2 de Octubre de 2012 - La Rioja

La Rioja-B° El Futuro: Vivir entre la basura

Vecinos del barrio El Futuro necesitan urgentes soluciones. Si bien muchos de ellos viven y subsisten económicamente de la basura, otros ya radicados allí, piden a gritos la erradicación de los microbasurales formados por personas desaprensivas que arrojan los residuos sobre la ex ruta nacional 38, donde funcionaba el viejo basurero municipal.

Una recorrida de Medios El Independiente por el denominado paradójicamente barrio El Futuro, se pudo comprobar que quedó inmerso entre la basura que arrojan vecinos desaprensivos. Aunque también manifestaron su malestar denunciando que se observan camiones recolectores de residuos por la zona, cuando está prohibido por el mismo municipio arrojar en ese lugar.
Barrio El Futuro, está situado a 2 kilómetros aproximadamente desde el ingreso a la vieja ruta 38, de la Banda de Música de la Policía de la Provincia, hacía el norte.
Este barrio que se forjó a través de un asentamiento en primera instancia y luego con el loteo, hoy presenta edificaciones propias de los vecinos, como también algunas familias que gozan del beneficio del programa Erradicación de Ranchos.
Con servicios básicos como luz y agua en algunas viviendas, el barrio se debate entre las ganas de estar lejos de la basura, y el convivir con la misma, como fuente de alimentación y trabajo especialmente.
Vecinos convocados ante la presencia de nuestro medio, argumentaron su malestar, debido a que se puede observar como autos, camionetas y en algunos casos camiones se trasladan por la vieja ruta, para tirar basura de distinto tipo.
Cabe destacar que tiempo atrás, en el sector funcionaba el basurero municipal, que fue levantado para instalarse en la ruta nacional 38, a unos 10 kilómetros aproximadamente en punto cardinal norte, de la ciudad.
Pero todavía se pudo observar en este viejo basural, el depósito de los residuos, donde encargados del predio continúan trabajando con la basura como fuente de ingreso económico.
En el barrio, quienes se oponen a esta realidad, aducen que se necesita un control más estricto de parte del municipio u otra área encargada del medio ambiente, debido a que en cualquier hora ingresan y arrojan la basura.
Claro está que debido a la gran cantidad de familias afincadas en la zona y que trabajan con la basura, se hace más fácil para el desaprensivo arrojar los residuos en cualquier lugar, por lógica que nadie les dice nada.
Moscas, mosquitos, alimañas de todo tipo se encuentran en las viviendas de los habitantes, que por momentos dicen que es difícil poder vivir, pero que no tienen otro techo, por eso aguantan lo inaguantable.
Ayer, en la recorrida del equipo periodístico fue detenido en su marcha por un joven lugareño, quien increpó oponiéndose a la toma de fotografías de la basura, quedando en evidencia que la gente vive de la basura.
El acopio de elementos, separados en bolsas o bultos, son luego vendidos a precios irrisorios para las recicladoras que adquieren esos materiales.
Pero lo más duro, fue cuando vecinos adujeron que hay niños que comen entre las montañas de basura, aunque en la recorrida eso no se pudo comprobar.
Es evidentemente necesaria una intervención de los entes encargados de controlar estos basurales formados por inescrupulosos y desaprensivos ciudadanos, que se fomenta por la necesidad de otros, pero que tiene que tener la solución para aquellos que necesitan vivir tranquilamente y sin el foco infeccioso que esto implica.

Fuente: El Independiente