"Es decir, una persona que había decidido poner fin a su vida, enfrentaba armado a la policía y ésta, por número, le daba muerte. Tal parece ser que como sociedad, los riojanos estamos asistiendo a un episodio similar pero en este caso con las motos o automóviles. Y lo peor arriesgando vidas ajenas. Como ocurre con todo problema social, en el caso confluyen diversos factores. 

Inacción casi completa del estado (nacional, provincial y municipal), falta de capacitación en los conductores e inobservancia de la reglamentación en la materia. 

El problema de las motos no es sólo local, pero nadie parece darse cuenta. La solución debió darse ayer, no mañana. Y como en este país esperar soluciones del Estado es utópico, hay que poner manos a la obra. Si usted lector, tiene hijos adolescentes, no les compre una moto porque les está poniendo un revólver cargado en las manos. Deje de lado la siesta y llévelos usted mismo adonde tengan que ir, en especial de noche. 

Por suerte, el servicio de transporte ha mejorado y ya comienza a ser una opción para los que menos recursos económicos tenemos. Respete las indicaciones de velocidad máxima en calles y avenidas y los semáforos. No hable por celular o mensajee mientras maneja. Conserve la derecha. Las motos ¡no pueden pasar por la derecha!!! Respete a los demás y será respetado. La vida es irreemplazable y cuando se pierde la de un joven todavía más. Porque se lleva con él a todos sus seres queridos a la tumba. Más tarde o más temprano”. 

Jorge Villega, DNI 11.935.452.   

 

Fuente: El Independiente