Marcelo González, presidente de la Liga Riojana de Fútbol, indicó que los descensos de Andino y Tesorieri son consecuencias de una decadente situación dirigencial a nivel general que impactó en la faz deportiva.
Todo está dicho una vez más para el Fútbol de La Rioja. Otra vez, La Rioja, salió de una cancha con la cabeza gacha, producto de malos resultados dentro del campo de juego y también producto de un sinfin de situaciones dirigenciales que tampoco son normales y las adecuadas, pero que con tantos años de irregularidades, parecen ser moneda corriente en el fútbol nuestro de cada día; que una vez más, volvió a mostrar su peor cara, que no está relacionada en esta oportunidad por haber perdido una categoría del fútbol nacional, sino que tiene que ver con un desorden generalizado del fútbol de la ciudad de La Rioja.
NUEVA RIOJA, dialogó con Marcelo González, presidente de la Liga Riojana de Fútbol, quien puntualizó que “este descenso de Andino y Tesorieri, está relacionado con un error operativo que se generó desde el principio, al jugar el campeonato local al mismo tiempo que el Argentino B, porque los clubes no pudieron ceder jugadores, ya que estaban definiendo el torneo local”.
Sin embargo, el dirigente realizó un análisis “muy positivo”, sobre esta situación y lo calificó como un comentario “liga adentro”.
“La Rioja tiene una decadencia permanente desde hace 30 años. Lo máximo que se llegó fue cuando Andino estuvo en el fútbol nacional, desde ese momento fue un descenso permanente y luego quiso hacerse un pico de crecimiento con Racing, Independiente, pero continuó el descenso y La Rioja merece un poco más. Buscamos ser un poco más y accedimos a dos plazas en el Argentino B, y los resultados no se dieron; pero saco como positivo de esta experiencia que tuvimos dos equipos riojanos, que llegaron a jugar tres competencias al mismo tiempo (local, Argentino B y Copa Argentina) y eso hace mucho tiempo que no sucedía”.
Marcelo González, no le escapó a la autocrítica como dirigente y expresó: “hemos perdido mucho tiempo y sobre todo diez años y es la bronca que me da, porque hemos tenido un presidente riojano y no se han cambiado ni los inodoros, por ejemplo. Todo lo contrario que hizo la dirigencia del Básquetbol que tuvieron un equipo y lo mantuvieron bien arriba, a pesar de las consecuencias que se viven ahora, se ha potenciado la participación en este deporte y se trabajó para tener un equipo competitivo bien arriba. En el fútbol no se hizo eso y estas son las consecuencias y el retroceso dirigencial y deportivo que presentamos”.
Plaza futura Argentino B
El presidente de la Liga Riojana de Fútbol adelantó que “para el Argentino B de la temporada ‘13/’14, se trabajará en tres ejes principales. Primero ver si se conseguirá una plaza que será para la liga y no para los clubes. Haremos un campeonato interno para participar como club y no como selección, donde las instituciones presenten cierto aval económico y se buscará que un club sea el representante. Está visto que con dos plazas se generó una gran erogación económica porque en La Rioja somos muy ‘estado dependiente’ y la plaza deberá definirla la liga. El campeonato local deberá organizarse, comenzar y terminar antes del inicio de una nueva temporada del Torneo Argentino B.
Nuevo fracaso
Andino y Tesorieri. Estos son los nombres que hoy tiene el nuevo fracaso del fútbol de La Rioja. Sin embargo, y más allá de las responsabilidades deportivas que le compete a cada institución por esta situación deportiva, el análisis se centra en la situación dirigencial general y particular para que nuevamente se haya llegado a esta situación.
Serán temas de conversación el rendimiento de los jugadores de afuera y los locales. Donde hay que hacer honor a la verdad y exponer que los jugadores que hoy están en Andino como Ezequiel Dimiro, Alcides Píccoli, Eduardo Isaurralde, Juan Luna, Darío Arlotta, Leandro Wagner, Diego Valiente y Leandro Mansilla; dejaron en claro su responsabilidad y compromiso en el momento de ponerse la camiseta Rojinegra, independientemente que hayan tenido una buena, regular o mala actuación dentro de la cancha.
Pasó lo mismo en Tesorieri, que tuvo en Matías Casóppero, Darío Ceballos, Jesús Reinoso, Claudio Nuñez y Lucas Ceballos (que vino desde afuera); jugadores referentes de un equipo corto que se caracterizó por una base riojana con Jorge Paredes, Alejandro Corzo (ambos en el Clausura), Claudio Molina, Miguel Mercado, Diego Leiva, Marcos Luna, Víctor López y Renzo Díaz, quienes con su compromiso, apostaron a darle respuestas en un torneo que por momentos le sentó bien, pero que en otros los superó.
Desde el punto de vista de la conducción técnica, en ambos casos se mostraron aspectos en los que se apostó a cambiar la infraestructura de las instituciones y esto impactó, en algunas circunstancias en el aspecto deportivo.
Andino mostró a un técnico como Adrián Gorostidi, que murió de pie con su proyecto, más allá de los errores que puede haber tenido en cancha y tampoco que los resultados no lo hayan avalado, que es en definitiva lo que interesa en este análisis, porque es lo que cuenta para justificar que entre lo deportivo e institucional, no fue lo mejor para Andino.
En el caso de Américo Tesorieri, sucedió algo parecido con un hombre de la casa como Isidro Ceballos, quien supo mostrar su idea de buen juego, pero que por otra parte, no le resultó directamente proporcional en el momento de generar un grupo homogéneo dentro y fuera de la cancha. La llegada de Rentera, le dio otra imagen y mentalidad de grupo pero el tiempo fue tirano y la realidad más dura aún, por lo que no logró mostrar su trabajo. Buen juego, pero malos resultados.
Fuente: Nueva Rioja
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