Sin que se conozcan aún a ciencia cierta los números reales del primer polémico “acuerdo”, el intendente de la Capital Carlos Mauricio Camau Espínola se apresta a renovarle, sin llamado a licitación alguno, el contrato para la recolección de residuos en la ciudad de Corrientes a la firma Lusa, que a su vez reclama, además de la puesta al día de los pagos por los servicios prestados, una suma que supera levemente el millón de pesos en concepto de alquileres extras de camiones para otros operativos municipales, que tuvieron más que ver con la campaña electoral que con el funcionamiento propio del Municipio.

Lusa reclama con exactitud la suma de 1.129.602 pesos en concepto de alquileres de camiones volcador, volcador con almeja y lavacontenedores, desde febrero a agosto de 2013, una cifra extra que no tiene que ver con el servicio de recolección y disposición de residuos que presta y para el que le alquila a la Municipalidad los camiones y los equipos.

La gestión Camau apura la negociación por ese reclamo y la renovación del contrato sin llamado a licitación para la contratación de un servicio público, en contra de todas las normas administrativas, de la misma manera que ya instaló a Lusa en el servicio: de hecho, desobedeciendo una orden judicial y violando todas las normas administrativas.

Los números concretos de ese primer contrato, primero renovado mes a mes y luego por dos años, nunca se supieron ni ante los pedidos concretos de informes del Concejo Deliberante donde el oficialista Frente para la Victoria trabó todo tipo de búsqueda de información sobre el acuerdo con la empresa ligada también al servicio del transporte público de pasajeros.

La Municipalidad desplazó del servicio a la firma Venturino y la dejó en manos de Lusa, empresa que se sabía iba a ganar un supuesto llamado a licitación desde meses antes de la convocatoria, lo que desembocó en planteos judiciales y duros cruces en el Concejo Deliberante, donde los ediles oficialistas defendieron el negociado.

Lo único que trascendió de fuentes allegadas al intendente Espínola, es que el nuevo “contrato”, tan irregular como el que vence, tendrá un incremento respecto del anterior. Pasaría de los 2.580.000 pesos mensuales que se pagan aproximadamente, a los 2.900.000. Solo por alquiler de camiones y equipos que la Municipalidad ya pudo haber adquirido haciendo el servicio suyo, sin depender de un privado. Hay que recordar que los sueldos de los empleados los paga la Comuna, igual que el alquiler del centro de disposición de residuos que pertenece a la empresa Venturino.

El contrato, a todas luces oneroso y altamente inconveniente para el Municipio, espera poder firmarlo antes del 10 de diciembre el intendente saliente, dejando así una nueva papa caliente en las manos del futuro intendente Fabián Ríos, quien deberá enfrentarse con numerosas millonarias deudas, producto de la conducta del no pago del intendente Espínola. 

 

Fuente: La República