El constituyente Carlos Judais argumentó la necesidad de limitar los casinos. En tanto, el presidente del Deliberativo precisó que la concesión depende de la provincia
El convencional constituyente Carlos Judais precisó que la concesión del juego de azar es una facultad del gobierno de la provincia, pero “como comuna lo que podemos hacer es no habilitar, porque consideramos que realmente es una actividad perjudicial para la salud. Para la OMS la ludopatía es una enfermedad”, remarcó.
Precisamente, la prórroga de las concesiones de los casinos y casas de juego deberá resolverse mediante una consulta popular, según lo dispuesto por los redactores de la Carta Orgánica Municipal (Ver “En la Carta...”).
El convencional de la UCR es abogado y durante diez años presidió el Concejo Deliberante. Respecto a la iniciativa, remarcó que los casinos están prohibidos en lugares como Rusia y Brasil, medida que recientemente implementaron Ecuador y Venezuela.
Reconoció que con su proyecto “se afectan muchos intereses, pero no me interesa, porque a mi entender la actividad es más perjudicial que beneficiosa para la comunidad”. Agregó que “los juegos de azar no afectan sólo al ludópata, sino también a su familia. Repercute en la salud y hasta en la alimentación de la familia”.
Dicha iniciativa se enmarca en el capítulo de las políticas de estado comunales con relación a la salud de los obereños. Se trata de un proyecto integral que pretende una “ciudad libre de humo, alcohol, drogas y juegos de azar”.
“Queda prohibido, a partir de la sanción de la presente, la habilitación y/o cualquier otro tipo de autorización por parte del gobierno de la ciudad para el funcionamiento de casinos”, expresa la propuesta. Con relación a los emprendimientos existentes, se indica que debe comunicarse “a las autoridades nacionales y provinciales que regulen la presente actividad, la prohibición de habilitación establecida a efectos de que no renueven a los establecimientos mencionados los permisos, licencias o concesiones”.
Sin control y planes
Actualmente, el casino de Oberá tiene sus puertas abiertas 20 horas por día y no existe ninguna ordenanza sobre el control del horario de las casas de juego.
De lunes a viernes funciona de corrido de 9 a 4 de la mañana y los fines de semana de 9 a 5.
Consultado al respecto, Daniel Behler, presidente del Concejo Deliberante, precisó: “la facultad de concesión de los casinos es exclusiva de la provincia. La comuna habilita ediliciamente, pero la actividad está regulada por la provincia”. También alcanzó al casino la ordenanza que prohíbe fumar dentro de espacios cerrados.
La mayor polémica institucional y mediática con relación a la casa de juegos se suscitó en mayo del 2007, cuando el Concejo Deliberante frenó la concreción de un proyecto del hotel de 18 pisos en el centro de esta localidad. En tanto, según una fuente interna que pidió guardar su identidad, desde la aparición de los planes sociales, la recaudación del casino obereño se incrementó en un 20 por ciento.
Para el Iplyc, es ilegal
La decisión que tomó la Convención Constituyente de la Capital del Monte despertó críticas en la cúpula del Instituto Provincial de Lotería y Casino (Iplyc), cuyo titular, Eduardo Torres, aseguró que no es legal la medida que dispuso la Convención.
Además habló de “hipocresía” en la comunidad obereña. “Lo que hacen en Oberá no es legal, el juego lo maneja la Provincia”, afirmó Torres en diálogo con LT4 Red Ciudadana. El titular del organismo que regula el juego en Misiones afirmó: “el casino de Oberá tiene el mejor hotel de la ciudad y el único cine. Sin Casino, no habrá nada de esto”. Para el funcionario provincial, en Oberá hay otros “problemas más graves”, por lo que a su entender es un acto de “hipocresía” el de la Convención. “Oberá tiene problemas más graves que el juego, como el alcohol o las drogas”, y agrega que “hay mucha hipocresía. El Oberá Tenis Club está apoyado por el Casino. También la Fiesta del Inmigrante. Todo es muy contradictorio”.Igualmente indicó: “sería bueno que en Oberá hagan un plebiscito por los casinos. Acuérdense lo que pasó en Montecarlo”. Así, el titular del Iplyc hizo referencia a la consulta popular que se realizó el 23 de abril del 2006 en Montecarlo, donde por una abrumadora mayoría se impuso el sí a las casas de juego, por 1.424 votos a favor contra 355 que obtuvo el no.
Torres sostuvo que “en Oberá, antes de que se abra el Casino se timbeaba en los clubes”. Si la Carta Orgánica de la Capital del Monte es ratificada de la manera en que actualmente fue escrita, entonces debería ser la sociedad obereña la que, a través de las urnas, tenga la última palabra sobre esta situación.
En la Carta Orgánica
La prórroga de las concesiones de los casinos y casas de juego deberá resolverse mediante una consulta popular, según lo dispuesto por los convencionales. La iniciativa fue aprobada en el marco del título cuarto de las funciones municipales que contemplan medio ambiente, salud y calidad de vida.
En lo referente a la instalación de casas de juego, el artículo 11 expresa: “el gobierno municipal desalienta la instalación de casinos, salas de juegos de azar donde se instale o funcione cualquier tipo de máquinas de apuestas”. La habilitación municipal de este tipo de comercios deberá ser reglamentada por el Concejo Deliberante y la autorización, la prórroga o la renovación “deberá ser preguntada al pueblo de Oberá por consulta popular, según lo establecido en esta Carta Orgánica. Todo ello bajo apercibimiento de nulidad”. El artículo 12, en tanto, prohíbe la instalación o explotación de máquinas de entretenimientos mecánicas de juego de azar, denominadas comúnmente tragamonedas.
Fuente: El Territorio
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