5 de Abril de 2014 - Comercio
Caba-Sin control policial, los manteros volvieron a las calles de Once
Tras los operativos del verano, creció la cantidad de vendedores y de puestos de venta ilegal en los alrededores de la Plaza Miserere: hay 21 saladitas instaladas en la zona y casi 350 manteros en las calles.
Los operativos que realizó el gobierno porteño contra la venta ilegal durante el verano no alcanzaron para liberar las calles en los alrededores de la Plaza Miserere. Según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y FECOBA, en marzo se registraron 326 manteros en Once y cerca de 1.634 puestos en saladitas, un 33% más que en febrero.
Ya sin controles ni vigilancia policial, los manteros volvieron a invadir las calles y avenidas con todo tipo de mercadería. Indumentaria, lencería, juegos electrónicos, calzados, bolsos, útiles escolares y hasta mascotas se ofrecieron libremente en uno de los barrios comerciales más transitados de la Ciudad.
De acuerdo con el relevamiento, en total se detectaron un promedio de 326 manteros a diario instalados en la zona, 33,6% más que el mes anterior, cuando se registraron 244. Además, efectuaron ventas mensuales estimadas en 10,9 millones de pesos.
Pero la venta ilegal en Once se completa con otro escenario igual o peor: hay 21 saladitas abiertas, todas localizadas en las cuadras de mayor flujo de gente, donde se detectaron 1.634 puesteros.
Los vendedores de esos predios prácticamente no tuvieron variación en los últimos meses, ya que los controles se focalizaron sólo en los manteros. Sin embargo, la concentración de ventas que han logrado es millonaria: en marzo, las 21 saladitas de Once vendieron mercadería por $109 millones, casi todas operaciones sin declarar o de mercadería falsificada o de dudosa procedencia.
El informe indica que Balvanera es el tercer barrio con mayor cantidad de manteros en Buenos Aires, después de Liniers y la avenida Avellaneda, y la segunda zona con mayor número de saladitas detrás de Floresta.
Asentados principalmente sobre las avenidas Pueyrredón y Rivadavia, el 34,1% de los manteros se dedicaron a expender indumentaria, en tanto que otro 9% comercializó alimentos y bebidas. También se destacaron los vendedores de bijouterie, artesanías, lencería y calzados.
Los comerciantes y vecinos de la zona coinciden en que la escasa presencia policial y la falta de controles regulares motivaron el regreso de los vendedores callejeros. Y si bien la Ciudad prometió continuar con los operativos, hasta ahora las calles siguen ocupadas. “La modalidad de los manteros y puesteros de saladitas es la de irse trasladando de barrio en barrio o de ciudad en ciudad, según los controles que se aplican en cada una. Y cuando las autoridades dejan de controlar una zona, automáticamente vuelven a instalarse”, concluye el informe de la CAME.
Fuente: Sección Política