11 de Agosto de 2013 - Política
La Rioja-Mirador Político:"Haz lo que digo no lo que yo hago"
A menudo se suele escuchar esta expresión, que no hace otra cosa que señalar el error de las personas de manifestarse de determinada manera, pero actuar de otra totalmente diferente.
Esto es lo que sucedió esta semana cuando por este medio, los riojanos se sorprendieron con el rol que le tocó jugar a la diputada nacional Inés Brizuela y Doria al representar a un acusado de cometer delitos de lesa humanidad, allá por el año 2008.
Sabido es, que se trata de un tema absolutamente sensible a los sentimientos de miles de argentinos, que perdieron a sus seres queridos y muchos otros que debieron soportar los vejámenes de un gobierno dictatorial, acusado de cometer los peores crímenes.
Justamente dentro de un par de días se sustanciará el juicio contra el gendarme Jorge García, imputado en una causa por “privación ilegitima de la libertad y otros tormentos”, durante el gobierno de facto y es por ello que aparece el nombre de la cuestionada diputada, que ejerció la polémica defensa.
Contrariamente a lo que algunos opinaron durante estos días, no se debe criticar el rol profesional que cumplió Brizuela y Doria en ese momento, pues está en todo su derecho de ejercer una defensa como un trabajo más dentro de sus labores. Como tampoco se puede negar el derecho inalienable del imputado de contar con un abogado que lo represente, aunque haya cometido el peor y más sangriento de los crímenes.
Lo que si provocó sorpresa e indignación es la falta de coherencia en los hechos que le tocó afrontar a la diputada, ya en momentos que ejercía su cargo de legisladora nacional, estuvo a la cabeza de los reclamos por el respeto de los derechos humanos y también en la lucha antiminera en Famatina, justamente el departamento al que pertenecen los pobladores que denuncian los tormentos y persecuciones vividas durante la dictadura militar.
Las reacciones no se tardaron en aparecer y fueron de las más disímiles. Mientras hubo gente de su partido que le pidió la renuncia lisa y llanamente, además de la expulsión de la Unión Cívica Radical, otros optaron por la cautela y la búsqueda de justificaciones respecto al accionar develado en exclusiva por EL INDEPENDIENTE.
La propia diputada obvió en muchos casos referirse al tema y cuando lo hizo, terminó por reconocer que había tomado ese rol por pedido de un colega suyo, pero que desconocía el nombre y la acusación que pesaba sobre su defendido. El intento de explicación habla, por lo menos, muy mal de Brizuela y Doria como profesional del Derecho. El argumento de su renuncia al día siguiente a la defensa, no sirvió demasiado para aplacar los ánimos de un sector que mantiene latente su lucha por los derechos humanos en La Rioja y en el país.
En ese marco, apareció una nueva contradicción, por ser la legisladora una de las firmantes, junto a otros legisladores radicales como Gerardo Morales y José Cano, del pedido de reapertura de la denuncia contra el jefe militar César Milani por participar del Operativo Independencia.
Todos estos cuestionamientos, dejan fuera de discusión la estrategia de escudarse en la típica campaña de desprestigio que siempre se intenta argumentar, para desviar el eje de la discusión y terminar acusando a quienes revelan una situación tan particular como ésta. No es necesaria ninguna campaña, pues el desprestigio aparece solo ante tamaña circunstancia.
Como tampoco es válido, señalar con el dedo a otras personas que tuvieron alguna participación en el proceso militar, como si compartir la culpa fuera un atenuante del propio accionar cometido. Esto ocurre cuando los argumentos se terminan y no hay manera de justificarse.
Ojalá, a partir de la culminación de este primer proceso electoral del año que vivimos los riojanos y los argentinos, pueda dar luz a muchas cuestiones oscuras, que quedan en medio de la vorágine política, banalizándose o al menos tratando de hacerlo.
Los hechos no son para nada sencillos ni merecen tratarse a la ligera, mucho menos cuando hay personas que todavía mantiene fresco el dolor de haber sufrido los embates de la más cruenta de las dictaduras en el país.
Una nueva oportunidad
La democracia argentina ofrece hoy otra chance de fortalecerla, luego de sus 30 años ininterrumpidos, ratificando que es el mejor de los sistemas de gobierno conocidos.
Ejercer el derecho ciudadano de votar, es quizá el momento más sublime y soberano que se pueda tener. No hay que desaprovecharlo. Cada dos años las urnas son testigos fieles de nuestras decisiones, que deben ser las mejores y también ser respetadas al momento del conteo.
La elección de hoy es una instancia previa, muchas veces vapuleada por los mismos partidos políticos que hasta el momento no han sabido aprovechar este sistema de Primarias, exitoso en muchos lugares del mundo, pero que en Argentina aún le falta mucho. Habrá que darle tiempo para que todos vayan aprendiendo a vivir las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, como el verdadero filtro para que en las generales lleguen los mejores candidatos.
La idea primigenia de dejar de lado las viejas elecciones internas partidarias y celebrar esta instancia abierta a todos los electores, sigue quedando en buenas intenciones. Lamentablemente hoy es tomada como una “gran encuesta”, donde la única exigencia es obtener el 1,5 por ciento de los votos válidamente emitidos. Sólo quedará afuera quien no logre ese piso.
Esta suerte de termómetro, puede tener sus aristas dignas de analizarse. Estas PASO en La Rioja, dejarán delimitado un panorama político que presenta un fuerte antagonismo, que fue evidente durante la campaña electoral. Si bien, fue un proceso tranquilo porque salvo algunas escaramuzas entre sectores interesados, nada pasó a mayores, vale decir que tampoco hubo una gran discusión de ideas y de planteos concretos a la sociedad, como argumento para elegir uno u otro.
Hay que ser conscientes también que ni esta elección ni la de octubre, podrán definir el rumbo de un gobierno nacional ni tampoco provincial, pues esos cargos ejecutivos fueron votados por cuatro años y hay que respetarlos debidamente.
Todos deberían recordar que hay vida después de hoy y también después del 27 de octubre y en La Rioja sólo se eligen dos diputados nacionales, de un total de 127 en todo el país. Cada uno tiene su responsabilidad y la debe cumplir acabadamente, para eso los eligieron.
El mensaje hoy es muy claro y está relacionado con la importancia de la participación. De nada sirve criticar y quedarse en la casa sin asistir a votar. Esa falta de compromiso es la que provoca muchas veces un descontento innecesario.
Hoy nuevamente nos enfrentamos a una urna y a la decisión de definir a quiénes queremos para que nos representen en el Congreso Nacional. Esos minutos dentro del cuarto oscuro son únicos y allí nada ni nadie puede ejercer presión alguna. Sólo la conciencia y la obligación de civismo, nos guiará para adoptar la mejor decisión.
Fuente: El Independiente