La industria de la diversión nocturna siempre puso colectivos para facilitar la llegada de clientes a los boliches. Ahora la medida toma mayor relevancia porque sirve para evitar accidentes de tránsito.
Desde que se armó “la competencia” entre los boliches nocturnos, sus dueños siempre buscaron diferentes promociones para seducir clientes.
Poner colectivos para llevar y traer personas, en su mayoría jóvenes, hasta las disco de moda es tan antiguo como la noche misma pero ahora toma relevancia porque sirve para disminuir los accidentes de tránsito.
Incluso los padres también se mostraron algo más aliviados porque saben que los chicos y las chicas se congregan en la escalinata de la Catedral y que desde ahí parten al complejo de diversión nocturna que funciona en la Toma Vieja, en el extremo norte de Paraná. A la 1 llegan dos colectivos de una de las empresas que prestan el servicio entre Paraná y Santa Fe, esperan un tiempo “considerable” y luego parten hacia la fiesta. En total viajan cerca de 140 pasajeros, divididos en las dos unidades. Una vez que llegan al ingreso principal del complejo, los choferes aguardan hasta las 6 (Ver nota relacionada) y se preparan para realizar el recorrido inverso.
Las mismas comodidades tienen los que llegan desde Santa Fe y los que vienen desde Crespo. En la vecina provincia un coche sale desde bulevar Gálvez y Rivadavia (centro neurálgico para la juventud santafesina) también a la 1 y retorna a las 6.
En tanto que desde Crespo, con los mismos horarios que Paraná y Santa Fe, un colectivo de larga distancia transporta jóvenes oriundos de la Capital nacional de la avicultura, pero también a chicos que llegan desde Paraná campaña.
Desde el complejo de diversión nocturna, que está ubicado sobre las barrancas que dan al río Paraná, explicaron a UNO que tomaron la decisión para “brindar un servicio más”, y que no fue para captar más gente.
“Este lugar se caracteriza por brindar servicios porque queremos ser los mejores del Litoral”, acentuó una de las personas que está en la organización de las fiestas.
Las protagonistas
Daniela, Julieta y Micaela el sábado a la noche esperaban por la llegada de los colectivos en la puerta de la Catedral sobre Monte Caseros en el corazón del centro paranaense.
“Está rebueno porque desde San Agustín nos tomamos un remís que nos cuesta 15 pesos y dividimos los gastos entre las tres”, explicaron sobre el ahorro que les genera el transporte gratuito hasta el boliche de moda de la ciudad.
Los conductores disfrutan de los viajes
“Ojalá que mi trabajo sirva para evitar algún accidente de tránsito”, reconoce Luis Farher, el chofer que el “finde” pasado cubrió el trayecto entre Santa Fe, el boliche y Santa Fe.
Farher tiene siete años en la empresa y realizar este trabajo lo saca de la monotonía de las actividades diarias. Como una vez a la semana tiene que cambiar el recorrido le hace bien, lo puede disfrutar. Sobre todo porque los chicos y las chicas se comportan “bastante bien”.
“Ellos saben que se les está haciendo un favor y que es un beneficio que el viaje de ida y la vuelta sea gratis”, explicó el conductor.
Si bien la gran mayoría de los pasajeros se comporta bien, siempre hay alguno al que “se le sale un patín”. El conductor no oculta el hecho, pero le quita dramatismo: “El sábado tres chicos habían tomado varias copas de más, y bueno... Hay que explicarle qué es lo mejor para ellos y con paciencia lo entienden”, graficó con una sonrisa cómplice.
En total son cerca de 200 personas las que los sábados viajan desde el centro de Paraná, la Terminal de Crespo y el bulevar de Santa Fe para disfrutar de la noche paranaense.
Teniendo en cuenta que conducir con alcohol en la sangre es riesgoso, “el cole” pasa a ser una excelente opción para bajar los índices de accidentes.
Si bien históricamente salieron colectivos desde la Plaza 1º de Mayo de Paraná hacia los boliches que se encontraban en Paraná campaña, el servicio gratuito para una disco dentro de la ciudad es inédito. No tanto para los jóvenes de la capital provincial, sino que los que más beneficiados se ven son los que llegan desde Crespo y Santa Fe. “En mi época era impensado que un colectivo te trajera gratis a bailar a Paraná”, relató Pablo.
Fuente: Diario Uno
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