Dicen que no es lo que esperaban pero confían que en mayo ya no cobrarán manualmente.
Aunque ni la mitad de los usuarios de Transpuntano utilizan la Tarjeta Bus, para la empresa no es un fracaso y consideran que es por especulación. Lo cierto es que la utilizan 10 pasajeros de cada 100 que suben, advirtieron los choferes de la empresa sobre el sistema que comenzó el 29 de marzo.
Si bien en la firma aseguran que funciona la máquina expendedora de los 91 colectivos, los usuarios le dan la espalda de momento. “De cada 700 personas, unas 10 te deben pagar con el plástico”, señaló irónicamente un empleado de la firma de transporte urbano que prefiere no recibir más dinero en la mano para destinar su atención al tránsito. En este planteo coincidieron tres conductores.
“También es cierto que cada día que pasa se suman las personas que pagan a través del medio electrónico, aunque reconocemos que no es lo que deseamos porque la tarjeta facilita el cobro”, comentó otro chofer que ayer “cortó” 500 boletos de los cuales unos 100 fueron expedidos por la ticketeadora. Además consideró que en mayo, ya no cobrará manualmente.
“Somos hijos del rigor, yo saqué la tarjeta ni bien abrieron la inscripción. La pedí en el CIC de la Tercera Rotonda, ahí tenés un cargador para probar cuánto crédito te queda. Yo le cargué 100 pesos para tener de sobra”, comentó Gabriel, usuario de la línea R. El trabajador explicó que se “complica” cuando ya no quedan monedas y que “con los billetes grandes” es una patada al cambio monetario.
El pasajero sostuvo que prefiere “toda la vida la tarjeta” antes que abonar con billetes porque es “insufrible buscar cambio”. Gabriel estima que al mes gastará unos 75 pesos así que con su actual carga, tiene margen para “descansar su bolsillo”.
El presidente de Transpuntano, Ignacio Campos aseguró que el boleto manual tiene fecha de vencimiento, en principio para junio, pero la suerte está atada a la entrega de todas las tarjetas en el mercado para poder eliminar el pago con dinero. “Lo vamos a mantener hasta que todo el mundo tenga la tarjeta”, dijo y contempló que deben asegurarse que todos la tengan para que “nadie se quede a pie”.
Cada plástico tarda entre cinco y siete minutos ya que un operador coloca la información esencial, toma una foto, controla los datos y lo imprime. Calculan que en 8 horas pueden expedir unas 200 tarjetas diarias.
Campos dijo que el mercado estará abastecido con 40 mil tarjetas entre las que se incluyen las de tarifa plana (para los usuarios particulares), obreros y jubilados. Para los estudiantes destinarán 20 mil. En la calle ya hay 10 mil.
Lo que le llama la atención al empresario es la poca utilización del plástico, aunque sabe que en Buenos Aires sucedió algo similar con la tarjeta SUBE. “La empezarán a utilizar cuando sea obligatorio como sistema de pago excluyente, es la única razón que se me ocurre para explicar la situación”, argumentó Campos.
El Gobierno Nacional obligó en 2011 a que todas las unidades de transporte de pasajeros urbano y suburbano de Buenos Aires cobraran de manera electrónica. La tarjeta se entregó gratis hasta marzo de 2012 que la comenzaron a vender a 15 pesos. Antes de esa fecha, se saturó el sistema de entrega ya que los usuarios no querían pagarla.
El plástico es gratuito, magnético y no tiene contacto con la máquina que emite el boleto. Hay dos tipos de tarjeta: una para usuarios comunes que tendrá impreso el nombre, DNI, podrá pagar varios boletos y recuperar el importe si la extravía. La otra es para obreros y jubilados, que pagan un ticket con descuento.
Fuente: La República de san Luís
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