La inauguración de la primera Feria Internacional del Libro fue, este sábado, algo más que un acto protocolar. Tuvo importancia desde lo fáctico y lo simbólico, algo que no siempre ocurre en la política neuquina.

La Feria del Libro puede ser un acontecimiento en la capital neuquina. De hecho, y antes de confirmar qué nivel de adhesión ciudadana provocará, su mera organización, su apertura, sus actividades, que combinarán exposiciones de notables intelectuales con experiencias netamente pedagógicas, insufla un viento renovador satisfactorio sobre una ciudad que suele perderse en los vericuetos de lo chato, lo meramente reivindicativo, cuando no en lo violento y desgraciado.

Quiroga volvió, con este hecho, y de una manera todavía no mensurable, a las fuentes de lo que había sido su irrupción en el primer plano de la política neuquina. Este sábado se lo vio cómodo, después de un tiempo en el que estuvo crispado, un tanto sobreactuado.

No olvidó su sesgo crítico, al deplorar que el gobernador Jorge Sapag se haya preguntado por qué no estuvo presente en la firma del Plan Más Cerca, cuando “en realidad no me invitaron,  cuando pregunté, me lo dijeron, no estaba invitado”. Pero se afirmó en lo positivo, en lo innovador, antes que en la sola contestación a lo que los demás dicen o hacen. Y eso, en un político en ejercicio de gobierno, es fundamental.

Alrededor de su figura, los funcionarios y colaboradores del gobierno municipal no paran de hablar de política. Cada quien tiene su diagnóstico, su enfoque. Desde el énfasis en lo concreto y descarnado de los hechos de gobierno, hasta las fantasías sobre lo que puede pasar en las elecciones del 27 de octubre. Todos miran al Intendente. Observan sus gestos, miden sus palabras, aprecian la situación según por quién esté acompañado.

Este sábado hubo una inauguración de un hecho que puede o no ser trascendente, pero que no ha sido un hecho cualquiera. Se verá si marca una tendencia en la gestión del gobierno municipal, y en el enfoque político general que hace el sector que responde al Intendente capitalino. Tal vez dependa del efecto que tenga en los ciudadanos, en la opinión pública. Podrá medirse cuando llegue otra fecha emblemática del año, la del aniversario de la capital.

De aquí a mediados de septiembre, pues, se juega un momento importante para el sector quiroguista. Muy vinculado a la imagen de gestión. Muy revelador de gestos y proximidades necesarias. Muy importante, por ende, para las aspiraciones que pondrá en juego en los comicios de octubre.

 

Fuente: Diariamente Neuquén