‘Yo viví muchos años en ranchos y sé lo que es que el agua te deje en la calle. Por eso, cuando me enteré que estaban en el barrio, fui a ofrecerles todo lo que puedo’, contó Olga Ibaceta, una vecina del barrio Area II, de Caucete, cuya casa está al lado de la sede de la Federación de Uniones Vecinales, uno de los sitios donde permanecen los evacuados de Caucete, tras el temporal del 25 por la noche. En ese departamento, 54 personas fueron evacuadas porque sus casas quedaron inhabitables y entre el drama de no saber cuándo podrán regresar a sus hogares y que seguramente pasarán Año Nuevo en esas condiciones, apareció la solidaridad de los vecinos, complementando la asistencia municipal. 

A los 28 niños y 5 mujeres que están en la sede de la Federación de Uniones Vecinales, Olga ya les prestó su cocina para hacer el arroz con leche que les dan a los pequeños en la tarde y en la mañana. También les facilita su baño, por lo que los pequeños evacuados pudieron bañarse y sacarse el barro que los acompañaba tras el temporal. 

Olga además les presta toallas y a cada rato les pasa agua. Otra vecina, Yolanda Oyola, prepara al menos 10 termos con agua caliente para que las madres puedan preparar la leche de sus hijos y las mujeres puedan tomar mate, además de llevar velas, productos de limpieza y pasar varias horas conversando y llevando palabras de alivio. 

‘Los chicos ya les tomaron cariño y les dicen tías a Olga y Yolanda. Su ayuda es muy importante para nosotros en estos momentos y no dejamos de darles las gracias. Además, otro vecino, Ricardo Cuello, nos trajo arroz, carne y verduras para hacer la comida y un señor que vende pan casero pasó por acá y nos dejó dos panes’, contó Yésica Olivares, mamá de 4 niños y quien fue evacuada porque su casa en el asentamiento Las Moritas se vino abajo. 

La Municipalidad de Caucete, en tanto, les ofrece almuerzo, merienda y cena, además de que les entregó colchones y frazadas. También fue un equipo médico para ver la salud de los evacuados y el intendente Juan Elizondo indicó que ofrecerán mano de obra y materiales para que los afectados puedan levantar sus casas nuevamente. Según indicó, unas 1.000 personas sufrieron daños en sus viviendas, entre moderados y graves. 

El segundo sitio destinado para refugiar a evacuados fue un galpón que tiene Luisa de Durán, en su casa del barrio Industrial. El tinglado está en el fondo de su vivienda y la mujer también les facilita agua y algunas cosas que necesiten los niños. Luisa es la madre del concejal Dante Durán y en su casa, la mayoría de los evacuados pertenecen al asentamiento Corrientes. A Susana Flores, que se quedó sin nada por la lluvia, la anfitriona le prestó una mesa y unas sillas. Allí come con sus dos hijos. ‘El agua me dejó sin nada, estoy en la calle. Me dijeron que mi ranchito es irrecuperable, así que hay que levantarlo de cero. Es el peor fin de año que nos toca pasar’, dijo. 

Por otro lado, al cierre de la edición ya habían vuelto a sus hogares los evacuados de Rodeo y los de 9 de Julio, mientras que permanecía cortada la ruta 153, entre Pedernal y Barreal. 

 

Fuente: El Diario de Cuyo