Viernes 14 de Marzo de 2025
24 de Agosto de 2014 - Julian Dominguez

JDP-El Gobierno recupera protagonismo político

Una delegación del ministerio de Agricultura desembarcó hace días en Moscú para concretar los negocios proyectados tras el paso por Buenos Aires del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin

Pero justo cuando los funcionarios se disponían a estampar su firma en los contratos, el Gobierno cerró las exportaciones de carne y dilapidó, de un plumazo administrativo, el esfuerzo diplomático por evitar que las negociaciones se convirtieran en una carta de buenas intenciones. La decisión de la Secretaría de Comercio tomó por sorpresa al ministro Carlos Casamiquela y a su posible sucesor en el cargo, el camporista Javier Rodríguez, en plena misión comercial. Pero fue justificada en la necesidad de evitar un aumento del precio de la carne, que ya se estaba verificando en los mostradores a raíz de la escasez de hacienda. El Gobierno volvió a quedar así atrapado entre los pliegues de los mercados interno y externo, a cuyas contradicciones nunca logró trascender. EL FALLO DE LA OMC Por eso no sorprende que la Organización Mundial de Comercio (OMC) fallara en contra del país por una demanda que presentaron Estados Unidos, Japón y la Comunidad Europea ante las trabas a las importaciones que impuso en su momento Guillermo Moreno. Y si bien la gestión kirchnerista invoca la protección al empleo nacional y argumenta que esa organización suele favorecer a las potencias mundiales, lo cierto es la economía argentina paga el costo de las políticas erráticas. “...no sorprende que la Organización Mundial de Comercio (OMC) fallara en contra del país por una demanda que presentaron Estados Unidos, Japón y la Comunidad Europea” En los últimos días esos tropiezos se corporizaron con notoria evidencia cuando el Gobierno debió descartar la aplicación de la Ley Antiterrorista para la quiebra de la imprenta de capitales norteamericanos Donnelley, casi al mismo tiempo que las principales cámaras empresarias del país se abroquelaban contra el proyecto oficial para reformar y actualizar la Ley de Abastecimiento, que comenzó a ser debatido en el Senado con duros cruces entre funcionarios y hombres de negocios. Pero si bien en el plano económico el Gobierno no logra hacer pie -a juzgar por la baja de 311.000 cuentas sueldo en los bancos y la nueva disparada del dólar paralelo-, en el terreno político la presidenta Cristina Kirchner ha logrado embretar nuevamente a los principales dirigentes de la oposición, que no logran dar con una estrategia adecuada para liberarse del cepo al cual los amarra la consigna “Patria o Buitres”, que alude al litigio con los holdouts en la Justicia estadounidense. De hecho, el plan del ministro Axel Kicillof para cambiar la radicación de los bonistas en el extranjero y traerlos a Buenos Aires para que no se impida el pago de los vencimientos, agarró desprevenidos a los bloques opositores en el Congreso que -a excepción del PRO de Mauricio Macri- se tomaron un par de días para comunicar su postura, a sabiendas de que corren el riesgo de quedar pegados con el juez neoyorquino Thomas Griesa, un personaje a todas luces impopular. La iniciativa gubernamental generó una particular incomodidad en el Frente Renovador massista, puesto que Kicillof habría optado por avanzar con la propuesta después de leer un artículo en el que Roberto Lavagna recomendaba pagar a los bonistas en cualquier lugar del mundo, donde fuera, para evitar que el “tifón” externo se convierta en “tsunami” para la economía argentina. La posición del ex ministro no es inocente, puesto que él mismo encabezó el canje de deuda ejecutado en 2005. Encima, otro economista de renombre en el FR, Martín Redrado, no manifestó la misma visión que Lavagna sobre la crisis de la deuda, por lo cual debió terciar el propio Sergio Massa con una salida eminentemente política: no rechazar abiertamente el proyecto del Gobierno -como lo hizo Macri de forma tajante- sino proponer una alternativa que por ahora se mantiene difusa. A su vez, la UCR se expidió en contra de la iniciativa, al tiempo que Elisa Carrió estaría más cerca de la abstención. En la postura de la jefa de la Coalición Cívica no se observa la intransigencia de otros casos. La Casa Rosada también debería tener en cuenta las señales emitidas por el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, quien se declaró favorable al “diálogo político” para afrontar el mal trance. Pero para que ese entendimiento se concrete, la Presidenta debería convocar a las fuerzas opositoras o al menos permitir que los legisladores del FpV sean permeables a las eventuales correcciones. “Son cada vez más profusas las versiones que señalan a Kicillof como “el candidato de Cristina” de cara a 2015, aunque algunos dirigentes estiman que a la mandataria no le conviene jugarse en la interna oficialista sino mantenerse prescindente” Hasta el juez Griesa envió un mensaje relativamente conciliador en los últimos días, cuando evitó declarar en “desacato” a la Argentina aunque advirtió que el proyecto de Kicillof es “ilegal”. El ministro de Economía cuenta no obstante con el respaldo absoluto de la Presidenta, quien no obstaculiza su avance al estilo “pacman” en la interna del Gobierno kirchnerista. A tal punto que algunos ministros atienden antes su llamado que los del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. El chaqueño parece haberse bajado definitivamente de la carrera por la sucesión presidencial e incluso sorprendió en las últimas horas al admitir que podría postularse como candidato a intendente de Resistencia, la capital de su provincia, ya que no tiene posibilidad constitucional de re-reelección como gobernador (está en uso de licencia). Otros dirigentes kirchneristas, en cambio, se lanzaron de lleno a la arena electoral, como Jorge Taiana, Agustín Rossi y Julián Domínguez. El ex canciller, el ministro de Defensa y el presidente de la Cámara de Diputados manifestaron su intención de competir por el sillón de Rivadavia en las PASO del FpV, pero es mucho más probable que tengan proyección electoral en sus propios distritos: la Capital y las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, respectivamente. La disputa por la máxima candidatura oficialista estaría reservada, por el momento, para el gobernador Daniel Scioli y el múltiple ministro Florencio Randazzo.
 
“EL CANDIDATO”
Sin embargo, son cada vez más profusas las versiones que señalan a Kicillof como “el candidato de Cristina” de cara a 2015, aunque algunos dirigentes estiman que a la mandataria no le conviene jugarse en la interna oficialista sino mantenerse prescindente. Un caso especial es el del secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien se instaló en el centro de la atención pública con su propuesta para agilizar las deportaciones de delincuentes de origen extranjero. Y desató una fuerte polémica. “Son cada vez más profusas las versiones que señalan a Kicillof como “el candidato de Cristina” de cara a 2015, aunque algunosdirigentes estiman que a la mandataria no le conviene jugarse en la interna oficialista sino mantenerse prescindente” Berni, que ayer encabezó un resonante operativo de desalojo en el predio bautizado como “Papa Francisco” tomado en el barrio porteño de Lugano, no oculta su intención de posicionarse como un referente del orden público y encarna una postura diferenciada del kirchnerismo clásico, más operativa y menos ideologizada. El funcionario no cuenta, por cierto, con la simpatía de La Cámpora, dado que expulsó de la repartición al único referente que tenía allí la agrupación. “Sergio no se come una. El último camporista que quedaba acá, fue echado en muy malos términos”, deslizó un funcionario de la Secretaría de Seguridad, que no descartó que Berni sea el año próximo candidato en la provincia de Buenos Aires. La estrategia de instalación del “supersecretario” -y también la de Kicillof- tiene el aval de la Casa Rosada, donde apuestan a sacar de la escena pública al vicepresidente Amado Boudou, en cuyo caso tiene todo para perder. La contrafigura de la semana fue Domingo Cavallo, cuya reaparición fue accidentada debido a un “escrache” de sesgo autoritario. Aunque las autoridades de la Universidad Católica -ligada a la Conferencia Episcopal- deberían reflexionar sobre la convocatoria a sus claustros de personas que tanto daño le hicieron al país. Así parece haberlo hecho el prestigioso economista Mario Blejer, quien se excusó de participar del mismo foro junto a Cavallo y a su colega Javier González Fraga. Tampoco habrían accionado con prudencia los jefes sindicales que -con Hugo Moyano a la cabeza- convocaron a un paro nacional para el próximo jueves. Es que, más allá de manifestar su rechazo a impuestos como Ganancias o repudiar la caída del poder adquisitivo por efecto de la inflación, los gremios deberían entender que no es momento para sumar otro eslabón a la cadena de dificultades económicas que afecta al conjunto de los argentinos y no sólo a un sector con capacidad de movilización.
 
Fuente: El Día (Buenos Aires)

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