Un punto directo más parece bastante. Dos, podría ser mejor. Sin embargo -la imagen marca la proporción exacta-, siguen siendo migajas.
Pese a todo, esa simple promesa está costando muchísimo. Para estar a tono con la industria: harán falta exploraciones tan aleatorias como esas en las que nadie quiere invertir; recuperación secundaria, terciaria y cuaternaria. Es muy probable que los comodorenses tengamos que llegar al extremo de aplicar también las técnicas no convencionales para que el inocultable saqueo termine antes que se acabe el petróleo.
NUMEROS
Tal como lo reflejó el concejal José Gaspar en el último debate legislativo local, la producción de la parte chubutense de la Cuenca San Jorge cotizó para las arcas nacionales durante 2011, poco más de 3.400 millones de dólares.
De esa cifra, el doce por ciento de regalías representó para el presupuesto provincial 415 millones de dólares, de los que repartió entre todos los municipios, 66 millones. A la caja municipal comodorense apenas llegaron 26 millones: ciento treinta veces menos de la riqueza producida bajo nuestros pies.
Esos mismos 26 millones representan un dieciseisavo (1/16) de lo que disfrutaron el resto de las localidades y poblaciones chubutenses merced al recurso no renovable que subyace entre Río Mayo y Comodoro.
PROPORCIONES
Podríamos marearnos con números. Por ejemplo, multiplicar todas esas cifras por unos cinco pesos, para transformarlos a algo más cercano a nuestra moneda nacional. Pero sin duda un simple gráfico “en torta” considerando los porcentajes, nos muestra que aún con un punto más de porcentaje directo, o a lo sumo los dos que prevé el proyectado marco regulatorio seguimos hablando de simples migajas.
Un punto porcentual directo le agregaría a la retribución comodorense 4 millones más de regalías. Un dos por ciento: unos 8,3 milloncitos más. Llegarían a ser 34 millones en lugar de los 26 millones de dólares actuales. En lugar de 130 millones de pesos, el mejor de los casos reportaría unos 170.
RESTAURACION
A este punto de la crucial discusión que por estas horas mezcla en la provincia la buena fama de lo petrolero con la mala fama de todo lo minero, queda claro que los valores que se manejan como una merecida reparación histórica para con la zona productora, es absolutamente insuficiente.
Basta simplemente compararlos con el estado de emergencia de toda la infraestructura de redes de agua, cloacales y vial, estimado por los organismos locales prestadores de esos esenciales servicios, en torno a los 2.000 millones de pesos.
Por si fuera poco, también tiene mala fama -merecidamente- la ya gastada retórica de las “reparaciones históricas”. Alcanza sólo con recordar -a nivel provinciano- la incumplida remesa del Gobierno provincial de cuatro cuotas de 15 millones de dólares efectuada a principios de 2008 y como festejo por la renegociación del contrato de PAE por 20 más 20 años.
Comodoro Rivadavia ya no necesita una reparación histórica: necesita restauración urgente de su presente y certeza renovable para su futuro. Dos puntos porcentuales directos de los eventuales cuatro puntos más de regalías que ahora se postulan, siguen siendo meras migajas, frente a las 130 veces más que desde acá se aporta a la Nación.
O los quince dieciseisavos que favorecen a las arcas de otras 40 comunas chubutenses. Y a los 8 pesos con cuarenta centavos -de cada diez- que se queda el Gobierno provincial en sus propias arcas.
Fuente: El Patagónico
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