Con marchas y contramarchas, el Gobierno definió ayer a última hora que será Amado Boudou, procesado por coimas y negocios incompatibles con la función pública, quien encabece el acto del 9 de Julio en Tucumán. Hubo información contradictoria durante todo el día. Mientras el gobierno tucumano informó por la mañana que Gerardo Zamora –presidente provisional del Senado– iba a presidir la conmemoración por el Día de la Independencia, en la Casa Rosada hubo reuniones y silencio hasta el atardecer: esperaban la confirmación por parte de Cristina Kirchner para anunciar si el vicepresidente estará en el acto. 

El procesamiento del vice complica la agenda diaria de la Casa Rosada donde buscan no exponerlo demasiado por el costo político que representa su situación judicial para Cristina.

Blindar a la Presidenta para que las críticas sobre su vice no se trasladen a ella, es el objetivo principal en el Gobierno. Este temor, y la indecisión que hay en el Gobierno sobre el rol de Boudou, causaron las idas y vueltas de ayer, hasta que a última hora confirmaron que el vice viajará a Tucumán.

Los llamados cruzados y la incertidumbre reinaron en el segundo día de reposo médico que guarda la Presidenta en la quinta de Olivos, por el cuadro severo de faringolaringitis que sufre hace una semana. Temprano por la mañana, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich sólo explicó que entre ayer y hoy iba a definirse la delegación oficial que encabezará el acto de mañana, que comenzará con el Tedeum en la catedral de San Miguel de Tucumán. El gobernador Alperovich recibirá después a Boudou en el aeropuerto provincial para trasladarse a la Casa Histórica, y finalmente asistirán al acto central en el teatro Mercedes Sosa, situado frente a la Plaza Independencia.

En un día donde la atención social estará masivamente colocada en la semifinal que jugará la selección contra Holanda, las miradas políticas se centrarán en Tucumán y en la decisión del Gobierno de que Boudou represente a Cristina. Será su segunda actividad oficial en el país desde que el juez Ariel Lijo lo procesó por corrupción. 

“Los actos quedan prácticamente igual, en su reemplazo, según lo charlamos ayer (con la mandataria), viene el presidente provisional del Senado”, había dicho ayer por la mañana José Alperovich. El Gobierno más tarde informó que esto no sería así. 

Aunque tratan de que se exhiba lo menos posible, Boudou fue informado ayer sobre la hora de que recibiría al presidente armenio, pero no en la Casa Rosada –como estaba previsto– sino en el Palacio San Martín, donde el anfitrión fue el canciller Héctor Timerman.

 

Boudou evitó a la prensa.

Por la tarde, el visitante fue recibido en el Congreso por Zamora y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Después se trasladaron a su despacho, donde mantuvieron una reunión. Boudou se excusó por no asistir. Su parte ya estaba cumplida.

 

Fuente: Clarín (Caba)