El gobernador Alperovich asegura que ahora, la gente vota según las cosas que se hagan y las respuestas que se dan. ¿Existe un modelo alperovichista? Es el interrogante que responde la dirigencia, tanto oficialista como de la oposición.
"No hay un modelo alperovichista. Lo que cambió es el modo de gestión para hacer política, porque antes bastaba con un armado electoral mientras que ahora todo está basado en la gestión. Es lo que traté de inculcar en estos siete años en el Gobierno". Con estas palabras, el gobernador, José Alperovich, definió a su arquetipo de gestión.
Es sabido que cada gobernante tiene su propia impronta al momento de tomar decisiones y ponerlas en práctica. A más de siete años en el poder, surgen varios interrogantes: ¿cuál es el concepto de gestión del alperovichismo?, ¿existe un modelo alperovichista?, ¿cuáles son sus características?, ¿es una copia del kirchnerismo?...
La acción y el efecto de gestionar o administrar es una noción que implica, además, acciones para dirigir, ordenar, disponer u organizar. De esta forma, la gestión supone un conjunto de trámites que se llevan a cabo para resolver un asunto, concretar un proyecto, administrar una empresa o una organización.
El titular del Poder Ejecutivo insistió en su criterio de que hacer política es dar soluciones a los problemas de los vecinos. Sin embargo, esa tesis se da de narices con la opinión de otros referentes políticos del arco opositor, que descalificaron los dichos de Alperovich. En contrapartida, los aliados oficialistas elogiaron la gestión del gobernador. Además resaltaron su dedicación en la función pública como nunca antes se ha visto en la provincia.
Gestión y liderazgo
En el mundo empresarial, algunos directivos suelen exponer varias premisas que deben tenerse en cuenta para alcanzar el éxito. En ese sentido, hay una consigna que circula de boca en boca como un elemento clave para alcanzar los objetivos propuestos y que, con el paso del tiempo, se transformó en una máxima de la ejecutividad: "gestionar es hacer las cosas bien; liderar es hacer lo correcto".
El término es válido no sólo para la gestión en el sector privado, sino que también suele aplicarse en la cuestión pública. En este año electoral, la efervescencia política aflora en cada esquina. De hecho, en las caminatas diarias del mandatario queda reflejada la propia interna del oficialismo en los afiches y pancartas que se instalan. "Hay tensiones, son lógicas", admitió el jefe de Estado.
En sus declaraciones, Alperovich resaltó cuál es, a su criterio, el desafío de la dirigencia. "La política cambia cuando la sociedad que está viva y exige cada día más. Es un desafío que tienen los dirigentes, que deben sacrificarse cada día más. Hoy -dijo Alperovich-, la gente vota según las cosas que se hagan y las respuestas que se den y no como era antes, que se prometían un montón de cosas y no se hacía absolutamente nada".
Ese parece ser su modelo de gestión pública. George Box, un estadístico norteamericano, solía decir: "esencialmente, todos los modelos son erróneos, pero algunos son útiles".
Sergio Mansilla: "siempre ha dado la cara"
"Por más de que el gobernador diga que no hay un modelo alperovichista, su gestión quedará en la memoria de la ciudadanía. Y es así como la gente le viene dando la razón en los últimos años: es el primer gobernador reelecto tras la vuelta a la democracia y el primero que podría ser electo por tercera vez", opinó el senador nacional, Sergio Mansilla (PJ). "Entre las características principales está la presencia institucional: siempre ha dado la cara. Evidentemente a la gente le gusta esto. La segunda característica es la gestión en sí y la tercera es la capacidad de rever algunas decisiones cuando la gente se expresa en contra", resaltó. "En relación al modelo kirchnerista se parece mucho, pero hay temas en los que no supimos escuchar a la gente. El conflicto con el campo se dilató demasiado y eso nos desgastó", dijo.
José Cano: "se sustenta en la caja"
"El modelo alperovichista se sustenta en la caja. No hay un proyecto ideológico. Quien puede caracterizar ideológicamente a una gestión integrada por bussistas, funcionarios del proceso, ex radicales", precisó el senador nacional radical José Cano. "Lo que sustenta el alperovichismo -dijo- tiene su base ideológica en los 90, puro pragmatismo donde todo vale. Habría que ver hasta dónde llega lo que aglutina si el presupuesto no fuera 10 veces más que el que tenía (Julio) Miranda. Ahí sería bueno ver hasta dónde llegan las lealtades", advirtió. "En la Nación hay un modelo verticalista, donde los ministros no tienen protagonismo y donde ascender tiene que ver con la obsecuencia. Ambos tienen matices y diferencias -advirtió-. En cuanto al crecimiento patrimonial de los funcionarios están iguales".
Alfredo Dato: "benefició a la ciudadanía"
"Decir que existe un modelo alperovichista suena en desmedro de una gestión muy eficiente. Hay un gobernador que supo aprovechar la situación fiscal y produjo un conjunto de obras", subrayó el diputado nacional oficialista Carlos Alfredo Dato. En este sentido, el ex titular de la Corte Suprema de Justicia de la provincia resaltó los logros del alperovichismo en lo que va del segundo mandato consecutivo. "Logró una variedad de beneficios previsionales y asistenciales que es lo que más requiere la ciudadanía", remarcó.
En cuanto al modelo de gestión nacional, Dato elogió la inclusión social. "Hablar de un modelo kirchnerista es más adecuado, por lo que hicieron y lo que impidieron que otros hagan. Privilegiaron el mercado interno -dijo- y la economía local. Además de una tarea de inclusión social increíble".
Julio Díaz Lozano: "sin políticas de Estado"
"Creo que el modelo alperovichista es de negación de todo lo que es institucional. Suprime las características de la república. Es de improvisación y sin políticas de Estado a largo ni mediano plazo. Esto hace que Tucumán no esté aprovechando en plenitud un momento económico y de capacidad del Estado", aseveró Julio Díaz Lozano, referente del Peronismo Federal en Tucumán. "Es un sistema clientelar. Lamentablemente -dijo-, estos sistemas terminan con estallidos, como en Egipto, donde la gente sale a reclamar. Alperovich es una síntesis de las peores características del kirchnerismo y del menemisno", señaló. "El kirchnerismo tiene varias de las características del alperovichismo -afirmó-, sobre todo la negación de la calidad institucional, pero tiene la virtud de ser original y no una copia".
Marcelo Caponio: "identidad kirchnerista"
"Creo que hay un solo modelo: el alperovichismo tiene mucho que ver con el kirchnerismo. El kirchnerismo tomó la impronta peronista (justicia social, independencia económica), pero la aggiornó al siglo XXI, basado en tres principales políticas: desendeudamiento de la Nación, asistencia a los más necesitados con fuerte presencia del ministerio de Desarrollo Social y desarrollo de la educación", consideró el secretario de Gobierno, Marcelo Caponio. "La obra pública se vio en todos los ámbitos. No es sólo vivienda, sino rutas, escuelas, hospitales. Ante esta crisis mundial, el modelo nacional apostó en la inversión a través de las obras públicas y a bajar los índices de empleo en negro y desocupación. El gobernador se identificó con el modelo kirchnerista y Tucumán fue beneficiada", resaltó.
Ricardo Bussi: "es engañoso y fraudulento"
"En líneas generales, es un modelo engañoso, corrupto y fraudulento. El alperovichismo y el kirchnerismo son muy similares porque Alperovich copió a la Nación", afirmó el legislador opositor Ricardo Bussi (FR). "Es un esquema demagógico y clientelar, que usa los bienes del Estado para beneficio personal y los cargos, para ganar elecciones. Por otro lado, son corruptos en cuanto no utilizan los modelos de contratación previstos por la ley", insistió.
"Ambos engrosan dramáticamente el gasto público. Además, permitieron que la Provincia y el País perdieran una oportunidad histórica en cuanto a la economía. La soja y los aceites tienen gran rentabilidad y en vez de copiar modelos como el de Brasil, donde las ganancias se invierten en asuntos sociales, las vuelcan en beneficio propio", aseguró.
G. Vargas Aignasse: "intensidad en el trabajo"
"Tanto Alperovich como Kirchner tuvieron el mérito de recuperar a la política como instrumento de transformación", aseguró el diputado nacional oficialista Gerónimo Vargas Aignasse.
"Desde que inició su gestión, Alperovich no ha dejado de trabajar con intensidad un solo día. Tiene un ritmo que logró desbaratar la burocracia habitual que tiene el Estado personalizando la gestión y demostrando que la transformación y el cambio son posibles y que no son una utopía", insistió.
"Kirchner tuvo el mismo ritmo transformador a nivel nacional, le puso un sello histórico a su gestión, se llevaron muy bien durante la presidencia de Néstor y después también. José fue el gobernador más leal y más ejecutivo de todos. Las diferencias son formales, no sustanciales", dijo.
Federico Masso: "en contra del clientelismo"
"En primer lugar, hay que poner blanco sobre negro que es una obligación de quién gobierna hacer una excelente gestión sobre todo en una país como el nuestro o en Tucumán que venían de gestiones bastante complejas en el uso racional del Estado", sostuvo Federico Masso, referente del Movimiento Libres del Sur. "En segundo lugar -dijo Masso-, lo que se hizo puede parecer una macrogestión en función de que el Estado anterior a 2003 había sido vaciado por el menemismo, que no cumplía funciones esenciales en dar respuestas a tantas demandas de salud, educación y trabajo y, ahora, fue llevado a cabo gracias a una bonanza económica".
"Hay una diferencia en como el Estado debe hacer llegar las políticas públicas sin clientelismo a la persona que, objetivamente, lo necesita", remarcó.
Fuente: La Gaceta
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