Viernes 09 de Mayo de 2025
2 de Marzo de 2011 - Santiago del Estero

Sgo. del Estero-¿Reelección y nueva columna vertebral?

Por Hugo E.Grimaldi

De lo que es difícil de explicar casi no se habló en el Congreso. Como si la inflación, el Indec, el narcotráfico o la delincuencia juvenil no existiesen y fueran temas ajenos al Gobierno, la Presidenta de la Nación encaró su discurso ante la Asamblea Legislativa por el lado de aquellos éxitos que se han consolidado en el pasado, como necesaria base para el futuro.
Según Cristina Fernández, un proyecto como el actual, que ha construido únicamente “certezas”, es digno de ser continuado y por eso “queremos quedarnos nosotros”, para darles “la oportunidad a los jóvenes de tener un país diferente”, afirmó a lo largo de su extenso razonamiento.
El muy interesante y casi socrático hilo discursivo que expuso la Presidenta, incluyó en el arranque la mención casi de homenaje al modelo “que ese hombre (Néstor Kirchner) puso en marcha y que hoy rinde sus frutos”.
Tras haber hecho luego un periplo que incluyó la esperada enumeración de éxitos, típica de este tipo de discursos, que se transformaron en lo que ella llamó “certezas”, llegó a la conclusión de que, consolidado el piso, ahora habrá que ir por más, en una movida que debería involucrar a actores sustancialmente diferentes de la política argentina.
La trampa, que la Presidenta sorteó con convicción, casi con orgullo, estuvo en que la mayor parte de los logros que presentó con un extraordinario sentido del marketing y que le salieron en ristra, fueron enumeraciones sin demasiada precisión o una tortura impiadosa a las estadísticas, como cuando ignoró -en las menciones a aumentos nominales varios- los efectos de la inflación. En general, quienes aplauden no desean escuchar otra cosa y se especula con que el gran público le presta poca atención a esos detalles.
Pero lo políticamente más redondo de su exposición fue que, allí donde Cristina Fernández quiso, fue ella misma la que le puso incertidumbre al futuro, de algún modo reeditando aquel acertijo del “pingüino o pingüina” que hizo célebre su marido. Así, la picardía presidencial se dio en dos planos, para no decir y decir al mismo tiempo y mantener la incógnita sobre su eventual reelección y sobre la apoyatura hasta ahora excluyente del PJ y su rama sindical.
“¿Alguno me ha escuchado decir que voy a ir a la reelección en 2011?”, se envalentonó Cristina para seguir sumándole misterio a la cosa. Es que la diputada ultrakirchnerista Diana Conti había pedido su “reelección eterna” y la Presidenta primero dijo que se trataba de una “campaña distractiva, usando las palabras de una compañera”, para embarcar a la prensa en lo que para nada fue una gaffe de la legisladora. Lo que hizo Conti fue echar a rodar la primera piedrita por la ladera.
Sin embargo, como la cinta de grabación no se puede borrar, tuvo que conceder que “hablar de eternidad parece un chiste de humor negro”, pensando claramente en su desgracia personal.
“¿Si no me aprobaron el Presupuesto, alguien me puede explicar cómo voy a lograr una reforma constitucional?”, se preguntó para ponerle una cuota más de suspenso a la cuestión, ya que declarar la necesidad de un cambio de la norma necesita dos tercios de ambas cámaras. Por último, los palos hacia el gremialismo y las alabanzas hacia la juventud podrían significar que estarían comenzando a cambiar algunas columnas vertebrales clásicas dentro del kirchnerismo.
Ciertos cantos de sirena que Cristina está escuchando le dicen que no necesita del PJ tradicional para ganar, ni tampoco de las “corporaciones”, como la sindical.
Pero como la Presidenta conoce de memoria dónde están los votos en el peronismo, seguramente no va a romper antes de una elección, pero el juego del palo y de la zanahoria parece darle bastante rédito hasta el momento y ésta es otra de sus “certezas” preferidas, ya que así se los está aplicando tanto a Hugo Moyano cuanto a Daniel Scioli.

Fuente: El Liberal

Ingresar Comentario

La Rioja Municipal - La Rioja - Argentina

Diseño y hosting: Luis Vilte