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1 de Diciembre de 2013 - Política

La Rioja-Ay, las instituciones

Las chicanas legales y el internismo revelado en la demorada asunción en Diputados desgastan a los poderes legislativo y judicial. Para peor, algunos diputados electos del oficialismo y la oposición no definen si asumirán.

Panorama Político de la semana- Por Mariano Armagnague
Como en una película de suspenso, la demorada asunción de los diputados provinciales electos, aunque ya tiene fecha, sigue con varios interrogantes que se resolverán seguramente el mismo día de la jura.
El miércoles pasado, por la tarde, la Justicia electoral de La Rioja fue notificada del rechazo por parte de la Cámara Nacional Electoral del recurso que había presentado Fuerza Cívica Riojana en el cual cuestionaba los resultados del escrutinio definitivo del último comicio. Por ese motivo, se había tenido que posponer la nueva integración de la Legislatura, ya que el órgano competente no podía emitir las actas de proclamación. Con el aval del Tribunal electoral de alzada, se ordenó el trámite y se fijó la fecha para el martes próximo.
La falta de templanza de la oposición, que envalentonada por los resultados de las primarias no pudo digerir la derrota del 27 de octubre, llevó a la judicialización del acto eleccionario, un camino peligroso e inapropiado, porque el común de la gente lo percibe como una chicana política y de ese modo desgasta tanto a los jueces que deben resolver como a los diputados denunciantes y denunciados. Incluso, no se comprende por qué el FCR tomó esa decisión, si luego el propio Julio Martínez admitió que “no tenía muchas expectativas” al respecto.
Sin embargo, en la vereda de oficialismo también contribuyeron a generar inquietud. En medio de este enmarañado proceso, se escucharon destempladas declaraciones que pretendían instalar una disputa entre poderes que, en definitiva, sólo dejaron al descubierto el fuerte internismo que comienza a teñir las acciones de algunos que buscan posicionarse. Esos embates también dañan la imagen de las instituciones, devaluadas por la desconfianza ya casi endémica de la ciudadanía en la política en general.
Encauzada la cuestión legal, a apenas dos días del acto de asunción, aún no se sabe quiénes son los que efectivamente ocuparán una banca, aunque en este caso por cálculo y conveniencia de cada uno. La diputada nacional Griselda Herrera criticó días atrás las candidaturas testimoniales “de un lado como de otro” y son varios los legisladores que muestran su desagrado por esta situación que, por extensión, los afecta.
Por un lado, está el caso de Inés Brizuela y Doria, actual diputada nacional que, según se informó en la conferencia de prensa en la Legislatura del viernes, solicitó un permiso para jurar en mayo, lo que ya es visto como una señal de arrepentimiento y falta de compromiso con el electorado capitalino, que la convirtió en la principal figura de la oposición. Aquí también es curiosa la postura de su compañero de bancada Julio Martínez, quien la respalda pero a la vez critica a los intendentes del oficialismo que fueron candidatos.
En tanto, en el bederismo ya se hizo pública la renuncia de Marcelo del Moral a su banca para asumir en el ministerio de Desarrollo Social y que el diputado Jorge Basso esperará a reponerse de una cirugía reciente. Sin embargo, aún no se define lo que vaya a suceder con el intendente Ariel Oviedo, quien solicitó jurar después del 10 de diciembre, o el intendente de Sanagasta, José Aparicio. Es casi seguro que Alberto Paredes Urquiza continúe en su cargo en el Ejecutivo, por lo cual debería ocupar su lugar Enrique Rodríguez, quien tampoco asumiría y la banca podría quedar en manos de la gremialista docente Hilda Lucero.
 
Tello Roldán, en la mira
La UNLaR, que retomó el camino de la democracia interna y la recuperación institucional, enfrenta ahora una tarea aún más compleja y delicada: investigar el legado de décadas de administración tellista.
El jueves pasado, las autoridades universitarias convocaron a una conferencia de prensa en la que desgranaron una serie de supuestas irregularidades que fueron derivadas a la Justicia. El rector Fabián Calderón y el vicerrector José Gaspanello, acompañados por todo el funcionariado, denunciaron que hay más de 2.500 expedientes que no fueron rendidos, además de fallas en la entrega de actas a empleados cesanteados y manejos poco claros de los fondos, como una cuenta con 17 mil dólares cuyo origen se desconoce. El rectorado acudió a la Auditoría General de la Nación para realizar una investigación profunda, pero descarta que lo hallado es apenas la punta del iceberg.
Entre otras cuestiones, hay muchas dudas respecto de onerosas compras de equipamiento para las carreras, donaciones de terrenos y numerosas cuestiones referidas a despidos y reasignaciones de tareas de empleados, vinculados presuntamente con la conducta de cada uno en la elección de autoridades universitarias o discrepancias con Tello Roldán y sus principales colaboradores. Calderón acudió a los organismos nacionales para realizar una auditoría exhaustiva que ponga en blanco sobre negro la situación económica, financiera y patrimonial de la casa de altos estudios.
Más allá de estas acuciantes cuestiones, el rector se ha fijado también como meta el mejoramiento académico y el ordenamiento de varias carreras que requieren revisión. Asimismo, comenzó a recuperar los vínculos con otras universidades en el seno del SIN, que la UNLaR había abandonado hacía muchos años.
Es de esperar que, así como la sociedad en su conjunto apoyó los cambios en la UNLaR, la gestión que encabeza Calderón reciba también la respuesta de los organismos competentes para resolver con celeridad tan graves denuncias.
 
¿Le abrió la puerta?
Aunque en un segundo plano ante temas de gran repercusión, como la jura en Diputados o las denuncias en la UNLaR, hay que prestar atención a la reunión que mantuvo Beder Herrera con los concejales de la Capital.
Si bien el motivo del encuentro fue analizar las modificaciones en el sistema de transportes de pasajeros y fue anunciada como de “carácter institucional”, es mucho más significativo el gesto de acercamiento entre el bederismo y el quintelismo, sectores largamente enfrentados que hasta hace pocos días atrás era impensado que pudieran estar sentados a la misma mesa.
Muestra de este cambio –modesto, pero cambio al fin– en la relación son las declaraciones de Ricardo Quintela, quien pidió iniciar un diálogo “respetuoso y ameno” con las autoridades provinciales. Lejos de los constantes reclamos y descalificaciones, el intendente capitalino respondió así al mensaje de Beder. Ambos saben que se avecinan dos años difíciles de reacomodamientos y, aunque es conocida la imprevisibilidad de los Q, podría ser el primer paso de un futuro acercamiento.
Otra cuestión importante es la jura mañana de Marcelo del Moral en Desarrollo Social, que representa la movida inicial de una estrategia del gobernador que se apoya en los intendentes. Así como en su momento impulsó el ingreso de varios jóvenes para oxigenar su gabinete con los llamados “Beder boys”, hoy el mandatario acude a la estructura real de poder de los jefes comunales, para hacer pie luego de un complicado proceso electoral.
En este sentido, sigue sonando fuerte el nombre de Quito Saúl para sumarse al elenco ministerial y ya son visibles algunas gestiones de Fernando Rejal, como las reuniones por Argelite, rumbo al área de Producción.
 
Fuente: Nueva Rioja

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