En su debut, los agentes municipales acompañaron a los usuarios y Tránsito no labró ninguna multa.
La ciudad amaneció distinta. Los primeros en llegar con sus autos a trabajar al centro y los que debían realizar trámites a primera hora fueron los privilegiados en inaugurar el sistema de estacionamiento medido. Los esperaban 44 controladores distribuidos en un radio de 80 cuadras, encargados de venderles las tarjetas de 2 y 4 pesos la hora, según si estacionaban en el micro o en el macrocentro puntano.
La jornada terminó con la confirmación de que no hubo remoción de vehículos según lo expresó el director de Tránsito y Vía Pública, Gustavo Adaro. “No hubo ningún motivo”, aclaró
La expectativa periodística estuvo centrada en la zona de Tribunales (Rivadavia entre 9 de Julio y 25 de Mayo) porque la semana anterior el gremio de Judiciales y algunos abogados que deben litigar allí, se quejaban por el gasto extra que les insumiría estacionar todos los días y por el inconveniente de remover el vehículo a las tres horas.
Armando, uno de los cuatro controladores que estuvo durante la mañana en esa cuadra, explicó que “anduvo todo bien, la gente no se quejó para nada. Muchos me dijeron que estaban de acuerdo con la medida y decían que ahora había más lugar para estacionar”. Este último detalle es porque ahora se puede dejar el auto sobre la mano izquierda de Rivadavia donde se ubica la entrada principal de los juzgados.
Mientras comentaba a El Diario sus opiniones, un hombre con ropa de trabajo se bajó de su camioneta que estacionó sobre la vereda de la plaza Independencia y le compró una tarjeta. “A mí me parece bien porque ahora se puede estacionar tranquilo sabiendo que el auto está vigilado por alguien todo el tiempo. Además, pagué un peso por media hora que tardo en ir y comprar un repuesto que necesito. La semana pasada tenía que dejarlo más lejos o pagar $ 6 a una cochera”, explicó.
Los que no mostraron la misma cara fueron los chicos que lavan autos sobre la vereda de la 9 de Julio frente al Palacio de la ex Casa de Gobierno. “A nosotros nos perjudica, porque antes la gente nos pedía que le laváramos el auto y ya estaba incluido el estacionamiento. En cambio ahora tienen que pagarlo aparte y además el lavado”, dijo Miguel. Y enseguida aclaró que la cantidad de clientes había sido menor. También informó que por lavar un auto cobran $20 y $30 si es una camioneta.
La recorrida por las arterias más transitadas como San Martín, Belgrano, Ayacucho, Colón, Junín y Pringles, mostraba un panorama similar: los automovilistas buscando estacionar y comprando sus tarjetas a los controladores que anotaban los datos en el cartón impreso para evitar errores.
Un par de episodios menores se registraron en la recorrida: en Belgrano al 900, sobre la vereda de la Municipalidad, un hombre discutió con la “tarjetera” porque decía que no quería pagar más porque ella no estaba en el lugar. La operadora lo convenció y el hombre pagó el excedente y no pasó a mayores. Y en San Martín al 600, el dueño de un Wolkswagen le preguntó a la empleada cómo hacía porque se pasó media hora de su límite. También le aclaró las opciones y el hombre terminó comprando una hora más para terminar su trámite sin cometer la infracción.
Fuente: La República
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