La Municipalidad de Godoy Cruz reconoció el fracaso del sistema de estacionamiento medido prepago y recurrió al método archiprobado que aplica Capital. Así, unos 80 cuidacoches que trabajaban de manera informal se convirtieron en asistentes de estacionamiento. “El sistema que habíamos pensado, apoyado en la tecnología, produjo rechazo y vaivenes en la implementación”, admitió Humberto Mingorance, secretario de Gobierno de la Comuna.

A poco más de un año de haberse implementado, la idea de cobrar por el estacionamiento en ciertas calles del departamento con el objetivo de ordenar el tránsito sufrió marchas y contramarchas (ver Cronología). Sin embargo, para el Municipio que lidera Alfredo Cornejo, la evaluación es buena y ahora el foco está puesto en profundizar el costado social del asunto: “la contención de los tarjeteros y sus familias”, dijo Mingorance.

 

–¿Qué falló?

–El objetivo era ordenar el tránsito y lo estamos logrando. Adoptamos un sistema apoyado en la tecnología, que produjo rechazo. Por eso nos decidimos por la oblea y el cuidacoches, pero con un elemento diferenciador, que es la intervención desde lo social. Los casi 80 asistentes de estacionamiento que están trabajando tienen un chaleco, pero pronto tendrán indumentaria específica no sólo para que sean identificados, sino también para que se sientan dignos de su trabajo.

 

–¿Quién administra?

–La Municipalidad. Los asistentes compran las obleas al 50% y el otro 50% es para ellos. Como ya venían trabajando en las mismas zonas donde se implementó el sistema, han podido comparar la diferencia. Muchos notan un aumento en sus ganancias aun en meses como estos de verano, donde hay poco flujo vehicular.

 

Buenos términos

En julio del año pasado, la Dirección de Defensa del Consumidor amenazó con multar a la Comuna debido a las quejas de los consumidores, quienes protestaban porque la modalidad prepaga muchas veces les hacía abonar por más tiempo del que finalmente ocupaban. Tras un fuerte cruce casi de tipo pirotécnico entre funcionarios de ambas partes, se acordó que el Ejecutivo retiraba las actuaciones a cambio de que la Municipalidad cambiara la modalidad.

 

–¿Cómo quedaron las relaciones con Defensa del Consumidor?

–En ese momento no se entendió bien que el sistema de las obleas también es prepago. Cuando se implementó en Capital, uno tenía que comprar la oblea y ponerla en el torpedo del auto, ¿o no? Con el tiempo, los cuidacoches terminaron comprando y poniendo en el parabrisas, pero al principio era el conductor el que tenía que hacerse cargo. En muchas partes es prepago. Los parquímetros lo son, y si se ponen en rojo te ponen una multa. Intentamos explicar eso, pero, bueno... Llegamos a un acuerdo y eso es lo importante.

 

Fuente: Diario Uno Mendoza