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3 de Abril de 2013 - Accesibilidad

La Rioja-Cuando el conocimiento rompe con todas las discapacidades

La institución se autogestiona para lograr los talleres, que ellos mismos dictan, supervisados por profesionales.

La Unión Riojana de Ciegos es la única institución no estatal y de autogestión que está dedicada a la capacitación de personas ciegas. Particularmente está formada por personas no videntes, lo cual hace que sea un ejemplo para ser imitada. Si bien están siendo supervisados por profesionales, las capacitaciones son dictadas por ellos mismos.
NUEVA RIOJA dialogó en forma distendida por varios de los socios activos que tiene esta Unión Riojana de Ciegos, quienes convergieron de diferentes asociaciones.
Blas Lallana, Manuel Juan Tsakoumagkos, Pablo Avila, Leonardo Atencio, Claudia Gramajo, Hugo Ocampo, Ana María Tanquía, Sonia Saviola, son algunos de los tantos ejemplos que se puede resaltar sobre el hecho de vencer obstáculos, sobre la forma de ver la vida, más allá de su impedimento. Todos ellos son ciegos adquiridos, es decir que por un accidente, o diferentes patologías quedaron con ceguera. Se les fue la luz en sus ojos, pero eso no les quita que sus vidas no estén llenas de colores. Ellos solos, a fuerza de su tenacidad y para no quedar desamparados, formaron la Unión Riojana de Ciegos. Actualmente están tramitando su personería jurídica, papeles que ellos mismos quieren hacer. “No es de soberbia, simplemente es para la satisfacción propia de nosotros”, aclararon al equipo periodístico de NUEVA RIOJA.
“La comisión directiva, con excepción del tesorero, son todos ciegos. Queremos demostrar que sí podemos. Lo mismo pasa con los talleres que dictamos, son impartidos por ciegos. Hay un capacitador, un profesional vidente que nos planifica y nosotros de allí dictamos las clases. Nosotros lo incluimos al vidente, pero no queremos que pasa como en otras asociaciones que hubo para personas ciegas, donde lo manejaron gente de afuera y que no eran ciegos. El tesorero es el profesor Walter Midward, es la única persona vidente. Aquí se encuentra personas con baja visión o directamente ciegos”, aclaró Blas Lallana, quien es el presidente de esta Unión Riojana de Ciegos.
Esta institución pionera en su género nació hace dos años aproximadamente, luego de varios años en que se dictaron cursos de capacitación en computación e informática. Luego de concluido este taller, tanta Lallana como Midward se propusieron comenzar con esta Unión.
“Para no herir susceptibilidades decidimos ponerle Unión Riojana de Ciegos. Había gente acá que venía de ARCA, otros de Huaira, y otros independientes. La componen entre 25 a 30 socios activos, Después hay niños ciegos que vienen acá desde la escuela María madre o profesores que llegan con preguntas. Pero por ahora es una asociación para jóvenes y adultos. No estamos capacitados para hacernos cargo de niños. También viene gente del interior, como Chamical, Villa Unión, Chilecito y Milagro”, indicó Blas Lallana, quien junto al resto de la Asociación recibió al equipo periodístico de este diario, en su sede, que está ubicada en el Radio Club del barrio 3 de febrero.
“La asociación no se formó con el sentido de la autoayuda, sino de capacitación. La autoayuda se la puede buscar en un psicólogo o fuera de esta asociación. Además de la función social, donde se festeja los cumpleaños y se hacen prácticas deportivas, lo que buscamos es la capacitación, para luego poder buscar empleo, y que en cierta manera, seamos independientes en nuestra vida. Para nosotros, todo lo que para los videntes son tareas normales, para nosotros, es una técnica, desde dónde está el vaso, el cubierto o una silla, y la orientación y la movilidad, que es lo más difícil”, explicó.
La Unión Riojana de Ciegos se autogestiona, más la ayuda de benefactores, quienes donan algún elemento para la utilidad de la asociación. Pero tienen ese empuje que los lleva a hacer rifas para lograr las capacitaciones.
“Hay máquinas que fueron donadas por políticos. Una computadora la donó la diputada Judit Díaz Bazán, otras cosas por el profesor Midward, desde el Municipio, Silvia Vera también hicieron donaciones. Y después están las rifas que hacemos y con lo que logramos gestionar nuestros propios recursos”, comentó.
El modus operandis que tienen estas capacitaciones es el siguiente: primero, son dictadas por las propias personas ciegas, es decir que lo que se impartirá es por algo que el mismo educando pasó. Pero esto no queda en la mera experiencia, sino que son supervisados por profesionales. De allí que en cada uno de los talleres, hay un profesional. Hay taller de computación, Braille, orientación y movilidad, entre otros.
“El profesional dice y nosotros planificamos la clase. Esto comenzó en el 2005. La mayoría de nosotros tenemos ceguera adquirida, que no es lo mismo que haber nacido ciego, porque así hay una preparación psicológica distinta. Nosotros por diferentes motivos quedamos ciegos”, aclaró Lallana, quien actualmente se desenvuelve como secretario y recepcionista del Obispado de la Provincia.
 
El más experimentado
Si bien hay socios de todas las edades, el más experimentado, debido a su experiencia y su conocimiento es Manuel Juan Tsakoumagkos, quien en su explicación a este diario citó desde Jorge Bucay hasta Juan José de la Barca. Es el único que se puede decir que se mueve con total independencia, e inclusive, a nivel social es bastante reconocido por sus constantes actividades. A él le gusta el deporte y hasta afirmó que “pocas veces me encuentran en casa. Donde hay algún deporte, ahí estoy yo”.
“Nosotros hacemos que las capacitaciones nos sirva. En el caso mío, yo dicto el taller de orientación y movilidad, pero estoy siendo supervisado por un profesional. Porque una cosa es decir a la criolla que me pasó, y otra cosa es el modo en que lo pueda decir un profesional”, agregó.
Este hombre, que ya pinta canas fue uno de los fundadores de la Asociación Riojana de Ciegos y Ambliopes, pero con el tiempo se alejó de esta asociación. Ahora, con las pilas recargadas en una institución donde los que toman las decisiones son los propios ciegos, Tsakoumagkos encara el proyecto de un modo esperanzador, sencillamente, admirable para todos.
“Esto nace como una respuesta, porque a nivel estatal se podría decir que hay cierto grado de educación, pero a nivel privado, para los temas de la discapacidad es una ínfima o directamente nada de participación ni capacitación. Y esto que yo me acerqué hace poco tiempo, era Blas y el profesor Midward quienes venían trabajando desde hacía tiempo”, aclaró, mientras que informó que desde el punto de vista educaciones, luego de la secundaria, no hay ningún otro tipo de capacitación referente a este tema.
Su mensaje, tanto para los discapacitados, como también para el resto de la sociedad es la capacitación. Para él, en la palabra “discapacidad”, hay que sacar el “dis” y al resto agregarle “tación”. Por eso es que se acordó de un proyecto que le presentó al Municipio para hacer cordón cuneta y veredas accesibles en el barrio donde actualmente reside. “Pero lo que hicieron me pusieron como un corral directamente en mi cuadra. Eso generó que me odien el resto de los vecinos. Pero yo había pedido que sea para todo el barrio, que eran solo cuatro cuadras. Me dijeron un grupo de profesionales que yo necesitaba unas rampas que vayan desde la puerta de mi casa, pasen a la otra calle y de ahí a la avenida Leandro N. Alem. En realidad, las rampas son para los discapacitados motrices, no para los ciegos y después, de dónde se vio que las rampas se comuniquen entre sí y desemboquen en una avenida. Por eso les dije que necesitaban un posgrado para trabajar por la discapacidad”, recordó.
Sin embargo, luego comprendió que en realidad se tenían que vencer todos los obstáculos, inclusive aquellos tan difíciles como el estado actual de las veredas. “Hay que lograr sortear todos los obstáculos, que tengas al frente de uno. Eso es lo que dice Bucay y en realidad tiene razón. Por eso es que después de lo que pasó con ese proyecto de las veredas, me di cuenta que tenía que comenzar a caminar tal cual estén las veredas, y comenzar a recorrer las calles de tierra de mi Rioja”, puntualizó.
En cuanto al grado de independencia que pueden llegar a tener, Tsakoumagkos citó al profesor de matemática Juan José de la Barca y su pregunta sobre la dependencia que se genera en un avión con respecto al piloto. “En todos los órdenes de la vida es lo mismo, todos dependemos en cierto grado de algo. Un ejemplo, yo ahora no se nada de computadora, y ahora dependo de las clases que me dictan Blas o Leo, que es otro de los chicos que tienen dominio informático. Así pasa en todos los órdenes de la vida”, remarcó.
“Yo hago mucho deporte, es más no paro en mi casa, donde hay deporte, ahí estoy yo”, destacó.
 
Sobre mitos y verdades
La Unión Riojana de Ciegos esclareció ciertas realidades que se comentan en la calle. “Es mentira eso que como nosotros no podemos ver, se nos despertaron otros sentidos. Tenemos los mismos sentidos que los otros, solamente que no podemos ver. Al no poder hacerlo, dependemos de los otros sentidos”, indicó Tsaokoumagkos.
“No es que te saco la vista y te doy más del oído, o del tacto. Lamentablemente no es así. El tema de los billetes es otro de los mitos. Si bien se puede detectar en los billetes nuevos, en los viejos cuesta identificarlos. Ahí nos hacemos valer de nuestra experiencia, para llevar identificados los billetes y así poder pagar por ejemplo un remis. Por eso siempre recomendamos llevar sencillo.
“El tema de los vueltos, sabemos que la mayoría de las personas no nos van a embromar con la plata”, concluyeron.
 
Historias de vida
Todos los días vencen obstáculos para poder desenvolverse libremente
La Unión Riojana de Ciegos tiene diferentes integrantes. Todos ellos se reunen para las capacitaciones. Pablo Avila es el más joven del grupo. Tiene 21 años y llegó cuando tenía 19. Es un fiel ejemplo que su impedimento visual no le obstruye tener una vida plena. “Todos los días salgo a la mañana a caminar con el bastón”, dijo este joven hincha del Club Atlético River Plate. Quiere ser profesor de música, y por eso es que por intermedio de la Unión, se le tramita la posibilidad de terminar sus estudios secundarios. “Hay veces que los chicos del barrio están jugando la pelota y yo también me prendo a jugar. Ayudo a hacer arrancar una moto, empujo para sacarla, en fin, hago lo que quiero”, dijo este joven, a quienes muchos de la asociación ven como el más audaz, y el que podría desenvolverse con soltura, luego de las clases de orientación y movilidad que le dicte Tsakoumagkos.
Claudia Gramajo padece de baja visión. Pero eso no le impide baldear en su casa, o bien trabajar en un centro de enfermedades, cuidando enfermos.
“La vida es un poco más difícil para el que ve poco que para el ciego totalmente. La sociedad te pone más a prueba. Pero te podés manejar perfectamente. Un ejemplo, con los colectivos. Yo sé donde están las paradas, pero por ahí no puedo distinguir bien el número, por ejemplo confundo la línea 7 con la línea 1. Pregunto al que esté al lado, o bien cuando no hay nadie, hago parar al chofer y le pregunto si va hasta donde puedo ir yo”, indicó.
“En casa hago las tareas del hogar y acomodo mis horarios de acuerdo a mis impedimentos. En verano tengo migraña y cefalea aguda, pero en marzo y abril empieza mi ritmo de vida. Soy auxiliar de enfermería y también me llaman para cuidar en sanatorios o domicilios. Hago trámites como cualquier otra persona, acompaño a mi familia al médico”, enumeró entre otras tantas tareas que realiza.
El guitarrista y músico del grupo es Hugo Ocampo, quien tiene el título de maestro profesional de músico. Una sola vez ejerció la docencia, en tiempos donde no era bien remunerado. Por eso su vida transcurrió entre los escenarios, tocando la guitarra entre dos grandes del cuarteto: Wally Mercado y Marcelo Puga.
En tanto que Ana Tanquía es la instructora de Braille, quien aprendió la técnica cuando tenía 8 años. “Hay personas no videntes o de baja visión que no conocen esta técnica en la Provincia. Se enseña en los profesorados de enseñanza para ciegos, o en los niños de la escuela primaria Maria Madre, que es la única donde se enseña”, informó.
Leonardo Atencio es otro de los integrantes de la Unión Riojana de Ciegos. Si bien, admitió que no tiene el coraje de Pablo Avila para salir a la calle, también asimila que los obstáculos que muchas veces se encuentra en la calle son impedimento para todas las personas.
“Los discapacitados motrices también tienen dificultades. Los abuelos de más de 60 años también. Los coches de los bebés también. Nosotros no solamente vemos el impedimento para nosotros, sino que abarcamos a los demás. Las rampas muchas veces no están enfrentadas o no están dispuestas en las sendas peatonales para que uno pueda cruzar de manera tranquila. Los carteles de los negocios, es otro de los problemas, pero no solamente para nosotros, sino para toda la gente”, concluyó.

Sobre las Leyes en contra de la discriminación de discapacidad
La Ley Nº 25.280, aprueba una convención Interamericna para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad, suscripta en Guatemala. La norma fue sancionada y promulgada en el año 2000. Se reafirmó que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos humanos y libertades fundamentales que otras personas; y que estos derechos, incluido el de no verse sometidos a discriminación fundamentada en la discapacidad, dimanan de la dignidad y la igualdad que son inherentes a todo ser humano. Se consideró que la Carta de la Organización de los Estados Americanos, en su artículo 3, inciso j) establece como principio que “la justicia y la seguridad sociales son bases de una paz duradera”.
Aquí se determinó que el término “discapacidad” significa una deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por el entorno económico y social.

Fuente: Nueva Rioja

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