A nueve meses del asentamiento en el barrio Los Lolos y a pocos días que termine la feria judicial, el asesor letrado del municipio, Martín Medvedoff, informó a TiempoSur que seguirán abocados en lograr el desalojo vía judicial, a fin de recuperar el predio tomado por las familias.
Asimismo, remarcó que se realizarán nuevos censos para ver en qué medida creció el asentamiento, a fin de actuar en función de eso. De esta manera, el municipio continúa en la búsqueda de recuperar los terrenos perdidos.
Fin de la feria
TiempoSur conversó con Medvedoff ayer al mediodía, quien explicó los pasos que realizarán una vez que finalice la feria judicial, en pos de desalojar las viviendas de los asentamientos. En este sentido, el representante legal del municipio dijo a este medio: “Resta hacer la ejecución de la sentencia, por lo que ni bien se levante la feria vamos a arrancar con ese trámite”, en referencia a los primeros pasos a partir del 1 de diciembre.
Un dato a remarcar es que la Justicia ya había ordenado la restitución de los terrenos al municipio, mediante un desalojo, pero las familias realizaron la apelación. Sobre esto, el entrevistado sostuvo: “Lo que pasó fue que la causa se resolvió en segunda instancia favorable para nosotros. Ahora volvió al Juzgado de Primera Instancia. Nosotros solicitamos poder iniciar la sentencia cuando pedimos que se levante la feria. El Juzgado de Familia no nos hizo lugar y debemos esperar que arranque el periodo judicial para volver a trabajar con la causa”.
Desalojo
Desde que se formó el asentamiento, el municipio buscó que se les restituyeran las tierras. El desalojo fue lo pedido, pero no solo desde el Gobierno local, sino también desde varios sectores, incluso de la oposición. Muchos remarcaron que se trata de algo injusto para las familias que se encuentran esperando poder tener una parte de tierra para poder construir su vivienda.
“Vamos a trabajar en función de lograr ese desalojo, que es algo que pedimos desde el primer momento. Las familias apelaron, se elevó y resolvió favorable, manteniendo el fallo” remarcó Medvedoff ayer a TiempoSur.
Crecimiento y censo
Con el correr de los meses el lugar fue creciendo. En un principio se trató de un par de familias con carpas, pero a medida que avanzó el tiempo y la Justicia no efectuó el desalojo, el barrio terminó creciendo. Ahora cuenta con más de 30 familias viviendo y casas de material ligero. Medvedoff señaló a TiempoSur que
“hemos ido de forma extraoficial, pero no tenemos un censo que indique el crecimiento del barrio. Y una vez que trabajemos con la sentencia, vamos a ver si creció y con cuánta intensidad. Hay que volver a hacer el censo para determinar cuántas personas hay en el lugar para hacer el desalojo”.
Tiempo
De todas maneras, el entrevistado fue cauto con los tiempos y prefirió no dar estimativas por el posible desalojo, ya que durante el año pasado se especuló por demás. “La verdad que no hay un tiempo estimado. El juicio es sumarísimo, debería ser rápido. Los tiempos de la Justicia no son iguales a lo que la gente pide, pero no podemos pretender que se tome una decisión que es difícil de hacer para un juez” sostuvo el asesor letrado, remarcando que el fallo en primera instancia sí se obtuvo de manera rápida.
Medidas cautelares
Una vez que se instaló el asentamiento, el municipio solicitó que se instalen policías y se cerque el perímetro, a fin que no entren más personas o que ingresen materiales de construcción, logrando así frenar el crecimiento del mismo. De todas maneras, la medida duró poco y hoy en día, el asentamiento cuenta con más del doble de personas que las que ingresaron en primera instancia. “Pedimos medidas cautelares para que no creciera el asentamiento. Hay que respetar todos los tiempos del código procesal, porque hay que deslindar responsabilidad del Dr. Arenillas, que actuó en consecuencia y bien durante todo el juicio” sostuvo el entrevistado, explicando que las medidas consistían en “presencia policial y que no se construya en el predio. Lo volvimos a pedir, pero no nos levantaron la feria. No se cumplieron y no lo podemos hacer por la fuerza. La policía se retiró por el conflicto, parando en toda la provincia y no se volvieron a retomar las actividades en el predio”.
“Colgados” de la luz
Anteriormente, desde Servicios Públicos Sociedad del Estado había indicado que un golpe duro a la economía de la empresa eran los “clandestinos”, es decir, las personas colgadas a un servicio y que no abonan. SPSE indicó al barrio San Benito y Madres a la Lucha como los sectores donde mayor energía se perdía. Ahora tendrán que sumar también a los asentamientos del barrio Los Lolos.
La energía eléctrica llegó a la zona, aunque también mediante la ilegalidad.
Las casas ya no son solamente de materiales recolectados de los alrededores. Las familias adquirieron madera y chapa de los comercios locales. Tal cantidad de productos fueron pasados, según señalaron las familias, en horas nocturnas, especialmente de madrugada.
TiempoSurobservó en varias oportunidades cómo ingresó el material por los lados del asentamiento, haciendo parecer a la custodia policial casi irrelevante.
Anteriormente, las familias habían indicado que no quería que se las considerase como un asentamiento, sino como un barrio. El paisaje actual que muestra el lugar se asemeja a los anhelos de las familias y la numeración de las viviendas da el toque final.
Un dato a tener en cuenta es que en todo momento, las personas que ocuparon los terrenos alegaron que se trataba de una acción forzada por la necesidad, remarcando que la situación económica que atravesaban no les permitía costear un alquiler o la compra de un terreno.
Fuente: Tiempo Sur
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