27 de Setiembre de 2016 - Cultura
La Rioja-Quedó inaugurada la notable muestra “Mafalda en su sopa”
Es una exposición que reúne una buena parte de las obras más importantes de Joaquín Lavado, conocido como Quino.
El Museo Octavio de la Colina dejó inaugurada la Muestra “Mafalda en su sopa” que reúne primeras ediciones originales, bocetos, chapas de impresión, cartas de lectores y demás material perteneciente a la obra de Quino.
El intendente Alberto Paredes Urquiza, participó de la inauguración y la primera visita guiada por la muestra que reúne la historia de una de las obras más importantes del humor gráfico argentino, quien se refirió a esta obra como una de las más emblemáticas de la historia argentina y manifestó el orgullo que representa para el municipio tener una muestra de esta magnitud “es un orgullo para nuestro museo y para nuestro municipio tener a Mafalda entre nosotros, quizá uno de los personajes más emblemáticos de la historieta argentina, que ha marcado no solo una época en su momento, sino que nos sigue marcando a los argentino y a muchos habitantes de todo el mundo, por su admirable sorpresa y crudeza pero también con aquello que nos llega al alma a cada uno de nosotros, porque refleja diferentes momentos de la vida de un pueblo, y muchos de ellos se repiten, muchas veces cuando leemos a Mafalda hoy, pensamos que se escribió ayer, y fue escrita hace 52 años”.
Aprovechó también para agradecer y felicitar a la directora del MOC, Ana Mercado Luna, por el trabajo realizado para tener esta muestra “quiero dar mi profundo agradecimiento a la Biblioteca Nacional que nos ha permitido tener aquí esta muestra que es un orgullo para nuestro museo y a Ana Mercado Luna que ha trabajado con todo su equipo para poder tener acá esta muestra”.
Las encargadas de “Mafalda en su sopa”, son Julieta Colombo, sobrina de Quino, y Judith Gociol encargada del Archivo de humor gráfico e historieta de la Biblioteca Nacional quienes se mostraron muy felices por el éxito de la exposición en su inauguración, Colombo explicó que esta muestra es un reflejo del vínculo entre Quino y sus lectores, como así también del impacto de la historieta en nuestra sociedad “el trabajo que hizo Judith de recopilación y rastreo de los lectores de los cuales Quino había guardado sus cartas, refleja la incidencia que puede tener una obra de esta magnitud en sus lectores. Lo que rescata esta exposición es el vínculo de Quino con sus lectores. Agradecemos a la intendencia por recibir esta muestra, me parece que con la Biblioteca Nacional estamos tratando de llegar a todos estos lugares que tengan interés en recibir este material, creemos que la itinerancia de esta muestra al interior del país es muy importante, para llegar a todos los que no están en Buenos Aires”.
Por su parte, Judith Gociol, explicó “nosotros nos encargamos de compilar todo lo que podemos de los autores para dejar constancia de su trabajo, de todo los tiempos. Éste materia es propiedad de Quino y de Ediciones de La Flor, como los dos grandes aportantes del material a la muestra.
En el caso de la biblioteca nacional es la confirmación de que tiene que ser una biblioteca nacional, que tiene que tener un carácter federal y este es uno de los modos, salir de su propio edificio y encontrarse con lectores de otros lugares”
La muestra empieza con una figura de Mafalda, realizada por el artista Pablo Irrgang, replica de la que se encuentra en las calles Chile y Defensa, a donde vivió Joaquín Salvador Lavado, Quino, y donde nació el personaje de Mafalda.
La primera sala hace un recorrido por la historia y los primeros años de la historieta, con la primera aparición de la tira, un tablero como los que usaba el artista y las tablas que usaba para calcar los personajes. En la segunda sala se encuentran las diferentes ediciones, revistas, libros y publicaciones junto a las chapas de impresión. En la tercera, se pueden ver afiches y dibujos de los personajes orientados a la temática propia de cada uno, como el amor en el caso de Susanita o el de la economía en el de Manolito por ejemplo.
Algunos de los objetos más significativos, son las cartas de lectores a Quino, e incluso viejas cartas de niños dirigidas a los personajes como si se tratara de personas reales, la mayor parte de las mismas fueron contestadas por el autor y, gracias a la colaboración de los lectores, esas mismas respuestas se están exponiendo. Algunas de ellas cuentan casos muy particulares, como la de una ex presa política que cuenta cómo recordaban las historias de Mafalda con sus compañeras en la cárcel, lo que les ayudaba a pasar la amargura de esos días. La muestra cierra con una interesante colección de dibujantes como Rius, Gustavo Salas, Liniers y Roberto Fontanarrosa, que homenajearon en sus historietas, tanto a Mafalda como a Quino. Mafalda en su sopa se podrá visitar hasta el 30 de noviembre de lunes a viernes de 9 a 13 y desde las 15 hasta las 20. Los fines de semana y feriados en horario corrido, de 11 a 20, con entrada libre y gratuita. Las escuelas que lo deseen, pueden programar visitas guiadas, para lo cual deberán escribir a la página del MOC o dirigirse personalmente al museo en Pelagio B. Luna y Pasaje Diaguita.
Opinión
Una ventana a la emoción
Hay veces que una exposición es más que un conjunto de obras colgadas de la pared con más o menos gracia. En algunas ocasiones, no muchas, es una ventana a la emoción.
Esto es lo que sucede con la muestra “Mafalda en su sopa”, que se inauguró el viernes pasado en el Museo Octavio de la Colina, que pertenece al Municipio de la Capital. El recorrido por las numerosas piezas que representan apenas una parte de la prolífica obra de Quino, originales de dibujos y bocetos, publicaciones en muchísimos idiomas, chapas e ilustraciones en homenaje al personaje y su autor, es un emotivo collage de recuerdos, porque todos crecimos junto a la ingeniosa niña que odia la sopa y pone a sus papás en aprietos cada vez que abre la boca.
Y el tiempo presente es adrede, ya que Mafalda, Guille, Manolito, Susanita, siguen tan vivos como el primer día, gracias a la universalidad y la atemporalidad que les insufla su autor.
En los salones del MOC hay mucho para ver y disfrutar, como las cartas de lectores y fanáticos de los personajes dirigidas a Quino y algunas de sus magistrales respuestas.
Pero, en particular, este cronista se vio impactado por el original en lápiz de una historieta de un solo cuadro, un policía con un bastón en la cintura, Mafalda que lo señala y nos explica con su malicioso candor: “¿Ven? Este es el palito de abollar ideologías”. Un dibujo que hizo historia y fue emblemático en el retorno a la democracia de 1983.
En el museo ocurre otra cosa peculiar, casi mágica: cada persona que se acerca al ingenio inagotable de Joaquín Lavado queda atrapada, entre pensativa y divertida, y se aleja inexorablemente con una sonrisa. Un legado inmejorable.
Mariano Armagnague
Fuente: Nueva Rioja