Otra sesión del Concejo Deliberante de Cipolletti terminó hoy a los gritos entre los representantes de una toma y una concejal, que se sintió agraviada porque le recriminaron que vive en un sector donde no está permitida la urbanización. 

Los ocupantes estuvieron en la reunión ordinaria, donde la dirigente de Barrio Obrero, Lila Calderón, le recriminó a Fernández que está en las mismas condiciones que ellos porque tiene una orden de desalojo de Vialidad Nacional, ya que el terreno donde vive es parte de la ampliación de la Ruta 22. "A usted le dieron un terreno sobre la Circunvalación y nos quiere mandar a nosotros a vivir a El Treinta (donde la municipalidad promueve la urbanización a través de cooperativas)", le gritó Calderón y la concejal en el mismo tono la trató de "mentirosa". 

Allí, los vecinos recibieron una nota firmada por algunos concejales y por el intendente Abel Baratti en la que les informaron que no van a opinar sobre el fallo del Superior Tribunal de Justicia que avaló la decisión de una cámara civil de ordenar el desalojo del asentamiento.

"No corresponde que efectuemos valoración alguna sobre los aspectos legales de un fallo emitido por el máximo tribunal judicial de la provincia, dictado dentro del marco de las competencias que le son propias", firmaron además de Baratti, el presidente del Deliberante, Juan José Castro y los concejales Facundo Arrastoa, Alejandro Goya Villagrán y Valeria Fernández. Alejandra González, que estuvo ausente en las dos últimas sesiones, envió una nota de apoyo al pronunciamiento y Silvana Larralde se abstuvo de firmar y confirmó su posición contraria al documento.

 

Fuente: Diario Río Negro