El espacio de debate fue propicio para contar con la presencia de disertantes que integran la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, como la señora Ana Chávez y la educadora social Sonia Sánchez, quienes arribaron desde Buenos Aires y el jueves pasado estuvieron en Río Gallegos, presentes en la sesión de la Cámara de Diputados.

Sánchez contó que ella fue una de esas víctimas cuando mediante engaños fue trasladada de su provincia natal, Chaco, para trabajar en las Casitas de Tolerancia de la capital santacruceña, de donde fue rescatada, pero se abstuvo de dar mayores precisiones sobre esa circunstancia.

Cabe también señalar que antes de la charla ofrecieron una conferencia de prensa en instalaciones del Hotel Robert, acompañadas por la subsecretaria provincial de la Mujer, Roxana Totino; la jefa de Relaciones Institucionales de ese organismo, Norma Cabas; la titular de la Secretaría Municipal de la Mujer y la Familia, Lucila Rementería y el concejal Manuel Aybar (FVS), este último autor de la ordenanza por la cual la comuna de Caleta Olivia adhirió a la Ley Nacional de Lucha Contra la Trata de Personas.

 

Sin estadísticas oficiales

En ese marco, Roxana Totino dijo que no hay estimaciones oficiales del número de mujeres que ejercen la prostitución en esta provincia, ya que las mismas circulan de una ciudad a otra, aunque puntualizó que en los últimos 5 años ya suman 109 las que fueron rescatadas del flagelo de la trata de personas.

A su vez, Ana Chávez dijo que parte del problema que repercute en Santa Cruz se origina en las provincias del norte del país, por deficiencias en el control de individuos que se ocupan de reclutar a mujeres para trasladarlas al sur mediante engañosas promesas de puestos laborales.

Reconoció, además, que también es difícil concientizar a entidades gubernamentales de otros países, de donde provienen las mujeres que van a parar a whiskerías o cabarets, muchos de los cuales disponen de sitios encubiertos para la prostitución.

Al respecto mencionó que en este tipo de control se ha avanzado algo con Paraguay, pero todo lo contrario ocurre con la República Dominicana, de donde actualmente llegan numerosas mujeres a distintas ciudades patagónicas, en gran parte para trabajar en esos centros nocturnos. (Fuente Voces y Apuntes)

 

Fuente: La Opinión Austral