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27 de Agosto de 2013 - Seguridad Vial

Córdoba-Carné: irregularidades en Mendiolaza

Una médica del municipio certifica el examen de vista sin hacer ningún tipo de prueba. En el teórico, los aspirantes se copian frente a las autoridades. El práctico de manejo es apenas una vuelta de ocho cuadras por calles de tierra, sin pasar ni por un semáforo.

La gente se agolpa en el área de Seguridad Ciudadana de la municipalidad de Mendiolaza; son hombres y algunas mujeres que quieren sacar el carné de conducir de moto o auto. Salvo que no puedan ni arrancar el auto y andar unas cuadras casi sin tránsito, todos se volverán con la licencia luego de un trámite lleno de irregularidades.
 
–¿Domicilio?, pregunta una empleada de la municipalidad.
–Ciudad de Córdoba, responde uno de los aspirantes.
 
La pregunta y la respuesta se repiten una y otra vez: casi ninguno de los aspirantes vive en Mendiolaza. Es la prueba fáctica de los dichos del intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, quien reconoció que el 80 por ciento de las dos mil licencias mensuales que tramitan son de conductores de la Capital.
La gran cantidad de personas de la ciudad de Córdoba que se traslada 25 kilómetros tiene una razón: la facilidad con que Mendiolaza entrega el carné.
No es que en la ciudad de Córdoba sea tan difícil. Para 
el carné de auto, se debe pasar un examen teórico (las preguntas y respuestas están en la Web municipal), un práctico (hay que saber estacionar de culata entre dos vallas) y un psicofísico (un médico hace un examen visual sencillo, ese en el que se debe distinguir letras pequeñas de un cartel luminoso).
El examen para el carné de moto es un poco más complejo en la ciudad de Córdoba. Desde diciembre de 2012, los aspirantes a obtener por primera vez la licencia deben realizar un curso de tres días.
Pero en Mendiolaza no es que los controles sean laxos: es mucho más que eso. Los tres exámenes (teórico, práctico, psicofísico), tanto para moto como para auto, están plagados de irregularidades, según pudo comprobar este diario al acompañar a Soledad (el nombre es ficticio, a pedido de la mujer), residente de la ciudad de Córdoba, a sacar el carné.
 
Copiar es normal. El teórico es una serie de 40 preguntas multiple choice que, según la empleada detrás del mostrador, son extendidas por la Provincia. Hasta ahí, todo muy bien. El problema es que copiar está permitido en los hechos. Los presentes ni lo disimulan; es como una gran prueba grupal.
En nuestra visita, por ejemplo, dos hombres de unos 40 y 50 años se consultan sin pruritos, mientras Soledad contesta sola su cuestionario. Otro ejemplo: una joven de menos de 20 años, que fue a sacar el carné por primera vez, le hace preguntas a su padre, en voz alta. Todo sucede en bancos situados a unos tres metros del mostrador donde las autoridades hacen los trámites de la licencia.
 
Examen de la vista. Lo más grave es el examen psicofísico. Luego del teórico, las amables empleadas del mostrador le indican a Soledad que vaya al dispensario, a unos 20 metros de Seguridad Ciudadana.
Tras pagar los 25 pesos del bono contribución, Soledad es llamada por la médica; a los cuatro minutos, Soledad sale del consultorio con los papeles del apto médico. ¿Qué sucedió? Soledad cuenta que sólo le hicieron cinco preguntas (entre ellas, cuál es el grupo sanguíneo, si usa lentes –responde que no–, si es alérgica a alguna medicación y si es donante de órganos).
 
Eso fue todo el intercambio. Sin embargo, la médica acredita que Soledad pasó una serie de pruebas visuales que nunca realizó. Visión en profundidad, agudeza visual, identificación de colores, visión nocturna, encandilamiento, reacción al encandilamiento, son algunos de los exámenes que la médica certifica con su firma y sello que Soledad pasó con éxito, aunque jamás le hizo prueba.
“Salí asombrada; me da miedo pensar en quién circula en la calle. En el de Córdoba sí te hacen la revisación médica”, comenta Soledad.
 
Práctico irrisorio. Luego, una de las empleadas del mostrador sale con Soledad a realizar la prueba de manejo. Se suben 
las dos adelante y la periodista de este diario, en el asiento 
de atrás.
Todo el examen se basa en dar una vuelta de unas ocho cuadras por calles de tierra de Mendiolaza. No atraviesan 
ni un semáforo, no entran ni 
a una calle de asfalto, nada que genere un mínimo de dificultad. Soledad ni siquiera se cruzó 
con un auto.
A la vuelta, Soledad detiene el vehículo a varios centímetros de la vereda (frente al municipio), sin la intención de dejarlo allí sino para que la examinadora baje. “Si necesitás, que lo estacione la señorita de atrás”, le dice la empleada municipal. Soledad trata de explicarle que sabe estacionar, pero la mujer no escucha. No importa, ya 
se está volviendo a Seguridad Ciudadana.
“Me preparé tres meses, contraté a una profesora particular y practiqué muchas veces estacionamiento con amigos; pensé que iba a ser más difícil”, cuenta Soledad.
La empleada le entrega papeles a Soledad que certifican que la aspirante puede hacer una gran lista de maniobras que jamás demostró.
Y ya está todo listo, sólo falta pagar los 150 pesos para recibir el ansiado carné.
 
Se achican los plazos
Desde hoy, en el CPC Monseñor Pablo Cabrera de Capital se puede sacar el carné con nuevas medidas de seguridad. Ya lo hace Rancagua. Cuando ya se tramite en los 11 CPC, Córdoba se integrará al Repat y, entonces, los capitalinos no podrán ir más a Saldán.
 
Fuente: La Voz del Interior

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