11 de Febrero de 2013 - Universidad

Mendoza-UNCuyo capacitará por un año a los artesanos de Tunuyán

Se trata de un proyecto que la comuna, los emprendedores y la universidad desarrollarán para promover la inclusión laboral de unas 140 familias. Están exponiendo en el Festival de la Tonada.

Florencia López Vergara (29) es estudiante de Enfermería, pero también artesana. Desde que se apasionó por la bijou de diseño, ha ofrecido sus productos sobre un paño en las veredas del centro de Tunuyán.
Es que recién el año pasado, la comuna designó espacios para que estos emprendedores pudieran ubicarse: la plazoleta José León Torres y el Manzano Histórico, que fueron incluidos en la ruta provincial de los artesanos. Y recientemente, el municipio firmó un convenio con la UNCuyo de capacitación que les permitirá desarrollar más su actividad.
Florencia, quien este fin de semana ocupó uno de los puestos que se armaron en el predio del Festival de la Tonada, manifestó que espera aprender a presentar mejor sus productos y cómo comercializarlos. Con entusiasmo, contó que los artesanos se unieron y crearon una asociación, para organizar y regular la actividad, y que ya cuentan con personería jurídica.
Intentar que los emprendedores se asocien es sólo uno de los objetivos del proyecto CID (Conocimiento, Inclusión, Desarrollo), que se desarrollará durante un año. En octubre del año pasado, se constituyó en Tunuyán un comité local. Y el jueves, el rector de la UNCuyo, Arturo Somoza; el intendente de Tunuyán, Martín Aveiro, y los artesanos locales firmaron un acuerdo de cooperación.
De esta manera, la universidad incorporó a su unidad de negocios las artesanías que se produzcan en el departamento. Romina Palazzo, coordinadora del Área de Financiamiento para el Desarrollo de la UNCuyo, agregó que las ofrecerán como los regalos institucionales de la casa de estudios.
El proyecto, financiado por el Programa de Cooperación entre Instituciones de Educación Superior de la Unión Europea y América Latina, también contempla capacitación, que brindarán docentes y alumnos de la Facultad de Artes y Diseño. Palazzo señaló que la idea es que los artesanos incorporen innovación, utilicen materiales regionales y mejoren el diseño de sus productos y la presentación.
Omar Martínez (48) y Norma Makuch (48) comenzaron hace 20 años, casi por casualidad, a vender tulipanes. Después, ella empezó a preparar dulces caseros y a bordar blanco (toallas, delantales, manteles). Aunque muchas personas los conocen, aseguran que estar en una feria los ayuda a que más gente sepa lo que están haciendo. Y Norma agregó que espera poder mejorar las etiquetas de los frascos de dulce.
En cambio, Laura Mercado (43)aspira a expandir su negocio. Ella creó una línea de cosmética natural, con insumos apícolas (miel y propóleos) y aceites esenciales, sin conservantes ni colorantes. Según contó, es la única que se dedica al rubro en el Valle de Uco y la única que utiliza productos apícolas en la provincia. Pero hasta ahora ha dependido del "boca en boca" para poder vender.
Alberto Pont, director de Desarrollo Económico de Tunuyán, explicó que cuando iniciaron la gestión, hace un año atrás, se encontraron con que sólo había registrados en el municipio 5 artesanos. Ahora, el número se ha elevado a 140 y si bien les ofrecieron espacios para ubicarse -la plaza departamental y el Manzano Histórico-, querían ayudarlos de otra manera, ya que muchos subsisten gracias a la actividad.
Entonces se pusieron en contacto con la universidad. El objetivo -señaló el funcionario- es consolidar el producto artesanal del departamento, que puede resultar muy atractivo por el turismo e incorporarse al camino de las bodegas. En particular porque los rubros son muy diversos: cuero, madera, tela, chocolates, dulces, licores, tejidos, etc.
Sebastián Riera, asistente de la UNCuyo, detalló que hicieron un primer relevamiento y descubrieron que el promedio de edad de los artesanos tunuyaninos es de 40 años, por lo que apuntarán a facilitar la inserción laboral. Es que además, la mayoría tiene dos hijos como mínimo y un ingreso medio a bajo, pese a que hace unos 10 años -de media- que se dedican a la tarea.
En esa encuesta también identificaron los problemas más habituales, para poder trabajar en los que sea posible, como el acceso a mercados. Pero asimismo, se propondrán otras tareas, como lograr la certificación, que les permitirá exportar.

Fuente: Los Andes