que pondría el conflicto en su máxima tensión, mientras el gobierno aparenta estar dispuesto a no ceder ni un ápice en su decisión de aumentar, hasta donde los límites de ingresos nacionales lo permitan. 

El eterno líder sindical docente podría reaccionar de manera más feroz, considerando que su esposa fue desplazada de la Delegación del AFSCA en La Rioja. Hasta la semana pasada se había mostrado como un militante K más, pero se espera que este revés provoque una reacción adversa en De Leonardi. Desde fines de la semana pasada, La Cámpora ocupa este cargo nacional en la Provincia, con Néstor Trinchera, un joven dirigente con ascendencia kirchnerista y vinculaciones al quintelismo capitalino. 

Más allá de esto, lo que más concitó la atención de la semana fue el conflicto docente en Chilecito, donde la situación tomó un cariz diferente al resto de la provincia, con la toma de escuelas y cortes de calles realizados por padres, docentes y alumnos autoconvocados. Esto provocó mucha molestia en la comunidad que se no sólo vio sesgada la posibilidad de enviar a sus hijos a la escuela, sino que además se le impedía transitar libremente. 

Esta violación a los derechos de los ciudadanos y que está por encima de la necesidad de protestar por un incremento salarial para el sector docente, motivó que la Justicia ordene el despeje de las calles. Sin embargo de nada sirvió la orden que pretendió garantizar el acceso a los establecimientos bloqueados, porque no existe toma alguna como tal, sino que los manifestantes se ubican en los ingresos para evitar que alguien ose dictar clases. 

El pedido de la Fiscalía no pudo ser ejecutado en su totalidad, a pesar de la presencia policial en los lugares de protesta, que casi llega a una decena de escuelas. Se puede estar o no de acuerdo con la decisión de liberar los accesos a las instituciones, pero de ninguna manera se puede estar en consonancia con la negación al derecho de todo niño a recibir educación. 

La falta de compromiso de gran parte de la dirigencia política chileciteña del bederismo y la complicidad judicial por no tomar cartas en el asunto ni bien comenzó el conflicto, recibió cuestionamientos de diferentes sectores, porque en todo momento se esquivaron los pronunciamientos, ya sea a favor o en contra del reclamo docente. 

Recién el viernes último y frente al hartazgo de muchos, parte de la dirigencia política recibió a los docentes autoconvocados para abrir una instancia de diálogo, que pretende extenderse a los tres ministros involucrados en el conflicto: Walter Flores de Educación, Ricardo Guerra de Hacienda y Claudio Saúl de Gobierno. Incluso se habló hasta de la posibilidad de dialogar con el mismo gobernador Beder Herrera. 

La primera reunión fue por momentos tensa y con posiciones absolutamente opuestas, lo que generó discusiones y que salieran “algunos trapitos al sol”. Por ejemplo, al pedido de llevar el básico a 6.500 pesos, que está muy lejos de la propuesta oficial, se advirtió que habría casos donde los sueldos ascenderían a 40 ó 50 mil pesos. 

Lo más polémico fue el momento en que se trató de defender el sueldo de aquellos docentes que menos cobran, frente a otros que encabezan las marchas de protesta y tendrían hasta cuatro cargos entre docentes y contratos de otros organismos del Estado. En este punto trascendió que un reconocido dirigente de la oposición, tiene una alta categoría en el Concejo Deliberante y además es director de una escuela rural. 

Así también, trascendió el caso de una directora que sería la titular de la Escuela Normal, Norma Nidia Illanes, que también estaría apoyando las medidas de fuerza y que entre ese cargo y horas cátedras en otros establecimientos, sus ingresos rondarían los 20 mil pesos. En el mismo orden, se mencionaron otros casos de docentes con tres o cuatro recibos de sueldos en los niveles medio y superior con salarios entre aproximadamente 14 y 17 mil pesos. 

Es acá donde aparece la falta de sinceramiento y la hipocresía de tratar de sacar el máximo rédito, valiéndose de un reclamo real de aquellos docentes que menos cobran y que necesitan cubrir sus necesidades. Pero además, hay que señalar que todo conflicto tiene su origen y continuidad en el interés de sectores políticos, a los que les conviene generar descontento y caos. 

Es absolutamente innegable la influencia en el conflicto de sectores opositores al gobierno provincial actual, incluso ya varias referentes de movimientos antimineros se han convertido en mediadores y en voceras, lo que ya comenzó a recibir el rechazo de los vecinos. La multiplicidad de facetas de esos sectores refleja que por momentos son docentes, más tarde padres y luego antimineros, pero siempre terminan siendo el mismo círculo duro que circunscribe su lucha a oponerse a todo lo que sea Gobierno. 

Este sinceramiento hay que realizarlo, sin temer a los habituales ataques que se le realiza a la prensa que no responde a esos intereses y que adopta una posición equidistante. Como tampoco hay que dejar de señalar que el por ahora irresoluto conflicto, profundizará la crisis educacional de los estudiantes riojanos y eso nadie lo está poniendo en consideración. 

La constante pulseada entre lo que piden y lo que se da, dejó fuera de discusión que el objetivo de los 190 días de clases está seriamente comprometido y ni hablar de la calidad educativa que se verá herida de muerte si continúan los paros o los abandonos de tareas. 

Debería ponerse en la mesa de discusión, más allá del juego oferta demanda, cómo se recuperarán los días perdidos para que el estudiantado reciba los contenidos curriculares pertinentes. La dilación del conflicto provoca un desgaste en los docentes que deben dividir su tiempo entre enseñar y protestar, pero también en el Gobierno que no puede sofocar los puntos en discusión y cada día provocará mayor descontento, sumado a que los demás sectores estatales observan atentos el desarrollo y desenlace de la contienda docente, para pedir que se consideren sus salarios en similares parámetros. 

Sin embargo, el hilo termina como siempre cortándose por lo más delgado, que en este caso son los alumnos y padres. Los primeros ven coartada la posibilidad de aprendizaje y con ello comprometen el futuro de la provincia. Mientras los padres, ven como el esfuerzo diario por enviar sus hijos a la escuela, se escapa entre sus dedos y nada puede hacer para contrarrestarlo. Ojalá vuelva a primar la razón y que la verdadera discusión sea el cómo se mejora cada día los niveles educativos de una provincia que por muchos años estuvo en los últimos lugares del país y que con el esfuerzo y compromiso de todos, había comenzado una remontada, que hoy se ve trunca. 

 

MOVIDA POLÍTICA 

Luego del desembarco “sciolista” de marzo, La Rioja será visitada a mediados de este mes por el entrerriano Sergio Uribarri, que llegaría de la mano del “lunismo”, en lo que significa un nuevo reacomodamiento de este sector en el contexto nacional y con uno de los posibles aspirantes a suceder a Cristina de Kirchner. 

En Mayo, quien pisaría tierra chileciteña y famatinense sería Sergio Massa, de la mano de Ismael Bordagaray, que hace ingentes esfuerzos por intentar que su socio capitalino Ricardo Quintela también reciba al diputado bonaerense, líder del Frente Renovador. 

Por ahora, toda la dirigencia política local está en un proceso de acomodamiento, tendiente a posicionarse de la mejor manera en un incierto panorama electoral rumbo al 2015. Mientras muchos piensan en el posbederismo y otros tantos apuestan a una continuidad (ya sea personal o del proyecto), las apetencias de protagonismo marcan el rumbo en estos días. 

La Cámara de Diputados es la caja de resonancia de una división que sólo favorece al Gobernador, que logra unificar los criterios necesarios, pero puertas adentro ambos bloques oficialistas comenzaron a “sacarse los ojos”. 

Todo ello sucede ante la mirada impávida del vicegobernador Sergio Casas, que no oculta su simpatía con el ex hombre fuerte del bloque mayoritario Mario Guzmán Soria y algunos de sus actuales aliados. También sacará rédito de esta división, la recientemente asumida diputada Inés Brizuela y Doria, que junto al bloque radical y la ambientalista Lucía Avila, le podrían dar más de un dolor de cabeza al resto. 

La marcada debilidad evidenciada por Casas al no poder concentrar las fuerzas en un solo bloque fuerte, llegó a provocar que las comisiones permanentes recién se hayan conformado en la última sesión y aún no tengan autoridades. Si a esto se suma la inactividad legislativa que habrá en abril por los feriados y otros compromisos, la Cámara no tendrá debate interno por más de dos meses. Esto resulta un verdadero despropósito, considerando los temas sociales candentes que merecen especial atención de los representantes del pueblo, hoy embarcados en laxas e inútiles discusiones.  

 

Fuente: El Independiente