Ambos son fondos extras que llegan a las comunas permitiendo hacer obras de infraestructura. En el caso de la soja y en los departamentos mineros  inversiones enfocadas a la sustentabilidad necesaria para que una vez finalizada la explotación de recursos no renovables, el departamento tenga la independencia económica necesaria para mantener el mismo nivel de actividad que durante la minería. A pesar de recibir fondos de las regalías mineras Calingasta, Jáchal e Iglesia, en especial estos dos últimos, tienen una deuda pendiente con respecto a la sostenibilidad que le puede dar la actividad extractiva a sus respectivas economías.

Al analizar los aportes del primer cuatrimestre de ambos rubros, de fondos de exportación de soja y de regalías mineras se observa que el primer ítems proveniente del Aporte Nacional Solidario sumó para los municipios 27,212 millones de pesos, distribuidos de acuerdo a los porcentajes de coparticipación a las comunas respectivas. Solo el 30 por ciento del dinero que aporta la soja va a las comunas, mientras que el resto se destina a rentas generales. El monto total que recibió San Juan en concepto de aporte solidario de soja fue de más de 90 millones de pesos, durante ese lapso. 

 

Fuente: El Zonda