El obispo auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, instó a los santiagueños a “no seguir perplejos” ante la triste realidad que muestran las cifras de personas muertas en accidentes de tránsito, y “hacer algo para evitar las tragedias” que a diario castigan a cientos de familias.

En este sentido adelantó que propondrá que el tema de la seguridad vial sea materia de estudio en los colegios religiosos, y de análisis en el ámbito eclesiástico.

“En Santiago estamos teniendo un Cromagnon al año o el número de víctimas es comparable a los atentados que sufren los países que viven en guerra”, lamentó el prelado en diálogo con EL LIBERAL.

Torrado Mosconi vinculó los accidentes de tránsito con los excesos provocados por el alcohol y las drogas, ya que mayormente se producen durante los fines de semana.

 

Triste realidad

“No puede ser que todas las mañanas nos despertemos con la angustia de ver que decenas de personas han muerto en un accidente de tránsito y otras tantas quedan con serias secuelas; y con el dolor de ver tantas familias destruidas por estos hechos”, analizó con profundo pesar el religioso.

Dijo que esta realidad exige adoptar algunas medidas que sirvan para revertir esta terrible situación.

“Hay que hacer algo, no podemos seguir perplejos frente a esta situación porque se nos están muriendo muchos jóvenes y muchas familias quedan destruidas. Todos tenemos que involucrarnos más desde el lugar en que estemos; el Estado, las instituciones, las familias”, arengó.

 

Excesos

Monseñor Torrado Mosconi vinculó directamente a los accidentes de tránsito con los excesos relacionados con las adicciones, pues la mayoría de estos se producen durante los fines de semana.

“Los accidentes de tránsito en los que mueren especialmente gente joven, están relacionados directamente con el consumo de alcohol y de drogas, un drama tremendo en nuestra sociedad, contra lo que debemos encarar una lucha firme. Por algo la mayoría de los accidentes ocurren durante los fines de semana”, indicó.

En cuando a la búsqueda de salidas para este problema, propuso que sea analizado en todos los ámbitos de la sociedad, de manera especial en el seno familiar.

“Yo voy a proponer que la seguridad vial sea incorporada a la enseñanza en los colegios religiosos, y que al tema lo analicemos en las reuniones de pastoral, como para generar conciencia desde las comunidades, pero de manera especial este tema hay que analizarlo en el ámbito familiar, que es donde se forman nuestros jóvenes”, especificó.

Dijo que se impone un “cambio de los esteriotipos de una sociedad en la que está predominando lamentablemente la autodestrucción, la falta de valores y de proyectos de vida de nuestros jóvenes”.

“Llegó el momento de hacer algo que sea efectivo para que no sigamos lamentandonos”, concluyó.

 

Fuente: El Liberal