El alineamiento se refleja en gestos significativos de apoyo hacia una provincia que depende, casi exclusivamente, de la asistencia de nacional.

Desde un primer momento, el mandatario riojano sabe a la perfección que responder a Cristina es la condición sine qua non para mantener la tranquilidad y estabilidad de La Rioja, y por ello se convirtió en un soldado de la causa K, destacando hasta el cansancio las bonanzas del proyecto “Nacional y Popular”. 

En el medio debió soportar operaciones de sectores políticos locales que pretendieron erigirse como los referentes del kirchnerismo en la Provincia, pero que no pasan de meros contactos y “buchoneos” con dirigentes y funcionarios de segunda línea. El daño que creyeron hacer en su momento, derivó en que casi perdieran todo el capital político que supieron tener en la Provincia. 

De este modo y con el afán de mantener los ingresos de fondos que llegan a la provincia, Beder repitió gestos políticos, que hoy lo ubican dentro del lote de gobernadores que responde al modelo y que promete estar hasta el último día de gestión de Cristina. 

Esta semana que pasó, la Provincia fue beneficiada con millones de pesos en obras, de alto impacto social, que llegarán de la mano del plan “Más Cerca: Más Municipio, Mejor País, Más Patria”, que implementa el Gobierno Nacional. Dos ministros, el jefe de gabinete y funcionarios de primera y segunda línea, estuvieron presentes en un acto de alto contenido político y con su consecuente impacto económico, por los flujos de dinero que se invertirán. 

Todos los departamentos de la Provincia presentaron proyectos que serán financiados y que llevarán mejoras, además de generación de empleo. Los únicos ausentes de este acto lanzamiento fueron las comunas de Capital y Famatina, que mantienen diferencias políticas con el Gobernador, pero que de igual modo tendrán su cupo de obras. Claro que no serán manejadas por sus intendentes, que no ocultaron su molestia, a sabiendas que otros dirigentes coparán sus territorios. Esta fue una de las últimas discusiones que hubo entre referentes del quintelismo con funcionarios del Gobierno nacional. La respuesta fue contundente: las obras las coordina Nación con la Provincia. 

También el famatinense Ismael Bordagaray, marcó diferencias y cuestionó a la figura presidencial, especialmente porque no escuchó pronunciamientos en torno a lo que consideraron actos represivos de la Policía, en contra de manifestantes antimineros. Sabido es que muy pocas veces la Nación se inmiscuye en problemas locales y mucho menos se pronuncia en temas que puedan afectar la relación con el jefe político provincial, en este caso el Gobernador. 

Las buenas nuevas para La Rioja se complementaron con la adhesión a un ambicioso plan social que surge desde el ministerio que encabeza Alicia Kirchner, denominado “Ellas Hacen” y que es una evolución del Argentina Trabaja. La ministra Teresita Madera y sus colaboradores serán los responsables de evaluar a las futuras aspirantes a ser beneficiadas con este programa de inclusión. 

Hay que tomar real dimensión de lo que significan estas acciones para la Provincia, pues en un año complicado económicamente, que lleguen fondos frescos con diferentes destinos, no es poca cosa. Claro que esta impronta no está exenta de fines político electorales, pues son de rápida ejecución e impacto en la sociedad, que verá el avance y la culminación en el corto plazo. 

El Gobierno nacional necesita realizar una buena elección para mantener las estructuras legislativas que le permitan encarar los últimos dos años de Cristina, de la mejor manera y con la menor cantidad de sobresaltos posibles. 

 

CONNOTACIÓN LOCAL 

Esta necesidad de contar con la mayor cantidad de legisladores afines, tiene su correlato con la estrategia que Beder Herrera proyecta diseñar en La Rioja para las elecciones primarias de agosto y las generales de octubre. Se inicia un mes clave para este armado, pues comienzan a vencer los plazos para las PASO. El próximo 12 de junio se delineará el accionar cuando venzan los plazos para constituir alianzas y adhesiones, aunque después faltará completar los casilleros con los nombres de los precandidatos. 

Lo único que se develará en ese momento será el armado de partidos y se podrá vislumbrar cuales serán los acuerdos principales. En la elección para diputados nacionales, el bederismo tiene varias opciones que no terminan de cuadrar y que su líder espera a conocer los contrincantes, para recién cerrar la estratagema. 

En un plano hipotético, en el frente tendría a Julio Martínez, ya confirmado para tratar de retener la banca que hoy ocupa, también aparecería Bordagaray con un partido nuevo integrado por sectores antimineros y gremiales. El primo de Martínez, Jorge Yoma, tampoco descarta un intento por la reelección, aunque no lo dijo taxativamente, a pesar que se esperaban novedades en el lanzamiento del Peronismo Federal, que estaba previsto para el viernes último y finalmente se pospuso. 

A estas tres figuras que hoy encarnan el antikirchnerismo en la Provincia, podrían sumarse un par más, que terminaría de disgregar el voto opositor. El oficialismo sólo espera un detalle para definir si sale con una, dos o hasta tres listas para una elección que sólo tiene lugar para dos bancas. 

Ese dato a saber, es qué rumbo tomará el quintelismo, que todavía divaga en su inútil batalla por arrebatar el poder, sin pensar que debe esperar un par de años, si quiere conquistarlo. Esta semana que se inicia, Ricardo Quintela volvería a Buenos Aires, luego de un periplo por Salta, donde funcionarios de primera línea insistirían con la posibilidad que se presente como precandidato a diputado nacional. 

El requerimiento K tiene como objetivo tratar de asegurar las dos bancas riojanas, que hoy están en manos de opositores. Martínez por un lado y el converso Jorge Yoma, por el otro. Sucede que Quintela “le viene esquivando al bulto”, como se dice comúnmente, pues entiende que corre un gran riesgo al enfrentar al bederismo y adelantar una definición con resultados adversos, que ya sufrió en dos oportunidades anteriores. 

Sin embargo, tomar distancia de un municipio con serios problemas de gestión y económicos, tampoco le sienta tan mal. Además que lograría réditos de la Nación por el gesto de jugarse en una elección clave para el kirchnerismo. Las definiciones no se harían esperar en este sentido. 

Por el lado del bederismo, las cosas tampoco están claras, porque candidatos sobran y los lugares no, salvo que se compita con listas diferenciadas. Beder espera los últimos números de las encuestas para tomar una determinación, pero lo que sí tiene en claro es que no habrá candidaturas testimoniales, tal como ya se anticipó en esta columna. 

Seguramente los cargos principales serán para Teresita Madera, que según todos los guarismos, está al frente en la aceptación pública, mientras que en los últimos días se vio muy movedizo al ministro de Gobierno, Felipe Alvarez, también con perfil determinado para calzarse la representación de La Rioja en el Congreso. Los intendentes también quieren tener su lugar, aunque uno de los que más consenso tiene como Lázaro Fonzalida, se mantiene remiso a aceptar una candidatura, pues no quiere dejar el territorio chileciteño. Ahí aparece la apetencia de Gustavo Minuzzi que busca plegarse y la sobriedad de Claudio Saúl, que ya avizora la búsqueda de nuevos horizontes. 

En cuanto a la renovación de la Cámara de Diputados de la provincia, la tranquilidad parece reinar en la Residencia Oficial porque la mayoría legislativa no corre peligro y salvo Capital, en el resto de los departamentos está todo controlado. Para el caso del departamento más grande la Provincia, que renueva ocho bancas, todo indica que saldrán numerosas listas con un mismo objetivo nacional, que tendrán la finalidad de sumar. 

Este sistema que ya se aplica desde hace tiempo, permitirá que la mayoría de los referentes políticos, respondan o no al oficialismo, puedan participar por agrupaciones políticas distintas, en busca de alcanzar la mentada cifra repartidora, que podría estar alrededor de los 10 mil votos. 

En el bederismo se agolpan los nombres de quienes pretenden hacerse fuerte en la Capital, porque observan la orfandad de muchos dirigentes y militantes que otrora simpatizaban con Quintela. Desde la comuna, apuntan a que sea Hugo Vera quien busque la reelección, con una mujer muy cercana al intendente. Aparentemente, otro familiar del jefe comunal (ya que tiene varios) pretendía dar el salto a la Cámara, pero sus constantes tropiezos y bravuconadas le están cerrando el paso. 

En la comuna se intentó dar aire fresco al gabinete y terminó siendo sólo un cambio de figuritas, que pasaron de un lugar a otro, sin que ello pueda significar un vuelco en la limitada gestión actual. Mientras, en el Concejo Deliberante, el Obispo fue el protagonista de un sorpresivo acontecimiento, cuando se presentó para pedir explicaciones respecto a la acusación que le hicieron, mediante resolución, de ser funcional al Gobierno provincial. Al término de un encuentro con los ediles, apareció con un discurso crítico, pero a la vez de dialoguista, es decir con las ambigüedades acostumbradas. 

Y hablando de religiosos, sorprendió también la aparición del cura Carlos González en el Vaticano, donde fue saludado por el Papa Francisco. Hasta ahí todo normal, pero asoma en la misma escena el intendente José Aparicio. La pregunta es qué hacía el jefe comunal de Sanagasta tan lejos y cuál es el fin productivo para sus gobernados. Si es por bendiciones, las traerá el sacerdote… Y bueno, en estas tierras suceden muchas cosas inexplicables. Una de ellas, es esta. 

 

Fuente: El Independiente