Chilecito - 205 vecinos de la localidad de Anguinán evidenciaron su gran preocupación respecto a la obra que ejecuta el gobierno provincial, sobre la instalación de cañerías destinadas a los desechos de la SAPEM Agroandina.
Pese a que el propio presidente de la fábrica, admitiera que aún no cuenta con la respectiva maquinaria para el tratamiento de los efluentes, la obra gubernamental avanza y está próxima a llegar al canal que atraviesa casi todo el pueblo. "El agua de riego, ya viene con un problema de contaminación", dijo un regante.
Días atrás, cuando estallaba la bomba de las acciones de los socios privados en las SAPEM, más precisamente en Agroandina; el propio presidente de la fábrica José Luis Bellia brindaba sus argumentos respecto a sus efluentes. Y aunque la explicación era bastante escueta, minimizando los daños que ocasionan esos desechos; los vecinos de Anguinán se movilizaban en busca de respuestas.
Los productores sólo piden información y desde el Consorcio de Agua evitan hablar del tema, IPALaR no posee delegación local y desde la fábrica, sólo aseguran que la idea está. Sin embargo, nadie especificó la cantidad o calidad de efluentes que verterán ni muchos menos cómo afectará la producción. Al parecer, para los responsables son sólo detalles que no tendrían nada que ver con el “concepto”.
Luego de dos notas emitidas tanto al presidente del Consorcio de Agua Julio Miceli como al gerente Luis Mario Juárez, determinaron emplazar a la entidad. Con aproximadamente 205 firmas, los productores dieron 48 horas para una respuesta: Información.
En dicho escrito plantean “nuestra preocupación que afecta directamente nuestros derechosa, ya sea respecto de la calidad en el servicio, perjuicio a nuestros cultivos, animales y a la sociedad toda en sí, que pudieran ocasionar los efluentes industriales de Agroandina y amparados en los artículos 189 y 191 del Código de Aguas, Ley 4295 (entre otros), y viendo el inminente avance de las obras que se están realizando con este fin, nuevamente requerimos se nos dé una respuesta inmediata”.
Sin embargo, lo único que obtuvieron fue una solicitud de ampliación de dicho plazo, argumentando que tal inquietud ya fue elevada a IPALaR. Esto es la respuesta, mientras tanto la instalación de las cañerías avanza con una rapidez singular y según los vecinos, está a pocos metros del canal de riego.
“Es un crimen desaprovechar el agua”
Bajo este enunciado, Bellia intentaba tranquilizar sobre los desechos de Agroandina, aunque no dejó de aclarar que el Estado provincial ejecuta la obra y que la idea es “después de separar lo sólido de lo líquido, que sea utilizada en la agricultura”.
Sin embargo, admitió que aún no cuentan con la maquinaria para ese proceso. “Las cañerías tienen más de 40 años y cuando llegaban a la entrada, no había nada, ni casas ni la policía”, decía el presidente de la fábrica admitiendo los inconvenientes generados en el ingreso a la ciudad y en la cancha de rugby del Nevado Club, donde literalmente se convirtieron en lagunas de efluentes además del nauseabundo olor.
La solución: Desplazar los caños y que los efluentes fluyan hacia los distritos. Según Bellia “El año pasado hicimos una pileta de decantación pero no pudimos terminar todo el tema entonces parte del barro y de los sólidos como la piel y las semillas se fueron por ahí. En este momento ya se hizo y desde la fábrica ya salen los caños para aprovechar esa agua, pero hay que terminar la pileta y poner una máquina que separe lo sólido de lo líquido”.
“Después de haber hecho esa separación y haberle agregado la cantidad de oxígeno, esa agua está en condiciones de poder ser usada en la agricultura. Esa es la idea”, subrayaba Bellia aunque en los hechos, esto no sea tan simple.
El agua que va a venir de Agroandina implica una carga de contaminantes biológicos
Así lo aseguró el productor Juan Zupan, uno de los afectados por esta situación y que para sorpresa de los responsables de los desechos de la fábrica, es ingeniero civil y agro-industrial. Según este especialista “el sistema de rotación de riego funciona cuando se va recibiendo agua que vienen de las captaciones de arriba. El agua se toma en las partes altas de Santa Florentina y ya tiene síntomas contaminación porque llega con contaminantes químicos propios de la zona por la minería antigua. El agua de riego, ya viene con un problema de contaminación y el agua de Agroandina, aunque tenga cascaritas y semillas de tomate eso ya implica una carga de contaminantes biológicos”.
En palabras más simples: “Si se tira ácido, aparte del que viene de arriba, u otro elemento eso se agrega a los contaminantes que van a sedimentar en la tierra, donde se va a regar y afectar el suelo, por ende, afectará las plantas y los cultivos”.
Según Zupan “el agua que tomamos, tiene un PH 7, es neutro. Si disminuye, se está volviendo más ácido como el ácido sulfúrico y si el PH aumenta, se vuelve básico como la soda caústica y ambos son utilizados por las industrias alimenticias. Entonces si quisiéramos mantener el PH neutro, mezclamos la proporción adecuada de la base más el ácido y obtenemos un PH neutro, obtenemos agua pero tenemos un componente que es sulfato de sodio y cada unos de estos químicos, afectan la cantidad de nutrientes que hay en el suelo porque los sulfatos no son elementos que las plantas utilicen para alimentarse. Eso va produciendo perjuicio en la calidad del suelo y crecimiento de las plantas”.
Y retomando el ejemplo de Bellia respecto a las cáscaras y semillas de tomates que terminaron en una laguna, el ingeniero aclaró: “Las cáscaras de tomate son sólidos, no son solubles en el agua y afectará la calidad del suelo. El tomate por lo general, tiene un PH menor a 7 es un ácido que crea las condiciones óptimas para el crecimiento de microorganismos que perjudican a las plantas como son los hongos, entonces si ellos arrojan esto se me llena de hongos las fincas. Por otro lado, las semillas del tomate terminarán haciendo un almacigo de tomates en la finca y tendríamos que realizar algún procedimiento para eliminar esos tomates porque comerían los nutrientes de mis cultivos”.
Para Zupan “la gente no tiene muy claro lo que está sucediendo”, porque el problema o es la reutilización del recurso “sino que nos van a entregar agua con contaminación y queremos saber cuáles son los contaminantes que van a venir, como las cáscaras, las semillas, la soda caústica y todos los elementos que ellos agregan. Pero nunca nos informaron nada de esto”.
Para finalizar, el productor anticipó que de no obtener respuesta laguna, deberán recurrir a las vías judiciales porque "no respetan nuestros derechos. Esta gente no respeta, aplasta, avanza… ".
Fuente: Fm América
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