Un menor de 14 años, que le habría sacado sin permiso la camioneta a su padre, perdió el control de una Ford Ranger y terminó por estrellarse contra la verja de una vivienda ubicada en avenida Ramón Navarro, para luego derribar un árbol. Milagrosamente no había personas en la vereda donde habitualmente esperan el colectivo.
Tremendo fue el estruendo que se sintió cerca de las 13 de ayer en avenida Ramón Navarro casi intersección con avenida Santa Rosa en el barrio Jardín Sur, cuando una camioneta Ford Ranger, bordó, dominio GAL 697, arrancó un árbol y se estrelló contra la verja de la casa Nº 1 de la familia Quinteros.
Al mando del volante se encontraba Santiago Abatis, de 14 años, que al parecer se conducía por Santa Rosa y al girar a la izquierda para ingresar por Ramón Navarro, perdió el control del potente rodado, y luego de un zigzag terminó con la pequeña pared a la que la destruyó por completo.
A los minutos de lo ocurrido llegó al lugar Laura Cejas, quien sería la madre del menor y más allá de que su hijo presentaba sólo golpes en su rostro, la escena superó a la mujer y se descompuso por lo que fue trasladada al centro médico.
En tanto el personal de Bomberos Voluntarios, que se hizo presente en el lugar logró desencastrar la camioneta de entre los escombros, un pilar de luz, y el árbol que arrancó, pero se iba a necesitar una grúa para poder retirar el vehículo.
PUDO SER UNA TRAGEDIA
Por ser una hora pico y un lugar de mucho tránsito vehicular y peatonal, por haber una escuela en las inmediaciones, por la cercanía de una parada de colectivos, por un buen número de menores que vive en la zona, porque mucha gente usaba esa verja y la sombra del árbol para esperar ahí el ómnibus; por ser una camioneta de grandes dimensiones, con motor muy potente al mando de un conductor inexperto lo que la hacía una arma letal; y por varias razones más, pudo ser una tragedia, pero para el bien de todos los que estaban cerca del lugar, los que viven ahí, y el conductor, sólo hubo que lamentar daños materiales.
En este sentido, la mujer del matrimonio Quinteros, contó la desesperación que le tocó vivir luego de sentir el fuerte estruendo debido a que minutos antes había estado en la vereda de su casa y había observado a dos pequeños y una mujer que estaban en la verja, pero para suerte de todos, se habían retirado del lugar.
Además añadieron que siempre hay muchos menores que juegan ahí, y “calificaron de esquina peligrosa” a la intersección antes mencionada, ya que no sólo termina el asfalto y comienzan las calles de tierra, que están en mal estado; sino que no hay semáforos, y al haber conductores imprudentes ocurren accidentes viales seguido.
Fuente: El Independiente
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