5 de Enero de 2013 - Espacio Público

La Rioja-Balneario Los Sauces: Abandono y vergüenza

Triste resulta ver el estado en que se encuentra el balneario Los Sauces, en plena Quebrada, otrora remanso de los riojanos. Cubierto de basura, abandonado y con el recuerdo de lo que fue en su mejor época.

Ante la necesidad urgente de aplacar el calor, especialmente aquellos sectores más populares, se mantiene la desidia y el incumplimiento de promesas.
Tristeza, lamento y hasta molestia resulta ver el estado del balneario Los Sauces, enclavado en la quebrada riojana, a pocos metros del dique capitalino, por ruta provincial 75. Cubierto de basura, maleza, todo roto y con el agua que posee en estos días, podrida y con mal olor, en especial cuando el sol riojano aprieta y demasiado.
Además, quedó en claro que el lugar es usado por desconocidos para disfrutar de sus aventuras, hasta como lugar de juerga, donde varias botellas de bebidas alcohólicas se pudieron observar, siendo que a menos de 200 metros se encuentra el puesto caminero policial, número 4.
Pero esto tiene una historia, donde las promesas e idas y vueltas entre el gobierno municipal y provincial, generaron la aparición en escena en el año 2010, de la por entonces vicegobernadora y hoy senadora, Teresita Luna, confirmando que desde Nación se refinanciaría la remodelación y reconstrucción del balneario.
Con bombos y platillos, los riojanos esperaron este comienzo de obra que además tuvo un significativo reconocimiento cuando desde el Concejo Deliberante se aprobó la ordenanza de cambiar de nombre, que pasaría de balneario Los Sauces, a llamarse “Monseñor Angelelli”, el cual habría sido pedido por la misma vicegobernadora.
Ante esto, según marcan y condenan los archivos, en una sesión rural, realizada en el paraje Las Latas, se impuso el nombre del ex obispo riojano, a través del proyecto sancionado como ordenanza 4.708, presentado por el bloque justicialista que presidía en ese entonces el todavía concejal Enrique Rodríguez.
Ante esto, se colocó un cartel que rezaba la leyenda “Plan Obras para Todos los Argentinos”, y con un monto de 10.799.241,56 pesos, y con un plazo de finalización de la obra de 24 meses. Todavía sigue en la nada.
Llamativamente, y tras una nota de este mismo tenor y anticipándose a la temporada estival y la no refuncionalización prometida del balneario que publicó EL INDEPENDIENTE, el 12 de setiembre último, el cartel ayer no estaba, evitando así todo tipo de prueba que marque lo aquí detallado.
Sea quien fuere el encargado, la realidad lo muestra a este lugar emblemático con su peor cara, quedando atrás aquellos momentos cumbres, cuando el vecino común, se precipitaba de manera masiva al balneario con la intención de poder aplacar el calor riojano.
Hoy el peligro está latente a lo largo de las casi 7 hectáreas que posee el predio, con los tradicionales asadores y mesas destruidas, alimañas por mayor, y sobre todas las cosas lo que significa tener un reservorio de esa magnitud con agua podrida, cuando las campañas contra el dengue y otras enfermedades, se dan en distintos medios por áreas que en esta ocasión están ausentes.
Más allá de no tener responsabilidad de su remodelación, alguien deberá tomar el toro por las astas y ver que esto se pueda recuperar, debido a que es un “patrimonio” de todos los riojanos, como lo fue hasta no hace mucho tiempo atrás.

Fuente: El Independiente